Política

¿ESTAMOS AL COMIENZO DE LA DEBACLE VIZCARRISTA?

Por: ÁNGEL DELGADO SILVA

 Sin duda, el escándalo de las vacunas sacudió al país. Pero, sobre todo, ha demolido aparatosamente la imagen invicta, positiva y rutilante, que con esmero  Vizcarra construyó de consuno con la prensa servil y lisonjera. Los sucesivos descubrimientos que comprometen a ministros, altos funcionarios y al entorno, revelan la miseria profunda del vizcarrismo. Una hediondez inocultable. Un estilo gansteril, propio de mafias saqueadoras del erario público. Un proceder sin escrúpulos, con indolencia y carente de remordimiento, donde el dolor de la gente fue el método para sacar ventajas y afirmarse en el poder. Una inhumanidad brutal.

Por primera vez, en estos tres años ominosos, las tornas cambiaron. Aquella panoplia de sólidas armaduras, petos y escudos, que eficazmente blindaron al moqueguano, son hogaño mantequilla por la magnitud del crimen perpetrado. En consecuencia, ya nada será igual para este proyecto antirrepublicano y rapaz, que ha asolado a la Patria peruana como las dictaduras de antaño. En lo inmediato, el plan reeleccionista del lagarto debe frustrare. Ya sea por la inhabilitación a cargo del Congreso o por decisión de un JNE renovado, es decir, por la remoción de aquel Presidente que exudaba un vizcarrismo deletéreo.

La noche vizcarrista cubrirá con su sombra infecta a sus alfiles electorales. Su crecimiento se ha frenado, incluso para sus encuestas amañadas. Y así, de modo inexorable, perderán las preferencias artificialmente construidas con la sobre-exposición mediática, el apoyo gubernamental y el marketing pagado. Al mismo tiempo, las estadísticas no podrán esconder el avance de las candidaturas alternativas e independientes. En esta atmosfera crepuscular, las cosas no pintan bien para la organización criminal que nos sigue gobernando. ¡Qué duda cabe!.

Sin embargo, sería un craso error creer que la democracia ya triunfó y que el derrumbe vizcarrista deviene irreversible. La historia nos enseña que la lucha por la libertad es ardua y requiere de vigilancia permanente. Las fuerzas malignas, aún golpeadas y en repliegue, pueden dar zarpazos decisivos, todavía. Y, en este caso, la salida del reptil mayor del Gobierno, no ha aparejado el final de las lagartijas. Estas aún pululan por las instituciones públicas, medrando sin cesar. Se encuentran en el Sistema Electoral, en la Fiscalía, en el Poder Judicial, en los Servicios de Inteligencia y en muchos ministerios cobijados por Sagasti.  La batalla para librarnos de estas bacterias virulentas recién comienza.

La reunión secreta de Vizcarra con fiscales y el oficial chuponeador, saca a luz que “cuellos blancos” y otras investigaciones, fueron manejadas desde el poder político. Esto significa que el Ministerio Público y la DIVIAC han sido instrumentos del vizcarrismo. Y, con ellos, se conspiró contra la República, arteramente. La pasividad cómplice de la Fiscal de la Nación, afín al lagarto, así lo testimonia.

 

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