La columna del Director

LOS CUELLOS BLANCOS DE LA PRENSA

Por: Luciano Revoredo

El cinismo mediático en torno del “media trainning” que llevó a cabo el periodista Augusto Álvarez Rodrich al ahora expresidente de OSINERGMIN, Daniel Schmerler, a través de la empresa Otrosí, raya en lo surreal.

¿Y por qué surreal? Porque este es el modo de operar de las llamadas empresas consultoras desde hace muchos años. Todos lo saben. Las pruebas abundan. Pero la hipocresía y los calzones con bobos tapan lo evidente.

Basta recordar el recorrido profesional del hoy cuestionado periodista Álvarez Rodrich por distintas oficinas de funcionarios públicos, obispos, presidentes, etc. Y como él, sus más famosos colegas como Rosa María Palacios, quienes ya reiteradas veces han sido señalados por ejercer la respectiva “lavada de cara” cuando las papas queman en distintos despachos. Claro está, cuando el cheque se pone sobre la mesa, pasan de ser fujimoristas acérrimos, por ejemplo, a los más activistas “antis”. Curiosos efectos de la mermelada nacional.

En este contexto, iniciamos en La Abeja una serie de artículos con un objetivo bien definido. No queremos rascar en toda la podredumbre mediática nacional que hoy ya  ha superado con creces a la nefasta etapa montesinista. No. Quien mucho abarca poco aprieta.

Hemos decido abocarnos a una sola cuestión: continuar con una historia que empezamos allá en agosto del 2018. En ese momento publicamos la nota “CHISAC Y LA FÁBRICA DE MERMELADA” en donde señalamos precisamente lo que tanto hoy tanto espanta sobre la conducta de Álvarez Rodrich: A cambio de un buen presupuesto CHISAC te lava la cara. Y vaya que así fue. No es de extrañar pues que el moralizador Salinas haya trabajado arduamente para lavarle la cara nada menos que a don Alan Azizollahoff, el responsable de la muerte de tantos jóvenes inocentes en la discoteca Utopía. Un buen fajo de dólares y Salinas se multiplica en cafés y cebichitos y bastante mermelada para que la imagen de Azizollahoff se levante, se limpie. Un trabajo notable. Un buen manejo de crisis. Pero como business son business, eso no es nada, también hay que limpiar al Fiscal de la Nación. Al favorito de la caviarada, a don Pablo Sánchez, quien al ser denunciado constitucionalmente por su livianidad con la corrupción no tuvo mejor idea que recurrir a CHISAC, y otra vez el diligente Salinas se pisó los callos para convocar a un almuerzo con periodistas por el que cobró nada menos que 17000 soles”.

En esa nota solo señalamos algunos puntos relevantes de la relación de Chirinos & Salinas Asociados (CHISAC) con algunos miembros de la esfera estatal y allegados. Pero mucho se quedó en el tintero. En ese momento decidimos no publicar más. Pero el trabajo de investigación no se detuvo. Y hoy creemos que es necesario mostrar algunos datos sobre CHISAC y empresas afines que trabajan en lo que podríamos llamar una especie de “club de las consultoras de comunicación”. Algo así como “los cuellos blancos de la prensa”. Ese sector de la prensa que se ufana de ser la reserva moral de nuestra sociedad, muestra cada vez con mayor claridad que operan bajo un escandaloso doble estandar y, aun así, pretender ser líderes de opinión.

Desde que empezamos a investigar hace más de un año y medio, muchas cosas han cambiado. Por ejemplo, luego de nuestros artículos, CHISAC dejó de licitar con el Estado. Cosa rara. Algo que hoy, luego del caso de Álvarez Rodrich, reabre las suspicacias en torno a la procedencia de sus ingresos. ¿O será que otra empresa, al estilo OTROSÍ, les podría estar dando la mano? Estén atentos. Aquellos interesados en conocer un caso más de varias lavadas de cara a funcionarios, no se pierdan los artículos que vendrán sobre esta empresa y sus consorciadas.

Cerrado un paréntesis político en el que me impuse no escribir en La Abeja para mantener independencia, he vuelto con más ganas de –como diría Paola Ugaz— hacer más y mejor periodismo.

Los invito a leer el artículo “Chisac y la fábrica de mermelada” para ir calentando motores. Lo pueden ver aquí https://www.laabeja.pe/chisac-y-la-fabrica-de-mermelada/

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