Política

EL PERÚ: EN BOCA DE TODOS

Por: Matías de Dompablo

Si hubiese un ranking internacional de tendencias políticas, nos mereceríamos un premio por mantenernos entre los primeros durante más tiempo. A diferencia de los trends de TikTok que duran algunas semanas, el Perú está en boca de todos desde hace ya bastante tiempo.

Bueno fuera mantenernos a la vista del mundo, de manera tan constante, por motivos que nos favorezcan. Razones que incentiven el turismo, la inversión privada y que nos hagan crecer como nación. No obstante, esto queda lejos de la realidad.

Lamentablemente, ser el foco de atención se debe a lo siguiente: seis presidentes desde el 2016, un cierre (inconstitucional) del Congreso en 2019, dos vacancias presidenciales (2018 y 2022), marchas azuzadas por la izquierda que nos heredaron un gobierno caviar y dos delincuentes como “héroes del bicentenario” en noviembre del 2020, cierres de minas (2021 y 2022), líderes en percepción de corrupción en la región en el 2022 (88% según LAPOP), un intento de autogolpe el año pasado y protestas aparentemente incesables desde hace semanas.

Este cúmulo de sucesos, que parecen sacados de una tragicomedia, son los que cada vez empeoran la imagen de nuestro país internacionalmente. Y, a este hecho, se le debe agregar que algunos medios internacionales de gran alcance y de filosofía progresista contribuyen con el deterioro de la percepción que tiene el mundo sobre nosotros al narrar los acontecimientos desde una única perspectiva que hace ver como inocentes a los que destruyen al país y como culpables a aquellos que se oponen.

El fin sigue siendo la asamblea constituyente pero los medios van variando. Establecer una hegemonía socialista en la región permanece como meta y cada vez parecen ser más los aliados. Sin embargo, el más importante para ellos, la ayuda más grande que puede recibir este sector, es el silencio de la oposición.

La minoría hace ruido, es lo que la izquierda siempre ha hecho. Es un truco ‘de cajón’ en su repertorio. Un modus operandi reiterativo en todo lugar en donde los zurdos han querido tomar el poder.

Quemar edificios, tomar aeropuertos, cerrar carreteras, dar discursos de odio disfrazados de justicia social, autoproclamarse como los portadores de la causa justa, usar violencia mal justificándola en el derecho de la libre protesta, perseguir la vacancia del gobernador de turno si este no le sirve para sus intereses y desestabilizar política, social y económicamente al país.

Siempre es lo mismo. El objetivo no ha cambiado, el modo no ha cambiado, los zorros viejos no han cambiado. Lo que cambia son los aliados; el pueblo que nuevamente es manipulado para ser usado como carne de cañón y el silencio de la oposición.

Un silencio que posee un gran poder; porque cuando se permanece callado, el ruido de la minoría parece ser más fuerte. Un silencio que no nos podemos permitir si queremos evitar el hundimiento del país.

Un silencio que otorga el sustento a todo lo que la izquierda proclame; porque, si nadie se opone a lo que dicen, entonces lo que digan se vuelve verdad. Y cuando un clamor popular se vuelve una verdad aceptada, revertir los efectos es muy difícil, ya que hacerlo sería ir en contra de lo que todos quieren.

El Perú necesita despertar. La oposición necesita hacer ruido. Y no se debe entender como oposición únicamente a los políticos; oposición somos todos los peruanos que, como pensadores libres y conscientes, queremos un futuro digno de nuestra patria.

1 comentario

  1. “…la ayuda más grande que puede recibir este sector, es el silencio de la oposición…Un silencio que posee un gran poder; porque cuando se permanece callado, el ruido de la minoría parece ser más fuerte…oposición somos todos los peruanos que, como pensadores libres y conscientes, queremos un futuro digno de nuestra patria.” Mi resumen, hay esperanza…despierta Perú

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