La columna del Director

NARRATIVA, NARRATIVAS Y EL ARTE DE MENTIR

Por: Luciano Revoredo

Tradicionalmente entendíamos por narrativa, que se hablaba de un género literario, era lo que se narraba ya sea en un cuento o novela. Esta narración podía tener relación con hechos reales o ser meramente ficción. En términos literarios narrativa es pues   un texto que cuenta una historia que se desarrolla en un período de tiempo y un lugar determinado. Esta historia tiene personajes, una trama que generalmente conduce a un nudo y un desenlace. La narrativa es el género que tiene que ver con la manera de contar la historia y relacionar las acciones de los personajes, lo cual introduce al lector en la historia.

De un tiempo a esta parte la palabra narrativa ha adquirido otro significado. Se ha introducido en el lenguaje político y se usa como un modo de justificar la construcción de un relato a favor o en contra de una causa. Este relato bien puede ser real o inventado. Lo que importa es su verosimilitud y su posibilidad de ser admitido por la opinión pública como parte de la realidad e incorporado a la percepción de esta.

El progresismo siempre mendaz ha resultado hábil creador de esta forma de narrativas que inducen a la opinión pública a creer en falacias. Baste recordar toda la farsa creada por la llamada Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que en la práctica no dijo la verdad ni reconcilió a nadie, pero que si implantó una narrativa falaz como verdad de catecismo.

En la última semana hemos tenido una clase maestra de este arte de mentir a través de la narrativa política. Todos hemos visto en la cumbre fabricada por Lula da Silva ese momento épico en que se encuentra el propio Lula con Maduro en el escenario y le da consejos.

La escena es memorable. Lula y Maduro. Dos de los más grandes delincuentes del continente en escena. Maduro, un asesino y narcotraficante que ha desgraciado a todo su país, atento, con mirada bovina escucha las palabras del maestro, un viejo terrorista, asesino y ladrón redimido por una justicia a su medida y un fraude electoral.

Es entonces cuando Lula dice: “Ustedes saben muy bien la narrativa que han construido sobre el autoritarismo y la antidemocracia en Venezuela, esa narrativa ustedes la tienen que deconstruir mostrando su propia narrativa, para que la gente cambie de opinión. He estado en países donde ni saben dónde queda Venezuela, pero piensan que no tienen democracia. Es necesario que ustedes deconstruyan esa narrativa y construyan la contraria. Sobre la base de lo que hemos conversado. Una narrativa mejor que la de los otros.”

Resulta interesantísimo como el progresismo se desnuda en este momento. Lula no le pide Maduro que haya cambios. No le pide democracia. Le pide que mienta. Que cree una mejor narrativa, es decir una historia que sea creíble. Esa es la realidad de la izquierda siempre mendaz.

 

Dejar una respuesta