Por: Ricardo Patrón Alcázar.
El Perú desde unos años atrás se ha convertido en un Estado Fallido y en un aspirante a Narco Estado. En un Estado Fallido, porque no ha podido garantizar el acceso a su población de los servicios básicos; se encuentra en una profunda crisis social, económica, política y sanitaria que lo ha llevado a altos niveles de corrupción, criminalidad y caída de la economía; debido a la ineptitud y debilidad de los gobiernos de turno. En un aspirante a Narco Estado, porque una parte de su territorio es manejado por mafias del narcotráfico, en donde la autoridad no actúa o actúa de forma limitada, debido a que el gobierno no toma una postura y decisión autoritaria para combatir este flagelo, permitiéndose que extensas zonas se encuentren influenciadas por el poder y riquezas que genera el narcotráfico.
La pandemia termino por desvestir la frágil economía y capacidad del Estado para afrontarla, al no contar con el recurso humano, material y económico necesario para enfrentar correctamente esta amenaza. Salieron a la luz una serie de actos de corrupción, criminalidad e ineficiencia de sus gobernantes que han causado la peor crisis en la historia del Perú.
Asimismo, hoy el Perú ocupa el primer lugar como productor de hoja de coca y el segundo mayor productor de clorhidrato de cocaína en el mundo, después de Colombia. Desde el año 2019, hubo un aumento de casi el 40 % en extensión de la superficie cocalera y producción de cocaína, con respecto al año anterior. Por otra parte, la erradicación de los cultivos de hoja de coca ha disminuido notablemente. El gobierno peruano no ha realizado un monitoreo de cultivos de coca desde el 2019, bajo el pretexto de que se está trabajando en una nueva metodología que permitirá ofrecer una estimación más adecuada de la producción potencial de cocaína.
Hace menos de una semana, se produjo un enfrentamiento en la zona del VRAEM, en la localidad de Natividad, distrito de Pichari, provincia de La Convención, Cusco, debido a que los efectivos policiales apostados en dicha zona intervinieron un vehículo que transportaba hojas de coca, originando la reacción violenta de la población contra la comisaria de la zona; esta acción causo la muerte de un poblador.
Lo increíble e inaudito de esta última acción, es que los pobladores de la zona le han dado un ultimátum a las fuerzas del orden para que se retiren de la zona y el comando policial no se ha manifestado y lo único que ha ejecutado es relevar a una parte del personal de la zona; tampoco se ha manifestado el gobierno ante este grave ataque.
Con esto queda demostrado el poco interés que el gobierno le presta a la lucha contra las drogas y se comprueba una vez más que la Policía Nacional no cuenta con el respaldo del Ministerio del Interior y la reforma efectuada solo se realizó para quitarle autoridad y politizarla.
El narcotráfico ha socavado las estructuras de los organismos estatales, a tal punto que muchas organizaciones se encuentran en poder de personas vinculadas con el narco terrorismo y permiten cada día el avance de plantaciones de hoja de coca en las zonas del VRAEM, Putumayo, La Concepción, entre otros y plantas de elaboración y procesamiento de cocaína, en donde impera la ley de los carteles de la droga y la economía de esa zona es financiada por el dinero proveniente del narcotráfico. Es sorprendente que el gobierno acabe de designar como Presidente del Directorio de ENACO al ex ministro del Interior Ismael Vargas, quien es hermano de uno de los cabecillas de Sendero Luminoso, Zenon Vargas.
Asimismo, estamos presenciando la participación directa del narco terrorismo en esta campaña electoral en apoyo al partido Perú Libre y a sus líderes; donde se habría comprobado los nexos existentes entre los remanentes de Sendero Luminoso con integrantes del partido comunista antes mencionado y a la vez los posibles nexos de varios líderes con carteles de narcotráfico en el VRAEM; sería bueno investigar la procedencia de los aportes a la campaña millonaria llevada a cabo por Perú Libre.
En el supuesto de que gane las elecciones el partido comunista Perú Libre; lo primero que hará tal como lo ha manifestado, será expulsar a la DEA, con lo que prácticamente se estaría dando luz verde a las operaciones y lavado de dinero proveniente del narcotráfico; asimismo, dada la cercanía ideológica con los Narco Estados de Venezuela y Bolivia, estos aprovecharan este enorme potencial y toda la droga que se produzca en el Perú, saldrá sin dificultad hacia Venezuela para de ahí utilizar las rutas existentes, todo bajo el control y supervisión del Cartel de los Soles.
Si en la actualidad en el Perú existen amplias zonas cocaleras y un incremento de la producción de cocaína, con el posible gobierno comunista; el país terminará de convertirse en un Narco Estado, dominado por el poder económico del narcotráfico, que actuara libremente, sin ninguna intervención o control del gobierno.
Este es el panorama que se presenta en la actualidad y el posible futuro que nos depara de ganar el partido comunista Perú Libre; nos convertiremos en una lacra a nivel internacional y una amenaza al continente, lo cual podría originar un conflicto externo. Estamos a tiempo de impedirlo, dejemos de lado nuestros miedos y desidia; pensemos por algún tiempo en el futuro que queremos dejar de herencia a nuestras generaciones y votemos por la democracia, liberta, paz y progreso para el Perú de caras al Bicentenario.
