Política

MENTIRAS DEL COMUNISMO

Gloria eterna a los héroes de las Fuerzas Armadas en Molinos

Por: José Romero

En la madrugada del 28 de abril de 1989, mientras se desplazaban en dos camiones rumbo a Tarma elementos terroristas fueron intervenidos en un retén del Ejército. Al momento de revisar uno de los camiones, los delincuentes terroristas sorprendieron a los miembros de las Fuerzas Especiales ocasionándole la muerte con ráfagas de fúsiles automáticos al Teniente EP Jhonny Morales Rodríguez. También murieron en el enfrentamiento el Sargento Yuri Portocarrero, el Sargento Ladislao Choque,  el Cabo Ulises Rivera y otros dos militares, Hernán Camavilca y Jorge Flores. Sin embargo, cabe señalarse que existían informes de inteligencia que determinaban que el MRTA preparaban una toma de una ciudad importante de la zona por lo que el Comando del Ejército había redoblado las acciones preventivas y de patrullaje, motivo por el cual ocurrió este encuentro si bien fortuito más no inesperado.

El destacamento del Ejército respondió rápidamente y tras un cruento combate dieron muerte a 58 terroristas y 9 lograron evadir el cerco, siendo intervenidos algunos en pueblos cercanos.Entre los muertos estaban “veteranos” de la guerrilla terrorista de 1965. El enfrentamiento ocurrió en las pampas de Puyhuan en Molinos, Junín.

Como no podía ser de otra manera,pasados los años,se pretende hacer creer que en esta intervención hubo “ajusticiamientos extrajudiciales y repase de heridos”. Es la “verdad” que se pretende hacer creer en complicidad con algunos “intelectuales”. (Veamos este afiche del año 2019 cuando se cumplieron 30 años del enfrentamiento:

La verdad es que el MRTA y sus cómplices sufrieron un golpe terrible del cual no pudieron restablecerse. Según informes que tuve a mi alcance, esta organización terrorista había invertido dinero y tiempo en entrenar a este destacamento el cual incluía un gran número de elementos terroristas de El Salvador, Nicaragua, Colombia y Ecuador quienes fueron abatidos, perdiendo en este enfrentamiento gran cantidad de armamento con gran potencia de fuego.

La semana siguiente el vocero oficioso de este grupo terrorista, el semanario CAMBIO informaba profusamente sobre este hecho con fotos “exclusivas”. En aquel entonces también se filtraba fotos a los medios y más aún cuando entre los mismos congresistas de entonces había gente que apoyaba y participaba activamente haciendo “el trabajo político legal”. Recuerden que un diputado de la entonces Izquierda Unida (IU) llamaba a forjar “la trenza entre la izquierda legal y la revolucionaria (léase terrorista)”.

El MRTA siguió su ofensiva terrorista pero notoriamente disminuido en cuanto a su capacidad operativa para asestar golpes espectaculares en la Región Central del Perú. Sin embargo, siguieron ejecutando actos terroristas y secuestros de empresarios a quienes sometieron a viles cautiverios en las llamadas “cárceles del pueblo”. En una de ellas fue retenido el empresario  Héctor Delgado Parker con cuyo rescate pudieron seguir sosteniendo sus ataques en los que mencionaremos el asesinato del General López Albújar.

La derrota en Molinos fue de carácter estratégico que se sumaba a la captura del líder del MRTA  Víctor Polar en los primeros días del mes de febrero.

Creemos perentorio hacer este pequeño recuento de hechos luctuosos que ensangrentaron el Perú. Que no nos hablen los herederos de los asesinos de los 80s y 90s de democracia, menos de derechos “humanos” e intenten lavarle la cara a los asesinos que cayeron en Junín a quienes llaman “combatientes heroicos de un conflicto armado interno” en cuyo día de su muerte declaran “día del heroísmo del combatiente emerretista”. Menos aún que 30 años después quieran perseguir a quienes desde las Fuerzas Armadas combatieron al terrorismo asesino.

Finalmente, he revisado el Informe de la Comisión de la Verdad (páginas 223-239) y en él, fiel al estilo de quienes lo redactaron hablan de “conflicto armado interno” y dicen tener “indicios” de que hubo ejecuciones extrajudiciales de emerretistas así como detenciones y desapariciones de pobladores en los días posteriores al enfrentamiento. Es más, parte de lo que figura en esas páginas es elaborado con “testimonios” de terroristas sobrevivientes, lo que muestra claramente el sesgo de esta “verdad”.

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