VIZCARRA Y EL JNE: ¿LAGARTOS, LAGARTIJAS O RATAS?
Ante el oscuro comportamiento del JNE al mando de Jorge Luis Salas, varios lúcidos comentaristas han alertado sobre un probable proceso electoral fraudulento. Y tendrían razón.
Por: José Romero
Si las instituciones funcionaran simplemente el Jurado Nacional de Elecciones, máximo ente electoral, hubiera confirmado, no ahora sino hace muchos días, la exclusión del vacado por incapaz moral que pretende volver para seguir destruyendo el Perú. Sin embargo, con un fallo a todas luces prevaricador dio “luz verde” a la candidatura de este sujeto.
Hasta ayer incluso muchos “periodistas y mermeleros” aún defendían a Vizcarra. Por razones aún no esclarecidas del todo, seguía la campaña “de apoyo” pese que desde hace años diversos personajes lo señalan claramente como lo que realmente es: un miserable.
Mauricio Mulder, Rosa Bartra, Mónica Yaya, Yeni Villcatoma y tantos otros fueron demolidos por enfrentarse a la máquina mediática caviar, desde oenegés y por supuesto desde la prensa concentrada y el mismo estado al servicio de la corrupción de Odebrecht y sus compinches.
Así como los señalados, la prensa independiente y comunicadores valientes han luchado contra este crápula llamado Vizcarra. El fruto de esa lucha ahora se empieza a ver.
Con la declaración de la Universidad Cayetano Heredia (“no es voluntario…”) no debería quedar en pie ningún defensor de este bien vacado por Incapaz Moral. Pero Vizcarra existió no solo por su “habilidad” para traicionar sino por una larga lista de cómplices que hoy siguen aplaudiendo a los incapaces que dicen gobernar y que son herederos de la incapacidad y de la corrupción que ha llevado a la muerte a miles de peruanos y ha dejado millones de desempleados y quebrados.
Por cierto, Vizcarra no es el único que sobrevive “gracias a los fallos” del JNE. Hay otros más que siguen en carrera debido a interpretaciones antojadizas.
Está claro que Odebrecht no tiene una sola carta. Por eso no debe extrañar el por qué solo un candidato: Rafael López Aliaga, es el único que habla claro y fuerte contra esta red de corrupción y sus aliados a todo nivel.
Ante el oscuro comportamiento del JNE al mando de Jorge Luis Salas, varios lúcidos comentaristas han alertado sobre un probable proceso electoral fraudulento. Y tendrían razón.
El pus que sale de todo el cuerpo estatal (como alguna vez señaló González Prada) no es sino señal de la metástasis que ha producido el cáncer de la corrupción.
Es imperativa la Refundación del Perú y de sus Instituciones. Un nuevo Acuerdo Republicano y democrático debe nacer de las urnas y una firme, honrada, eficiente y serena mano debe desterrar a esa peste que ha hecho tanto daño al Perú.
Si tienen que caer incluso nuestros amigos o conocidos, así debe ser. Es hora que paguen aquellos que han sido parte de esa mancha de lagartijas que han destruido el Perú. ¿Lagartos, lagartijas o ratas?
Siempre he apelado a la Mano Divina. Esta vez seguiré en ese empeño. Creo que ya se ha manifestado. Sigamos pidiendo el protección del Altísimo, el Perú no puede ni debe ser destruido.