Política

LA CRISIS DE LOS GUSANOS

Por: Alfonso Chunga Ramírez

Padecemos hoy la crisis del régimen burocrático que el gobierno militar plantó en la década del 70 del siglo pasado.

La crisis de una clase política que cumple medio siglo parasitando de los presupuestos públicos y que medra sin escrúpulo alguno de los recursos fiscales.

Una clase política que resume y asume todas las taras del colonialismo y ejerce un impune señorío de ineptitud en todas las decisiones de gobierno.

Los militares del setenta destruyeron la estructura productiva del país, pero no se resignaron con aquel desastre.

Incapaces de fundar las bases de una sociedad sobre los principios de la ilustración, la responsabilidad, el trabajo y la decencia, impusieron a los mediocres como legado que perennice su felonía.

Fueron los mediocres de estreno quienes colapsaron la economía en la década del 80. Los mismos mediocres reciclados impusieron hace ya veinte años, la ideología del pillaje consumada en el virreinato del saqueo brasileño. Con maestrías y doctorados se hicieron pagar remuneraciones lujuriosas para empinar al Perú en los vergonzosos rankings de la infección y la muerte.

Todas las preguntas en la crisis de hoy nos llevan a la misma respuesta:

No tenemos hospitales porque se tiraron la plata en impúdicas adendas.

No compraron equipos de protección para el personal sanitario, porque se siguieron tirando la plata.

No hubo ni hay compromiso de controlar la pandemia, porque cada requerimiento es usado para conseguir una cutra.

Colapsan las finanzas porque los burócratas aprovecharon el encierro para evaporar cien mil millones con el cuento de la reactivación.

Las cuantiosas sumas filtradas en la repartija evidencian que los burócratas tenían los recursos disponibles para reactivar pagando a los pensionistas los adeudos pendientes, pero no lo hicieron; restituyendo los aportes del FONAVI, pero no lo hicieron; acatando las sentencias judiciales que ordenan al Estado el pago de obligaciones, pero no lo hicieron.

Pudieron reactivar comprando oxígeno oportunamente, comprando mascarillas en Gamarra, alcohol a las azucareras, respiradores a los productores nacionales, reactivos a los fabricantes.

La respuesta siempre fue no por la ineptitud, no por la negligencia, pero sobre todo NO por la impudicia.

Los burócratas estrenaron su vocación de cernícalo en el terremoto del 70, probaron su naturaleza de buitre en el terremoto de Pisco, desarrollaron su código parásito en la reconstrucción con cambios. La pandemia los encontró truchos y duchos para planear sobre las agonías nacionales. Y vaya que lo hicieron.

La fétida letrina de las vacunas es la grieta por la que supura el virreinato de Marcelo Odebrecht, sus medios de comunicación, sus presidentes a la carta, su poder judicial cautivo, su ministerio público sicario, su faldera fiscal de la nación, su rabona magistrada constitucional.

Si en veinte años no han metido preso a un solo burócrata por el saqueo brasileño, menos mortificarán al gusano que la pega de lagarto, al parásito entrenado en mil caficherías, al pordiosero representante y portavoz de la clase burocrática gobernante.

Esa clase menesterosa que no puede darse el lujo de enfermarse porque tiene que marcar tarjeta, tiene que cobrar su montepío, tiene que arrodillarse, tiene que mamar.

1 comentario

  1. Cree Ud que es odebretch mire más cerca, los dueños del Perú, alias club de la construcción y sus medios de desinformación, son los únicos que se están beneficiando. Ellos son los que tienen en sus manos a los “funcionarios” públicos, les saben alguna fechoría y la usan para chantajear. Ellos son los que se han tumbado a Merino, dando todos los días a todas horas “reportes” de los ciudadanos “autoconvocados” en ningún momento dijeron “quédate en casa” siempre fue “derecho a la protesta” y los pulpines se comieron el discurso se comportaron como la masa descerebrada que son tantos años de pleiesteichon, noentiendo y demás “consolas” los han tarado para conocer la realidad, y peor creen con fe religiosa a los medios, la generación eeg, se comió el cuento completito. Ingenuos. Ya vendrán por ellos también, los seguirán sometiendo y pensaran que son ellos y su autodeterminación. Ilusos

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