Política

RESPETO AL DERECHO CONSTITUCIONAL DE LIBERTAD RELIGIOSA.

Por: Mario Linares

Las críticas destempladas y las burlas sobre la intimidad espiritual de una persona revelan por lo menos prejuicio e ignorancia y en muchos casos bajeza.

¿Se puede criticar la relación de cariño con el padre o la madre?

¿Se puede denostar que estés en una relación con Jesús y la Virgen María en donde pidas, agradezcas o solo te mueva el amor de estar cerca de ellos? ¿Es criticable que ores, que tengas tus primeros pensamientos para ellos en el día? ¿Qué te pongas metas, realices ofrecimientos y tengas prácticas para templar tu carácter y poder cumplir con la castidad requerida en tu estado sacerdotal, de consagración voluntaria o de vocación matrimonial?

Entiendo que esto sea para muchos fanatismo, radicalidad o extremismo y no sencillamente profundización en la fe que se profesa.

Entiendo que esto sea muy difícil de comprender para aquellos cuyo estilo de vida consiste justo en lo contrario, en la satisfacción de apetencias de todo orden, justificado ello en el ejercicio de una libertad sin restricciones, de un liberalismo moral que ve a la cosmovisión cristiana como una cultura de ataduras. Entiendo. Pero, en todo caso ¿Dónde quedó la tolerancia y el respeto tan reclamado a la libertad de elección sobre el estilo de vida? ¿Dónde quedó aquello de mi cuerpo, mis reglas?

¿Con que derecho actúan los que insultan a otro por sus prácticas de piedad cristiana o católica?

Lo que han hecho es una muestra justamente de aquello que tanto critican; la intolerancia. Intolerancia que es también desprecio profundo para con la mayoría de peruanos. Desprecio para aquellos hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, que cargan andas en procesiones o acompañan de rodillas o descalzos al Señor de los Milagros encargando a sus enfermos o muertos. Desprecio para aquellos que en este miércoles de ceniza pasado, en los viernes de cuaresma o en el próximo viernes santo, ayunen, o simplemente no consuman carne o realicen un pequeño sacrificio como prescindir de sal o azúcar para ofrecer al Señor dicho gesto solidarizándose con su sufrimiento y el de tantos hermanos o como medio de desagravio ante tantas ofensas al amor y a la misericordia divina. Desprecio también para aquellos religiosos que por amor han dedicado oraciones, sacrificios y labores sin retribución alguna para sostener comedores populares y construir plantas de oxígeno en esta pandemia.

Creo que a muchos de los que tienen aversión a las muestras de fe, en el fondo lo que les mueve es justamente la envidia para los que tienen ese don que permite felicidad y consuelo a pesar de la adversidad. El odio consume y hace que se atribuya la hipocresía propia en otros, sin reflexión alguna, perdiendo objetividad y mesura y hasta la conciencia de estar insultando a las grandes mayorías en detrimento de sus propias convicciones personales y políticas.

Mas allá de las opiniones y de los errores de cálculo de los que hacen gala de su fobia a la religiosidad de la mayoría de peruanos, los que ejercemos nuestro derecho constitucional a practicar una religión pedimos respeto a ese derecho. Solo eso.

1 comentario

  1. Es extraño que lo que se pide a deportistas de alta competición, (abstenerse de sexo), lo mismo se ha exigido históricamente a los soldados. Y un hombre, cualquiera, no puede abstenerse por un bien mayor. La espiritualidad es parte integrante de ser humano, solo los seres irracionales, son incapaces de religión e incapaces de trascendencia.

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