Por: María Ximena Rondón
En las cifras lanzadas este año por el INE, de la población peruana (más de 30 millones de personas), 2 de cada 10 peruanos obtuvieron un libro impreso. En cuanto a los libros digitales, el 60% indicó que no le interesan y el 30% que no usa internet. A fines de 2021, Buscalibre señaló en un estudio que en Perú se lee 1,2 libros por persona al año y que la mayoría de los consumidores de libros son hombres.
Este panorama resulta desolador para que el peruano desarrolle un pensamiento crítico adecuado. Para esclarecer la importancia de la lectura, citaremos una frase que dijo un personaje muy querido por los fans: Tyrion Lannister. Todos recordamos que nuestro estimado enano era el personaje más famoso de la saga de Juego de Tronos (tanto en los libros como en la serie) y que en una ocasión le reveló “su secreto” a Jon Snow:
“Mi hermano tiene su espada, el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente. Pero una mente necesita de los libros igual que una espada necesita una piedra de afilar si quiere mantener su agudeza. Por eso leo tanto, Jon Nieve”.
Aunque se trate de un personaje ficticio, su frase es muy acertada. Dejando de lado las tramas y las emociones, la mayoría de los libros enriquece el intelecto ya que nos aportan nuevas palabras para nuestro léxico, nos revelan buenos argumentos, nos ayudan a desarrollar la imaginación, nos enseñan a hilar ideas, nos revelan nuevos tipos de pensamiento e ideologías, nos ayudan a reflexionar e incluso nos enseñan a “leer entre las líneas”.
Además, el hábito de lectura nos disciplina y nos ayuda a ordenar nuestras vidas. Incluso, es un momento perfecto para desconectarnos y concentrarnos.
Lamentablemente, la falta de lectura es tan grave que afecta la capacidad de tomar buenas decisiones en el plano de la democracia y facilita la manipulación de las masas.
¿Se imaginan si todos los ciudadanos desarrollaran un buen sentido crítico y supieran leer entre las líneas de los acontecimientos? Definitivamente, no atravesaríamos por calvarios políticos como el autogolpe de Castillo, la vacancia y el ascenso de Dina Boluarte. Sabríamos qué es lo mejor para el país y no nos dejaríamos manipular con facilidad por ideas como “que se vayan todos” o “una Nueva Constitución” ¿Cuántos de los que leen este artículo han leído la Constitución? ¿Saben los beneficios que contienen? Desde mi experiencia, puedo afirmar que casi nadie la ha leído porque cuando intento profundizar en los debates y en el trasfondo de ciertas opiniones, solo encuentro una consigna repetida y los rezagos de un lavado de cerebro bien logrado.
Uno no solo debe leer a los autores o los periódicos “de su lado” o de la “derecha”. También debe leer a los autores de la izquierda y el progresismo porque es muy importante saber cómo piensa tu enemigo para atacar con mayor eficacia.
Desgraciadamente, la izquierda ha copado la educación peruana e imparte una formación de corte marxista y antivalores. Para despertar de ese engaño, uno tiene que leer el material “de la otra cara de la moneda” y dar una mejor batalla cultural.
¿Quieren cambiar el país? Lean y notarán la diferencia.
El problema es que nunca se ha dado una auténtica promoción de la lectura siempre que se ha querido quitar el IGV a los libros ha sido un fracaso, y tampoco se quita el ISC. Esto debemos recordarlo siempre se lo debemos a fujimori con su tozudez en aquello de la tecnología y desprecio por las humanidades, fue en su gobierno que desapareció el curso de educación cívica, por poner un ejemplo. Y claro, la oferta libresca está dominada por la caviarada, si quieres leer algo de derechas, no hay, ni siquiera hay Dickens! La cultura ha sido sistemáticamente dirigida hacia un lado del espectro, y machacada en los medios, y los universitarios solo hablan de Adorno, Habermas, Popper, Marcusse. Nadie les muestra pensadores de derecha, no se vayan a dar cuenta del engaño.