Política

LA PRUDENCIA AUSENTE

Por: Carlos Tubino Arias Schreiber

Las virtudes cardinales las enunció el gran filósofo griego Platón; muchos años después influyeron en el pensamiento desarrollado por el cristianismo y los principios de la moral humana, ellas son la Templanza, Prudencia, Fortaleza y Justicia.

En esta oportunidad vamos a analizar la Prudencia que parece olvidada por muchas personas de nuestra sociedad, al juzgar y sentenciar a las instituciones y a sus propios semejantes, en base a comentarios o puntos de vista que no han sido probados.

Esta virtud implica no prejuzgar actuando con cautela ante hechos que no hemos presenciado, para respetar el honor y la verdad y no terminar algunas veces involuntariamente dañando a personas o instituciones, así como levantado falsos testimonios.

La ausencia de prudencia hace que emitamos informaciones y comentarios no sustentados, en contextos inapropiados que debían guardarse con discreción, dando rienda suelta a nuestros impulsos sin evaluar sus consecuencias.

Menciono todo esto después de escuchar el sermón del Domingo de Ramos pronunciado en la Catedral por el Monseñor Carlos Castillo Arzobispo de Lima, en que dejando de lado las múltiples enseñanzas de la Iglesia Católica sobre las virtudes cardinales, actuó con imprudencia en el inicio de la conmemoración de la Semana Santa.

Ese día dijo: “Si nuestro país ahora está callado es porque la costumbre de resolver las cosas a golpes, a la gente se le ha pretendido silenciar con las armas, con el maltrato cuando se han podido inventar formas de diálogo y formas de tratar las cosas, también formas de pedir perdón realmente, eficazmente y no de palabritas”.

“El Señor nos llama a hacernos parte de la vida y de las familias que han sido maltratadas por los perdigones y las balas que les ha caído, nos lleva a identificarnos con todos los que han sido matados por obra de la violencia que algunos hermanos nuestros han ejercido”.

No menciona que los muertos que hemos tenido en nuestro país han sido como consecuencia de actos de violencia contra las Fuerzas del Orden y en 18 ataques a cinco aeropuertos del sur de nuestro país, tampoco da palabras de consuelo para las familias del policía calcinado vivo y los siete soldados hostigados hasta su muerte por ahogamiento.

Un pastor de la iglesia se debe a todos los feligreses sin distinción, sus palabras siempre deben mostrar paz y reconciliación y no prejuzgar y sentenciar hechos bajo su criterio, peor aun cuando están en investigación fiscal para ser llevados a un Proceso Judicial, donde se analizarán las pruebas que se presenten para determinar responsabilidades.

Los púlpitos de las iglesias no son los lugares donde se debe descender a la política mundana, en él se analizan los caminos para llegar al cielo en la vida eterna, explicando las sagradas escrituras.

No se debe tomar parte entre las rivalidades de grupos políticos antagónicos y menos en un país de mayoría católica donde no se ejerce ninguna presión contra la iglesia, como viene sucediendo en Nicaragua donde el dictador Ortega persigue a los sacerdotes; últimamente el Obispo Rolando Alvarez ha sido condenado a 26 años de cárcel. Por semana santa se prohibieron todas las procesiones.

Finalmente somos muchos peruanos que alzamos nuestro clamor y exigimos la no intromisión en política del clero peruano.

1 comentario

  1. Pues, parece que el obispo limense que sufrimos, no conoce la Sagrada Escritura, dónde San Pablo, habla de que en Dios no hay acepción de personas. Quien sabe qué traumas infantiles arrastra el prelado de marras.

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