Política

SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS

Por: José Romero

La izquierda marxista nunca pensó que tres lemas gritados en sus marchas hoy lo serian por los demócratas. “El pueblo unido, jamás será vencido”, “Vamos pueblo carajo, el pueblo no se rinde carajo” y “Sin luchas, no hay victorias”.

La diferencia es que las marchas y plantones en defensa de la democracia no han terminado en violencia o destrucción de bienes públicos y privados, a pesar de lo que dicen la prensa mermelera.

Sin embargo, qué esperar si todo lo hecho, apelando al derecho, no ha dado resultados porque el estado ha sido tomado por el comunismo y el caviaraje.

No pensamos que se deba ni destruir ni atentar pero cuando las puertas de la legalidad se cierran por acción de gente que no respeta el orden constitucional, la propia Constitución de 1993 da la salida.

Entre tanto, no bastan los plantones ni las vigilias. Acciones más concretas son necesarias. No solo en el plano interno sino en el internacional. Lamentablemente no hay muchos embajadores de la democracia como Mario Vargas Llosa o Álvaro Vargas Llosa. No es posible que oenegés dizque luchadoras por la democracia hoy se alineen con el fraude como se alinearon con el golpismo vizcarrista o con la algarada subversiva que propició la renuncia de Merino de Lama. Ni qué decir de los medios de comunicación o la cúpula de la Iglesia Católica peruana infiltrada por el comunismo; los que hoy son cómplices de los que han cometido o apoyan el fraude.

Desde que sigo activamente la política, nunca nadie han sido condenado por atentar contra los bienes públicos y  privados ni por propiciar incendios, bloqueos de carreteras, tomas de minas e instalaciones e incluso toma de rehenes. ¿Están en prisión quienes bloquearon carreteras en Tía María o los que se enfrentaron a la policía en noviembre del 2020? ¿Dónde están los que se enfrentaron a la Policía en noviembre 2020 y asesinaron a dos revoltosos?

Los comunistas a lo largo de nuestra historia siempre han buscado crear “iconos o mártires”. Asesinos y terroristas como Heraud, De la Puente Uceda, Edith Lagos o los cabecillas terroristas de sendero luminoso y el MRTA hoy son “idealizados” e incluso el propio estado financia películas o libros sobre ellos.

Ni qué decir de los procesos subversivos desde la robolución cubana, pasando por los tupamaros y el inefable asesino Pepe Mujica, los montoneros del ERP cuyos herederos son los kirshneristas; los ecuatorianos de Alfaro vive carajo; los colombianos del M-19, el ELN y las FARC, el grupo terrorista más antiguo de América, los chilenos del MIR y del Frente  Patriótico Manuel Rodríguez y los los Sandinistas de Nicaragua y los del Frente Farabundo Martí de El  Salvador así como las huestes del asesino Ernesto Guevara (a) el che en los 60s, derrotados en Bolivia.

El develamiento de procesos encaminados al comunismo o de desintegración social dio origen a pronunciamientos militares como los encabezados por el General Augusto Pinochet en Chile y por el General Jorge Rafael Videla, a los que el comunismo internacional tilda de “fascistas” porque combatieron la subversión comunista.

De todos los procesos subversivos aún están en el poder en Cuba y Nicaragua y en países como Chile y Argentina reaparecen sus herederos. Venezuela es otra historia. Ahí el castrochavismo entró por la puerta falsa engañando a todos y hoy, tras 23 años sigue esclavizando a los venezolanos.

Aprendamos también de los comunistas, no de sus objetivos ni metas sino de algunos procedimientos de lucha. Conozcamos a nuestros adversarios para poder derrotarlos.

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