La columna del Director

LOS VIOLENTISTAS DE BLACK LIVES MATTER PUEDEN GANAR EL NOBEL DE LA PAZ

Contradicciones y absurdos del mundo de hoy

No llama la atención que el movimiento BLACK LIVES MATTER (BLM) esté muy próximo a ganar el Premio Nobel de la Paz. No llama la atención porque vivimos en un mundo de eufemismos en el que nada es lo que parece.

Otorgar el Premio Nobel de la Paz a una pandilla de facinerosos violentistas por el simple hecho de ser progres, comunistoides, odiar al hombre blanco, la familia, la religión y las tradiciones de la civilización judeocristiana es lo políticamente correcto. Pero cabe preguntarse ¿cuál es la verdad tras la máscara de la aparente corrección de los BLM? Trataremos de responder a esa pregunta.

Mucha gente impactada por las imágenes de la muerte del ciudadano estadounidense George Floyd en un exceso policial, vio luego como cientos de personas aparecieron en diversos estados norteamericanos protestando por este hecho.

Las protestas iniciales fueron creciendo en violencia y vandalismo. Hasta que la situación casi salió de control. Se pudo ver actos realmente irracionales. Todo esto bajo la sombra de un lema: BLACK LIVES MATTER (Las vidas negras importan).

Muchos inadvertidos y también bajo el influjo de los medios de comunicación han pensado que todo este movimiento fue una reacción espontánea producto de la indignación de los ciudadanos. Es bueno aclarar que esto no es así. Todo responde a una estrategia muy bien calculada de destrucción de la civilización occidental y de los valores heredados de la cristiandad.

BLACK LIVES MATTER no es una respuesta que ha surgido naturalmente bajo un hashtag exitoso en las redes sociales. Se trata de un movimiento que surge en 2013, después de que George Zimmerman fuera absuelto por dispararle a Trayvon Martin. En esa ocasión empezó la organización con pequeñas protestas y a usar el hashtag #BlackLivesMatter.

El movimiento fue creado por tres mujeres negras: Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi. Las tres activistas de izquierda que participaban de BOLD (Organización Negra para el Liderazgo y la Dignidad), esta organización está comprometida en dar formación a líderes negros en diversos aspectos como los derechos humanos, la justicia climática y los derechos de género. Uno de sus representantes más destacados es Ola Osifo Osaze, un homosexual trans masculino de ascendencia edo y yoruba que emigró a los Estados Unidos desde el estado del Delta de Nigeria. Ha sido activista durante muchos años, durante los cuales fundó el Proyecto LGTBQ + Migrantes Negros.

Curiosamente las tres creadoras de BLACK LIVES MATTER también son activistas LGTB y han contado con el respaldo de la izquierda norteamericana. Incluso en su momento el presidente Obama se expresó a favor de este movimiento. Lo que podría calificar como una incoherencia ya que él, siendo hijo de un migrante keniano, había llegado al más alto cargo en los Estados Unidos.

Luego del incidente de George Floyd, Iniciaron una campaña para desarmar a la policía y desvalorizarla quitándole el financiamiento, en su página web se puede leer: ” Sabemos que la policía no nos mantiene seguros, y mientras sigamos inyectando dinero en nuestro corrupto sistema de justicia penal a expensas de las inversiones en vivienda, salud y educación, nunca estaremos verdaderamente seguros. Es por eso que estamos llamando a #DefundPolice y #InvestInCommunities”

Se trata pues de una acción política perfectamente articulada de acuerdo al pensamiento progresista. En los años que vienen trabajando han sido financiados por las élites blancas de izquierda.

Es el caso de Borealis Philanthropy, una millonaria ONG que tiene entre sus principales proyectos El Fondo para Generaciones Trans, el Movimiento de Liberación Transgénero Familia Trans (TQLM) y Black Trans Lives Matter.

Otro benefactor de BLACK LIVES MATTER es la Fundación Ford que tiene centrado su trabajo en lo que llaman justicia reproductiva y de género y en los derechos de los inmigrantes, banderas fundamentales de las izquierdas.

El tercer benefactor principal es la Open Society Foundation de George Soros, institución dedicada a promover el aborto, la ideología de género y toda suerte de desvaríos progresistas.

Estas tres instituciones han aportado en los últimos años más de cien millones de dólares a BLACK LIVES MATTER y el propio Soros se acaba de encargar de sumar 200 millones más a raíz de las últimas protestas.

Queda claro que estamos ante una de las movidas del progresismo mundial, perfectamente articulada para destruir nuestra civilización. Que no es un movimiento espontáneo fruto de la indignación colectiva y que no se trata de un grupo de “pobrecitos” que hacen grandes esfuerzos, sino de un movimiento millonario para imponer el pensamiento único.

 

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