La columna del Director

OTRA PERLA DE PAOLA UGAZ

Por Luciano Revoredo

A finales de diciembre de 2016, la cadena internacional Al Jazeera estrenó un video titulado “Peru: The Sodalitium scandal (Perú: El escándalo Sodalicio)”, producido por la periodista Paola Ugaz. En línea con la agenda que tanto Pedro Salinas como Ugaz tienen para atacar a la Iglesia Católica por distintos flancos -como bien lo evidenció este medio y luego confirmó el mismo Salinas Chacaltana a través de su amigo Martín Scheuch.

Ugaz produjo el reportaje arriba mencionado con el fin de culpar al Sodalicio de Vida Cristiana –y en específico al obispo de Piura y Tumbes, Monseñor José Antonio Eguren- de coludirse con una banda criminal. Más grave aún es que Ugaz se basa en los testimonios de este reportaje para luego seguir difamando a Monseñor Eguren en distintos espacios, motivo por el cual ya ha sido querellada por el prelado.

Entre las diversas “pruebas” que Ugaz presentó está el testimonio de Samuel Alberca quien señala a Monseñor Eguren, y a Alberto Gómez de la Torre, representante de la Inmobiliaria Miraflores Perú, como autores de un supuesto pago para invadir unos terrenos en Piura. Alberca afirma haber rechazado, como podemos ver en este extracto de video, 3 millones de dólares ofrecidos por Monseñor Eguren porque no era algo “moral”.(https://drive.google.com/open?id=1q_90PZpAMGYjMWufJKM0vbnom4ScRV6d) Extracto del video presentado por la Inmobiliaria Miraflores Perú en respuesta al reportaje de Al Jazeera. Pueden verlo completo aquí. (https://www.youtube.com/watch?v=M4d_Y1SduHc&feature=youtu.be)

Pero, ¿quién es Samuel Alberca para que Ugaz lo ponga como fuente “creíble” y sustento para futuras acusaciones al obispo? Ni más ni menos que el líder de una organización criminal conocida como La gran cruz del norte. Tal vez Ugaz pensaría que Alberca se habría convertido en una especie de Robin Hood norteño como para creer en su testimonio. ¿No sabía acaso quién era? ¡Claro que sí! Y prueba de esto es la comunicación notarial que se le hiciera a Daniel Yovera -director del documental— el 21 de noviembre del 2016 con la información pertinente por parte del abogado del Inmobiliaria Miraflores Perú. Es decir, con más de un mes de anticipación del estreno del reportaje. En dicho documento se incluyen 14 páginas de antecedentes criminales de Alberca, que van desde homicidio hasta robo agravado. Se trata, pues, de un personaje cuya credibilidad es, por decir lo menos, cuestionable. (https://drive.google.com/open?id=0Bz9iGVe70AkYbXNLZ1NpaVhQb2NGWFZSNGFqcTNsWDEwUXFZ)
Pues bien, Samuel Alberca acaba de sumar algunas líneas a su prontuario ya que el 27 de noviembre ha sido condenado por difamación a un año de pena privativa suspendida, 120 días multa y 10 mil soles de reparación civil. ¿Por qué delito? Difamación.

El mismo por el cual Ugaz y Salinas están siendo querellados por Monseñor Eguren. Esta sentencia es el fruto de un proceso iniciado por el Sr. Alberto Gómez de la Torre a raíz de las declaraciones difamatorias de Alberca en el mencionado reportaje producido por Paola Ugaz.Ver (https://drive.google.com/open?id=1h8rnDav9yiKqSdMPcuzKoN7EqhX2f4Mu)

Pero este no ha sido el único caso del uso de fuentes o testimonios falsos por parte de Ugaz. Cabe destacar que una de las personas que acusan a Monseñor Eguren es Carmen Campodónico, quien, como también se puede ver en el documento notarial dirigido a Yovera, contaba ya entonces con diversas acusaciones por intento de usurpación de terrenos. Y, por si fuera poco, hace algunos meses intentó ingresar droga al penal en Piura, motivo por el cual está presa. Aquí pueden ver la resolución que ordena su captura y los motivos.
Ver (https://drive.google.com/open?id=1tFYy7e9deY4Eu5Sf_OKhYjIICTVABqsx)

La pregunta, entonces, cae por su propio peso y es: ¿bajo qué estándares periodísticos se realizó el documental difundido por Al Jazeera? Lo mínimo que se puede decir es que Paola Ugaz hizo poco o nada por validar sus fuentes, por evaluar su credibilidad, por contrastar la información con la otra parte, en vistas a lanzar una serie de graves acusaciones, usándolas luego como sustento para futuros agravios y difamaciones a Monseñor Eguren. Y hoy, la misma periodista (Ugaz), junto con su socio (Salinas Chacaltana), se victimizan diciendo que quieren violar su derecho a la libertad de expresión. ¿No es acaso esta una prueba más de que en su afán de imponer su propia agenda personal están pasándose de la raya? Obviamente la prensa progre cierra filas y no cuestiona nada de este tinglado de mentiras.

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