Por Luciano Revoredo.-
Hace pocos días publicamos en La Abeja un artículo titulado “Otra perla de Paola Ugaz”. En esa nota informamos que Samuel Alberca, una de las fuentes utilizadas por la periodista en el documental que produjo a finales de diciembre de 2016 con la cadena internacional Al Jazeera, había sido condenado por el delito de difamación precisamente por sus declaraciones en el reportaje.
Para contextualizar brevemente, cabe recordar que este documental titulado “Peru: The Sodalitium scandal (Perú: El escándalo Sodalicio)” fue producido por Paola Ugaz con el fin de culpar al Sodalicio de Vida Cristiana —y en específico al obispo de Piura y Tumbes, Monseñor José Antonio Eguren— de estar coludido con una banda criminal en dicha ciudad. Esto, claro está, responde a la agenda que tanto Pedro Salinas como Ugaz tienen para atacar a la Iglesia Católica por distintos flancos —como bien lo evidenció este medio y luego confirmó el mismo Salinas Chacaltana a través de varias publicaciones y de su amigo Martín Scheuch.
Como ya lo mencionamos, el 27 de noviembre sentenciaron a Samuel Alberca, líder de una organización criminal conocida como La gran cruz del norte, por el delito de difamación a un año de pena privativa suspendida, 120 días multa y 10 mil soles de reparación civil.
Este dictamen fue el resultado de un proceso iniciado por el Sr. Alberto Gómez de la Torre. También mencionamos que este no había sido el único testimonio dudoso utilizado por Paola Ugaz.
En el mismo documental se presenta a Carmen Campodónico acusando a Monseñor Eguren. Campodónico hoy se encuentra presa porque intentó ingresar droga al penal en Piura. Además tiene múltiples denuncias por usurpación de terrenos en Piura.
¿Por qué, entonces, volvemos sobre el mismo tema? Porque nuevamente la compulsividad para mentir de Pedro Salinas y Paola Ugaz puede más que la realidad.
Pensando que pueden estar por encima de la verdad, parece que le pidieron un favor a algún amigo del canal ATV, específicamente del programa Día D, conducido por Pamela Vértiz, para hacer un refrito del mencionado reportaje de Al Jazeera. Éste se transmitió el domingo 2 de diciembre y se utilizan como fuentes tanto a Alberca como a Carmen Campodónico.
Es decir, ¡nuevamente se presenta como fuente fidedigna a un sujeto que 5 días antes había sido sentenciado por difamación sobre ese tema específico! Tal parece que la periodista que realizó el reportaje, Lorena Ormeño, no se dio el tiempo de hacer una investigación que fuera más allá de lo que Salinas y Ugaz le dijeron.
Además, no podían faltar las opiniones poco objetivas y exageradas de Pamela Vértiz. Su sesgo sobre Monseñor Eguren fue evidente, criticando que hubiera querellado a Salinas y a Ugaz, y deslizando acusaciones como que Monseñor Eguren está vinculado con otros delitos y que sacó a “balazos a campesinos”. Esto demuestra o que dicha periodista no es objetiva o que tal vez, que es la hipótesis por la cual nos inclinamos, es una víctima de la personalidad mentirosa y manipuladora de Salinas y Ugaz.
Evidenciando el modus operandi de varios miembros de la prensa nacional, Pamela Vértiz se “solidarizó” con sus amigos periodistas y, desafortunadamente para ella, le salió el tiro por la culata.
No sabemos qué pasó tras bambalinas, pero parece que alguien en ATV entendió la gran patinada que habían realizado con la trasmisión de dicho reportaje. Así, el domingo 9 de diciembre, en un segmento al final del programa, se vio a una Pamela Vertiz modosita, con una actitud completamente distinta a la que tuvo el domingo anterior, leyendo la rectificación de todas las mentiras que habían dicho Pedro Salinas y Paola Ugaz en el reportaje elaborado por Lorena Ormeño. Aquí compartimos dicho segmento. https://photos.app.goo.gl/7LVwpY3ibUbN95zw6
Ya lo hemos dicho en reiteradas ocasiones y no nos cansaremos de hacerlo: Pedro Salinas y Paola Ugaz mienten sin vergüenza. Así fue en relación con su vinculación al ECA (antes Accountability Project
https://drive.google.com/file/d/1eiVw86RQccl9R3NAa-euUTTBLUqpVE2B/view?usp=sharing
O con su “diálogo” con el Nuncio en el Perú. A estas alturas están enredados en sus propias incoherencias. Lo preocupante es que todavía hay personas que les creen y siguen comprándose su agenda y, lo que es peor aún, han cedido inclusive a algunos de sus chantajes. Esperemos que luego de esta experiencia en Día D, otros medios no sean tan ingenuos de creerles.