Política

EL CAZADOR DE RATAS DE PERUSALÉN

Por Francis W. Butters

La fantasía de los hermanos Grimm, parece ser una fuente inagotable de inspiración para explicar la fenomenología de la política peruana. Tanto es así, que a veces me pregunto si Jacob y Wilhelm, fueron realmente dos alemanes de corazón peruano. Ya en anterior oportunidad nos servimos de las imágenes en sus cuentos infantiles, para graficar el coro de Pedro Castillo, muy parecido en fondo y forma, al coro de los Músicos de Bremen; Die Bremer Stadtmusikanten, burro incluido. Hans Christian Anderson, otro narrador de cuentos del hemisferio norte, también nos ayudó con su cuento sobre el Traje Nuevo del Emperador. Al parecer, los cuentos infantiles son una muy buena manera de explicar una realidad que parece ser el fruto de un estilo literario que podríamos llamar, el realismo maldito; en vez del ya conocido realismo mágico latinoamericano. Es difícil de creer que los personajes y las historias que nos brinda la realidad peruana, no pudieran ser imaginados por un Gabo o un Carpentier.

El día de hoy, nuestro país atraviesa por una una infestación de roedores que se han reproducido de tal manera que han horadado gran parte de la institucionalidad del país. En esta infortunada circunstancia, otra historia infantil, le cae al pelo a nuestra realidad. Me refiero al cuento titulado Der Rattenfänger von Hameln, conocido en nuestra tierras de incas como “El Flautista de Hamelin”; pero no por su presencia, sino más bien por la ausencia de alguien con esa habilidad de exterminar plagas. Un personaje como este, sería genial para lograr, no sólo deshacerse de la plaga, sino que como en el cuento original, y al ser objeto del perro-muerto de los aldeanos, este se deshizo también de los niños. Pero como estamos en el 2023, y no en el 1284, algunas cosas pueden ser distintas y los niños de hoy son un poco más grandes que aquellos de la aldea atacada por la plaga de la rata noruega (Rattus Norvegicus), que es la especie común al lugar en donde se desarrolla la historia.

En nuestro caso, el laissez-faire, laissez-passer (mientras los que hacen y pasan son de los nuestros), como política de estado, de aquellos que han logrado un temporal acceso al Olimpo, han permitido que, a cambio de esos aires enrarecidos, pero llenos de divinidad, se permita la multiplicación de todo tipo de roedores, a niveles incontrolables. No es en el fondo una política de estado, mucho menos una Realpolitik. Está más al nivel de una petit-politik, acorde con el tamaño de sus protagonistas. Hay roedores de diferentes tamaños, razas, pesos y colores. Los hay de diferentes métodos, orígenes, aspiraciones, y efectividad. De lo que no queda duda es que rascan, roen, horadan, y fieles a su naturaleza, dejan heces.
Hay una chamba que parece necesitar de un virtuoso de la flauta que no llega a lograr el consenso de la villa que requiere de sus servicios. Pareciera que cada barrio tiene su favorito, y nadie se pone de acuerdo sobre a quién deben contratar para el trabajo. Aparecen muchos aspirantes al cargo, sin que sepan tocar ni la puerta. Son presentados, auspiciados, y publicitados por intereses, por tribus, por barrios, por cuadras, por partidos políticos, por familias, y porque no, por bandas. Entre los que patrocinan esos intereses, parece haber un objetivo común, que es el de que todos los roedores les hagan caso y salten al precipicio, con o sin la guía de la flauta transversa de Jethro Tull, de esas flautas que sabe tocar PPK (estudió música y flauta en el Royal College of Music de Londres).

Como los leminos del hemisferio norte (otro roedor – Lemmus lemmus -, también de origen noruego, que tiene un comportamiento peculiar), los habitantes de nuestro adorado Perusalén, han abrazado hábitos migratorios que los impulsan a saltar el acantilado, aún ante la advertencia de una muerte segura. A los miembros de la Rodentia Muridae ya mencionados, hay que agregarle a la variedad nativa de los llamados cuyes, cobayos, cerdos de guinea, o conejillos de indias, Rodentia Caviidae, de diferentes pelajes y pesos, sólo para contribuir con su presencia a un caos todavía mayor.

No voy a entrar en detalles sobre las virtudes o los defectos de los aspirantes a flautista, ya que los equipos mediáticos que todos parecen tener, se hacen cargo de ensalzar sus épicas hazañas, y desentenderse de sus posibles debilidades. Lo que si trasciende a este pandemonio, es que el bombardeo de los hinchas y barras bravas de cada aspirante sobre sus competidores, hace aún más difícil para el pueblo, el poder discernir una imagen completa y acertada de si es que sirven o no, para tan monumental tarea.

Frente a nosotros han desfilado varios personajes alabados hasta la adulación, solamente para verlos caer en desgracia y/o ser criticados hasta por quienes otrora los ensalzaban.

Como si la situación presente no fuera suficiente, las izquierdas de nuestra vecindad, incluidas las locales, han recibido el baldazo de agua fría, que ha sido la elección de Javier Milei a la Presidencia de la Argentina, en una plataforma de combatir a la “casta”; cuyos homólogos nacionales no han titubeado en usar el consabido San Benito de fascista, para el despeinado y vociferante candidato de la Libertad Avanza. Más aún, después de la invitación que el presidente electo le hizo a doña Dina Hercilia, que al parecer no perderá el tiempo en alistar sus maletas y visitar la Reina de la Plata, que hoy más que nunca merece el apelativo de “la ciudad de la furia”.

Pero como si esto fuera poco, mientras escribo estas líneas y la Fiscal de la Nación protagoniza su escándalo más difícil, la presidenta y el Premier son acusados constitucionalmente ante el Congreso, y se divulgan imágenes de un reporte del Servicio de Inteligencia del Ejército Peruano, de una reunión en la que la señora Boluarte, en su casa, con el actual congresista Guillermo Bermejo, en ese entonces un prófugo de la justicia; llega la noticia de la posible excarcelación del ex presidente Alberto Fujimori, basada en la resolución del Tribunal Constitucional, que reitera la validez del indulto otorgado por el presidente Kuczynski.

En esta tormenta perfecta, que se perfecciona más día a día, resulta imposible imaginar a un salvador, a un mesías, a un Flautista de Hamelin. ¿Se imaginan lo que ocurriría en el Perú, si Fujimori sale libre? Para empezar, la izquierda recibirá un golpe vitamínico de esos que tanto les hace falta. Es darles en bandeja el tema que los aglutina, los inspira, los motiva, y los nutre. Es tal vez el elemento que les falta para crear a otro falso flautista que aproveche el pánico para encumbrarse.

Si el Perú se inició con las guerras entre pizarristas y almagristas, que solo vinieron a reemplazar a las guerras entre los hermanos Huáscar y Atahualpa (o como diría el prosor, el hermano Quito y el hermano Cuzco); la gran batalla de hoy es entre el Anti Fujimorismo y cualquiera que se le ponga a frente.

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