Escribe: Percy Hartley
Me alegra enormemente, que el capo entre los capos, difícil de igualar, filigrana en la grama y estampa señorial cumpla un Centenario, pues Universitario fue y seguirá siendo para todos sus hinchas y simpatizantes, del balompié peruano la máxima expresión, como me he tomado la libertad de parafrasear de esta animada polka cuyo autor , es coincidentemente otro gran Teodoro.
Retomo luego de una pausa involuntaria, mi columna de Crónicas Viajeras en La Abeja de la mejor manera posible (se vienen Atenas, Santorini, Zagreb, Napoli y la costa amalfitana) , saludando al Club Universitario de Deportes en su Centenario, con esta crónica viajera en anécdotas que retratan mi infancia cercana con garra crema pura. Y es motivo de celebrarlo, pues solo hay una oportunidad para celebrar por todo lo alto un Centenario, de vivirlo solo una vez y ¡Es hoy Ramón!
El retrato de mi chiquititud es muy distinto a la de un chibolo de estos tiempos digitales celuláricos y playestaichon inmóviles. Los niños jugaban o al fútbol los que tenían el don, o conseguían jugadores de plástico y los pintaban con los colores de los equipos más populares. Recuerdo haber tenido que pintar con esmalte rojo de mi madre la franja en el pecho de nuestra selección y no sé de donde habré sacado esmalte verde para Bolivia, azul para las franjas verticales de Alianza y lo más difícil era el pecho de la (U), pero no imposible con pelo de marta. Provisto de un tapizón viejo sobrante enrollable y líneas de tiza, mi cancha móvil era un juguete privilegiado de niño hijo único hasta los seis años y todo lo que quería me lo compraban, hasta que fui destronado por un bebé rubio de ojos azules y pintón llamado Javier y no entendía qué pasaba en el mundo. El problema eran los arcos, hasta que mi primo con upgrading (o sea tío) Miguel Angel Talledo me ayudó en la recordada casa de Bellavista a construir con malla de Champagne y palitos de chupete unos arcos sensacionales.
Igual la U siempre ganaba en mis partidos de fútbol alfombra, como el Perú clasificaba y campeonaba en mi mundial de futbolín portátil. Eran los tiempos de los ídolos cremas con los que nací en los setentas, entonces todos cracks de selección como Chale, Oblitas, Percy Rojas y Chumpitaz y como no, cantando a viva voz el Perú Campeón en la animada polka en que todos creíamos. Y veíamos Telematch y fútbol alemán, donde se dio mi primer gran contacto con el idioma germano, cuando el recordado Andrés Salcedo traducía y narraba con grandeza al sumar las monedas de los premios de la competencia entre ciudades de la RFA o contándonos de Pata de Palo (luego entendí literalmente Holzenbein) el poroto Hässler y otros grandes. Y la publicidad estática. Me tomó varios años descubrir qué era Jägermeister. ¡ Prost !
Pero mi vínculo con la U venia desde la cuna, de la afición materna y más propiamente, del abuelo materno, Don Lorencito, del que ya imaginan, pregonaba con orgullo era compañero de equipo de Teodoro Fernández, o sea, decía que era el suplente del gran Lolo hasta que una lesión lo sacó del fútbol y la música criolla ganó una gloria, autor, pianista y compositor. Y fiel a su estilo , el Papapa ( Lorenzo Humberto Sotomayor ) le dedicó una bella polka, por supuesto al gran referente de la U , al centro forward que nadie en el Perú superó, insuperable en el Nacional, que por su gran juego se hizo popular poniendo corazón al defender la patria, generoso y caballero que nunca se cambió de club ( algo muy recurrente en la U, aplauso al Puma, a Aldo Corzo y a tantos baluartes ), el gran centro de la U, también parafraseando la letra homenaje, en su gran momento futbolístico.
Pero mi anécdota crema es colosal. Mi padre, gran aficionado del Echa Muni, dirigente del club en esa época luego de ser Alcalde del Rímac, solía llevarme al Estadio a ver al CDM. Claro , privilegios de hijo de dirigente, me compró mi camiseta con la franja roja ( reconozco que era linda ) y yo de unos cuatro o cinco añitos, fui seleccionado con el grupo de calichines que iba entrando de la mano con el primer equipo del Deportivo Municipal, de también antiguas glorias, del Cholo Sotil, de Caricho Guzmán, de Vides Mosquera y Tito Drago. El ingreso al Estadio Nacional de la mano de los players del momento era apoteósico. La gente ovacionando, un recuerdo inolvidable. Pero antes de salir al estadio, recuerdo muy bien a mi abuelo decirme, en su tono serio cuando hablaba de cosas serias (era muy divertido en caso distinto): “Nieto numero uno, recuerda que eres (interpretado como perteneces) de la U, como tu abuelo y la Nena (mi madre). “Al salir a la cancha y propio de la inocencia de la época, pensaba que estaba saliendo a jugar, convocado seguramente por mis dotes futbolísitcas y no tenía claro que simplemente, era un bonito paseo. No entendía por qué aparecía en la banca y luego en las gradas. Tampoco me lo deben haber aclarado. Y seguramente, pensaba que quizá era por ser de la U, probablemente estoy a préstamo y no me dejan jugar porque son clubes rivales. En fin. Intentaré en el barrio. Error, en el barrio solo lograba jugar en el parque porque los Muni me regalaban pelotas Merkur de la época firmada por algún crack y llegaba con ella, al clásico puesto de arquero que aceptaba de buen grado y que con el paso de los años debajo del arco terminé tapando en el cole y en la facultad. Anécdota aparte , la de mi amigo compañero de prom Roberto Martínez alias la bruja en la época, cuando al Profesor Huertas se le ocurre la gran idea de jugar el Mundial España 82 con los mismos equipos y el mismo fixture en el Colegio Maristas. Me tocó ser Argelia y a Roberto, Francia. El muy gracioso se me acerca y me dice: ¿ Cuantos goles quieres que te meta Hartley? A sí, yo picón le dije: ¡Entregaré mi valla invicta ¡Y nos golearon 3 a 0 con hat trick de Martínez!
Universitario, celebramos tu centenario, esperando las nuevas generaciones tengan un vínculo afectivo y no agresivo. Los chicos de hoy cuando les preguntas de qué equipo eres hincha te responden: Real Madrid, Barcelona, PSG, Manchester, Bayern Munich. ¡Así no juega Perú ¡Es evidente que parte es la culpa de la globalización, del cable, de Messi y de Cristiano. Pero hay que renovar pasiones y emociones con el club y en general con el fútbol peruano, grande para el medio, pero aterrizado cuando sale afuera. El del 82 fue el último mundial que pude gritar un gol peruano y pasaron 36 años para gritar otro gol, al menos pude vivirlo. Ni mis hermanos Alex y Karen supieron lo que era ver al Perú en un mundial hasta Rusia 2018 . ¿Habrán apuestas en las casas virtuales de moda respecto a USA-México-Canadá 2026 y mundiales siguientes con el item clasificaremos?
Un saludo a futbolistas, entrenadores, administradores , dirigentes, hinchas y simpatizantes. Al infaltable compadre Alianza, sin el cual no habría en sana rivalidad clásico, ni clásico moderno con el Muni, ni nuevo clásico con Cristal y Boys. Qué pena recordar los famosos álbumes de figuritas de la época, los que coleccionaba todos. Unión Huaral, Alfonso Ugarte, Juan Aurich, Bolognesi, CNI. Solo Cienciano y Melgar se salvan. Necesitamos un coach de lujo, pero desde divisiones menores. El fútbol no es para mí una afición constante, es intermitente y es más, comparto aprecio por el tennis, natación, basket y Toros. Pero cuando buscas buen fútbol , haces zapping y ves ligas argentinas , brasileñas o europeas , odiosamente comparas. Y encima ahora el Inter de Miami. Reconozco que hay en el fútbol una pasión popular que arrastra. Que la Eurocopa que me tocó vivir recientemente en Alemania ( como se suele decir un mundial sin Argentina ni Brasil ) y la final de la Champions con Borussia Dortmund ( que para variar ganó el Madrid ) me hizo pensar en cuándo seremos así de grandes. Pronto, sin duda, si trabajan seriamente para ello, con objetivos claros. Veremos un mundial en el Perú, con un bello afiche de Machu Picchu con una llama dribleando con una pelota con paños de la piedra de los doce ángulos, no me cabe duda. Pero hasta ese momento, hay que ir a triunfar al mundial y vencer a todo rival, con el lema Perú debe ganar. Falta nada para setiembre y Colombia, que vendrá a querer bailar cumbia.
Por lo demás a disfrutar de la fiesta, feliz Centenario , ¡ Y dale U !
