Política

TERRORISMO EN CAMPAÑA

Por: Martha Meier M.Q.

El sindicalista, empresario y falso rondero Pedro Castillo está rodeado de terroristas de Sendero Luminoso y del MRTA. No lograron hacerse del poder por las armas y ahora quieren hacerlo por las urnas. Su hipócrita estrategia se basa en la lucha de clases; una violencia simbólica que debe desterrarse de la contienda y no permitirse; como tampoco que los condenados y fugados terroristas sean impuestos por Castillo y su dueño Cerrón.

La matonería, el desprecio por el diálogo; los ascos al capitalismo popular y el emprendedurismo, que es la voluntad y sueño individual de cada quien; los afanes de cerrar el Congreso y perpetuarse en el poder, se les escapa. El corrupto Vladimir Cerrón, ex gobernador de Junín, hasta lo escribió en un tuit: “No sé por qué piensan que Maduro debe dejar el poder por las presiones de la derecha. ¡La revolución nunca va de visita, va a quedarse!”. No estamos pues frente a un proyecto democrático sino ante una tiranía que busca enquistarse.

Castillo llora sin lágrimas porque lo “terruquean”. Si se rodea de tucos, ¿qué quiere? ¿Si se siente cómodo con ellos, los mete al Congreso y los aúpa, qué señal da? La presencia del senderista Alex Chamán Portugal en su círculo cercano es preocupante. Chamán estuvo encarcelado en el Penal Castro Castro, de 1992 a 1995, acusado de pertenecer a Sendero Luminoso. Un reporte del programa ‘Panorama’ revela que fugó a Bolivia en 1995 consiguiendo refugio político.

En la tierra del pedófilo Evo Morales se ha dedicado a la cátedra y promueve la figura de Abimael Guzmán. Es más en una entrevista Chamán indignado sostenía: “Quieren decir al pueblo peruano no se levanten, porque mañana más tarde, así como el doctor Abimael Guzmán, la profesora Elena Iparraguirre y tantos otros revolucionarios y revolucionarias, a ustedes los vamos a meter en condiciones infrahumanas”. Esta porquería presentó en Bolivia a Castillo como ‘compañero’. Chamán cree que los peruanos no se levantan por miedo y no por lo contrario, por valentía, por honor, por amor a su bandera y no a los trapos rojos con la hoz y el martillo que ellos enarbolan.
Castillo es el mascarón de proa del Movadef, brazo político de Sendero.

El MRTA y los seudo socialistas del siglo XXI, como la hija de la nobleza francesa Verónika Mendoza, que dice que con Keiko no va ni a la esquina, no tiene empacho en sumarse a quienes convirtieron los Andes Centrales en un mausoleo al aire libre, en espacio de crimen contra los peruanos más pobres.
La chusma violenta solo quiere el poder y pervierte los mensajes para tratar de hacer creer que ellos son los buenos, que ellos son los demócratas, que quienes apuestan por la libertad, renovar el abrazo y la esperanza, y erradicar la pandemia son el enemigo. Por soberbios serán barridos.

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