Política

¿PUEDE EL RESENTIMIENTO CONSTRUIR UN NUEVO PERÚ?

Por: Jorge Vergara Guerra

En medio de las circunstancias actuales, quisiera reflexionar sobre un tema que me parece vital sentarnos por unos minutos a pensar y mirarse.
Durante la historia, siempre, desde una visión totalitarista, se ha buscado anular el carácter individual del hombre y fabricar la masa popular donde por su puesto no hay individuos únicos, ni tampoco interés de unos por otros, ni solidaridad.

Aplicando la frase atribuida a Julio César: “Divide y reinarás” se busca hace mucho en la sociedad, generar conflictos con ese fin. Una forma de hacerlo es despertando “resentimientos” en los pueblos con causas justas, como la pobreza, la desigualdad entre hombres y mujeres, la violencia social, familiar, entre otras.

Ese “resentimiento” promovido hace tiempo en nuestra sociedad y aceptado por un pueblo que necesita causas justas por qué luchar, cayó en el juego de dejarse imponer supuestas verdades (en
el fondo falacias), pero como eran repetidas constantemente, se las fueron creyendo, una estrategia de Antonio Gramsci en su revolución cultural.

Así vemos como el egocentrismo y el permisivismo del pueblo que es cómplice de los dominadores, terminan disolviéndolo, quitándole identidad, libertad para pensar y decidir en forma libre.

Mirando nuestra situación en Perú, vivimos tiempos decisivos para el futuro de nuestro país. Pienso, en este momento, la cantidad de personas que no votaron. Hay que tener en cuenta que la
indiferencia ante la realidad es un peligro, socaba el valor de la dignidad personal y de la visión de unidad como pueblo y es una agresión velada y más profunda. La persona se repliega sobre sí misma, lo que la debilita y resiente dejándola en una posición pasiva, de simple espectador.

Es necesario despertar, salir de uno mismo, mirar los tiempos, el posible futuro de nuestro país y decidir, tomar partida, no desde el sentimiento, sino desde la realidad objetiva de las propuestas
concretas. Serenarse y mirar con la inteligencia siempre es la clave para decidir mejor.

Hay que ver que el resentimiento, al ser un sentimiento, nos impide ver la realidad, primero de uno mismo, y luego de las cosas en general. Muchas veces, termino decidiendo en función de éste. Lo justifico dándole muchas razones para darle sustento, pero en la realidad ningún resentimiento se justifica, porque este siempre termina siendo destructivo, primero en uno mismo y luego en la
sociedad.

Ninguna ideología basada en el resentimiento ha tenido éxito. El odio ha generado muchas desgracias en el mundo, ha provocado grandes desastres en las naciones y en las familias.

En el lugar del odio, les propongo a cada uno darse un tiempo real para pensar, escuchar, unirnos como peruanos, no divididos, sino unidos en función de un país fraterno y libre de resentimientos

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