La columna del Director

REPUBLICANOS PROVIDA FUERON REELECTOS

Por: Luciano Revoredo

El tema del aborto ha cobrado una notable relevancia en el debate político norteamericano desde que hace unos meses la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el caso Roe contra Wade, con lo que eliminó el derecho, hasta entonces erróneamente, constitucional al aborto después de casi 50 años. La decisión reconfiguró la política y llevó a la prohibición de este crimen en cerca de la mitad de los estados.

Ante la llegada de las llamadas elecciones intermedias o de medio mandato (mid-term election), que son elecciones que se realizan en noviembre cada dos años, justo a la mitad de la legislatura de cuatro años de un presidente,  en las que se eligen los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 33 o 34 de los 100 del Senado así como los gobernadores de 34 de los 50 estados, muchos analistas insistieron en la idea que los candidatos republicanos no debieran hacer campaña o tocar el tema del aborto, ya que les podría jugar en contra.

La realidad fue muy distinta. Los candidatos provida en tuvieron excelentes resultados en todo el país. Y más aún, existe una estadística muy simple y clara, todos los gobernadores que firmaron la prohibición del aborto en sus estados fueron reelectos.  Más aún, aquellos que se distanciaron con mayor votación fueron los que señalaron a sus competidores como cómplices de una industria criminal. Un caso notable es el del popular Dr. Oz en Pennsylvania, un conocido y mediático personaje, que, a pesar de ser republicano, evitó el tema, se mostró débil y perdió la reelección. Esta es sin duda una señal que se ha de tener en cuenta en la próxima carrera hacia la Casa Blanca.

Sin duda el debate político requiere cada vez más de posiciones claras. La gente no quiere saber más eufemismos ni de indefiniciones. El progresismo ha vendido abiertamente su veneno durante décadas. Hay que enfrentarlo sin máscaras. Con la verdad que siempre es invencible.

El conservadurismo americano se mantiene firme. Sin embargo, no debe bajar la guardia. El progresismo, la cultura woke y el neomarxismo también están sólidos y su agenda de muerte tiene a su servicio a la mayoría de los medios y cuenta con un inmenso respaldo económico. En los últimos tiempos y campañas los gastos de los sectores progresistas han sido muy superiores a los de los conservadores.  Pero el conservadurismo americano en este momento vuelve a tener grandes oportunidades y tiene que agitar los valores tradicionales de la sociedad norteamericana, la fe, el patriotismo, y la iniciativa individual pueden volver a ser ahora motores de un resurgimiento frente a la debacle del fracaso que ha significado Biden.

El movimiento conservador americano, debe escoger la ruta del progreso social, la defensa de valores como la vida, la familia y la libertad, así como del proceso democrático. De esta forma, unido a la nueva derecha europea puede mostrar el camino para un resurgimiento conservador en todo el Occidente.

 

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