La columna del Director

PEDRO SALINAS UN MENTIROSO COMPULSIVO

Por: Luciano Revoredo

El domingo pasado el diario La República publicó una nueva entrega de Pedro Salinas. En esta ocasión el periodista, finalmente,
reconoce en primera persona (ya lo había hecho su mensajero Martín Scheuch), su vinculación al Accountability Project (ahora llamado ECA), que tiene como uno de sus objetivos llevar a la Iglesia Católica a las cortes internacionales por delitos de lesa humanidad.

Recordemos que cuando hace casi un mes publicamos en este medio un informe sobre dicha relación ( https://www.laabeja.pe/pedro-salinas-cuando-atacar-a-la-iglesia-es-un-negocio/), la negó en un post de Facebook. Y luego, en unas declaraciones dadas en Piura, la volvió a negar. Ahora lo admite, siempre con alusiones alucinógenas con las que parece tener alguna fijación.

Lo cierto es que durante casi un mes, Salinas ha venido negando su colaboración con este proyecto, y ahora dice que sí participó en sus inicios. Simplemente, para dar este punto por cerrado, queda claro que Salinas ha mentido y que sí participa del Accountability Project (ahora llamado ECA). Y pareciera que la cosa no quedó en una participación “en sus inicios” sino, ¿cómo explicaría su presencia en Varsovia el año pasado firmando los Acuerdos de Varsovia? Fue en esta ciudad y en el mismo periodo de tiempo, que se firmó este documento en el que se acordaban varias acciones que terminarían, en el 2020, con efectivamente la denuncia internacional de la Santa Sede.

Ver Acuerdo de Varsovia aquí https://drive.google.com/file/d/1CCUaw_l3m0RcL4K2AmCnHG5R-3Pp66FM/view?usp=sharing .

Y, por si acaso, los nombres se los han puesto ellos, así que toda semejanza con otro tipo de acuerdos, protocolos o proyectos es cosecha suya.
Ahora bien, si ha mentido abierta y reiteradamente en esto, ¿por qué tendríamos que creerle cuando nos dice que no tiene intenciones segundas para con el Cardenal Cipriani, que no tiene nada que ver con la remoción de la fiscal Peralta, o cuando pone en duda que tiene un vínculo con Pablo Sánchez? En este último punto, es de más conocida la licitación a dedo que tuvo su empresa CHISAC con este ex magistrado para organizar un desayuno de periodistas con harta mermelada.

 

Salinas demuestra tener un problema con la verdad. La maneja a su antojo y conveniencia. Lo paradójico es que me acusa a mí de sazonar mentiras con medias verdades. Desde que iniciamos esta investigación hemos venido afirmando y sustentando lo mismo. Ahora de pronto él admite algo que antes negaba. ¿Y somos nosotros los que mentimos? Hay un punto que es particularmente delicado, y al que deberían prestarle especial atención los señores obispos. Salinas continúa afirmando que es falso que se reunió con el Nuncio Apostólico y que le hizo una serie de pedidos a cambio de los cuales él guardaría silencio sobre ciertos temas incómodos. Y nosotros sabemos de primera mano que sí se reunió con el Nuncio.Uno de estos pedidos era que la Conferencia Episcopal debería recibir a las víctimas del Sodalicio. Y siguiendo en la línea de que supuestamente mentimos, sería bueno que alguien explique entonces el mensaje que hace pocos días publicó el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos, vía Twitter: “Esta semana la Presidencia de la Conferencia Episcopal nos hemos reunido con ex Sodálites, incluido el periodista Pedro Salinas. Les expresamos nuestra preocupación sobre su situación para evitar que vuelve a suceder. Hemos acordado seguir reuniéndonos. Fue muy positivo”. ¿Coincidencia o concesión de pedido?

Y, claro, después de la “positiva” reunión, viene el artículo de Salinas en La República, donde, admitiendo su vinculación, hace también un elegante desmarque del Accountability Project. ¿Se incomodaran los obispos de la CEP de estar en diálogos con un personaje que por otro lado los quiere llevar a las cortes internacionales por delitos de lesa humanidad? ¿Es su artículo un pañito frío para tenerlos tranquilos? No se dejen engañar, señores obispos, porque así como hoy andan con él en diálogos positivos, mañana pedirá sus cabezas. No se olviden que es el mismo que escribió “Al diablo con Dios” (ISBN 978-612-4151-94-1) y decía sobre el Papa Francisco: “Panchito eres un cabrón”. Hoy dice que reconoce los esfuerzos de Francisco. ¿Mañana qué dirá?

 

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