Política

LA SERVIDUMBRE DE LA INSERVIBLE

Por: Augusto Pretel Rada

Usted, Señora Fiscal, gana 25 mil soles mensuales para dejar que los elefantes paseen por su oficina.

Usted, Señora Fiscal, administra 2 mil quinientos millones con el rarísimo objetivo de mantener libres a todos los ladrones.

Usted, Señora Fiscal, asumió el mayor poder persecutorio de criminales merced a la recomendadora recomendación de Pablo Sánchez, el empleado doméstico de los brasileros, y de José Domingo Pérez, el sicario de los mismos brasileros, y a la luz de lo que usted no ha hecho durante su gestión, es fácil asumir que sus recomendadores sienten haber hecho los deberes.

Usted, Señora Fiscal, inició su paso por el Ministerio Público como Fiscal Provisional.

Al acceder como Fiscal Superior, igual fue provisional, pero además fue adjunta.

Accedió a la Fiscalía Suprema en calidad de provisional.

Cobra la remuneración de Fiscal de la Nación con carácter provisional.

Su vida es provisional, su obra es provisional, sus investigaciones fueron siempre provisionales, pero la libertad que garantiza a los ladrones, esa no es provisional.

En el lapso que usted ha marcado tarjetas en el Ministerio Público, el País, ese País que empieza donde su mundo termina, en las puertas de la Avenida Abancay, ha sido saqueado por la más chusca pandilla de salteadores.

Las ventanas blindadas de su despacho, sin embargo, no tienen vista a ese País, así que en 35 años de cobrar puntuales remuneraciones, usted nunca vio nada, usted nunca supo nada, usted nunca investigó nada, y si algo investigó concluyó con la libertad santificada de los gangsters.

Cuando Toledo se arrodilló en Brasil pidiendo limosna en un hotel de playa, usted ya era fiscal; pero no lo vio.

Cuando García multiplicó los presupuestos de las obras públicas, usted ya era fiscal; pero no lo vio.

Cuando Humala se robó todo el presupuesto destinado a Educación, Salud y Seguridad, usted seguía siendo fiscal; pero igual seguía sin ver nada.

Cuando su Vizcarra organizó la masacre de los peruanos en medio de la mayor tragedia nacional, usted agachó la cabeza para recibir la insignia de Fiscal de la Nación; pero Vizcarra sigue libre, y la plata se la siguen tirando y los peruanos siguen muriendo y usted sigue cobrando su remuneración por no ver nada.

Con este pasmoso registro de inutilidad, ¿Cómo hace usted, señora Fiscal, para cobrar su remuneración?

Siempre será un misterio saber cómo hace la gente de su clase, para ver a los ojos a su madre.

Siempre será un espanto imaginar cómo hace la gente de su calaña para ver a los ojos a sus hijos.

Si tiene un diccionario a la mano, repase el significado de la palabra provisional.

Puede que todavía tenga tiempo para sacar las manos de la faltriquera del diablo.

1 comentario

  1. Es que tiene su propia conciencia cauterizada al fuego de los soles. ¿Cómo hace para verse al espejo? Es casi seguro que ya era abogangster, antes de ser fiscal, o tiene una doble vida que alguien conoce y la chantajean con hacer públicas sus vergüenzas.

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