Internacional

Un futuro amarillo

"Un retroceso de los Estados Unidos (EE.UU.) dejaría un vacío de poder global. Vacío a ser tomado por otro. De formarse, las consecuencias para los que dependen del orden estadounidense serían catastróficas".

Foto: REUTERS/Lucas Jackson.

Por Francisco Núñez del Arco Proaño

Un retroceso de los Estados Unidos (EE.UU.) dejaría un vacío de poder global. Vacío a ser tomado por otro. De formarse, las consecuencias para los que dependen del orden estadounidense serían catastróficas.

Los Estados Unidos viven ya una guerra civil de baja intensidad, en algún momento podría subir la intensidad hasta verse ejércitos de campo en combate.

Pase lo que pase, el panorama geopolítico pintaría mal para EE.UU. y bien para China. Y también podría pintar bien para Hispanoamérica si hubiera una estrategia geopolítica global conjunta, que por ahora no hay.

En este caso, EE.UU. comenzaría a actuar con mayor poder duro para imponer su voluntad al verse desesperado ante su caída. Lo preocupante es que, si no hay un plan B en Occidente para reemplazar a los EE.UU. en el poder global, el futuro será amarillo y el panorama negro. Y esto parece lo más posible con una Europa anestesiada y suicida, y con una Hispanoamérica dividida e ignorante de sí misma.

Aunque en Japón ya se está hablando de un posible futuro donde el orden mundial poscoronavirus pudiera ser liderado por una alianza entre aquel país y Europa con Alemania a la cabeza: Neither U.S. nor China will lead post-coronavirus order.

En lo personal, apoyaré al gobierno de los Estados Unidos mientras Donald Trump esté en la presidencia. Esta semana, atacó directamente al complejo industrial-militar de su país, una de las cabezas de dragón del poder globalista, ya denunciado por Eisenhower en su momento también como presidente, y Eisenhower sabía de lo que hablaba, por algo fue quien fue: el jefe militar más importante de toda la historia de los Estados Unidos.

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