La columna del Director

TERRORISTAS NOS QUIEREN LLEVAR A LA GUERRA CIVIL

Por: Luciano Revoredo

Lo que estamos viendo en diferentes partes del país como ataques a la propiedad pública y privada, incendios, destrozos, violencia desenfrenada, no son manifestaciones de una voluntad o una protesta política. Son actos de terrorismo.

Los ataques que sufre nuestro país y que ya han cobrado varias vidas no son casos aislados y espontáneos, responden a una estrategia y tienen una enfermiza inteligencia detrás.

Las redes tejidas por los remanentes de Sendero Luminoso, gracias a Pedro Castillo y el MOVADEF están ahora activas. No en vano se nombró a sus representantes como prefectos y subprefectos en todo el país.

Los congresistas vinculados a estos grupos extremistas están haciendo llamados a la violencia. Betssy Chávez ha hecho múltiples arengas violentistas incluso con el nombre propio de la Fiscal de la Nación.

Todos hemos visto en las redes sociales y en algunos medios de comunicación el ataque y saqueo a la planta de Gloria, la toma violenta del aeropuerto de Arequipa, las masacres de policías en Apurímac, todo esto constituyen delitos gravísimos, no son actos de protesta. Son actos de violencia destinados a convertir el país en un polvorín. Nos están llevando a una guerra civil.

Habiéndose declarado el estado de emergencia, no se debe esperar ni un día más para salir a las calles con el ejército y reprimir con toda la energía necesaria a los salvajes que están sembrando la violencia y el odio.

No caigamos en la trampa de los falsos defensores de los derechos humanos. Ya no hay lugar para ningún tipo de dialogo. Primero hay que someterlos. Pacificar el país. Hay que limpiar el Perú de todo rezago de terror y violencia y eso no se hace a pañuelazos.

1 comentario

  1. Bien dicho, #laturbanomerepresenta.
    Esos que s han quedado sin la teta estatal son tan rápidos para conseguir delincuentes, no es protesta cuando se pasa el límite de atentar contra la propiedad privada y la integridad de las personas. Diálogo solo con los racionales, cuando empiezan a comportarse como bestias, látigo.

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