La columna del Director

OSCAR BECERRA Y EL INFAME PACTO CAVIAR

Por: Luciano Revoredo

Óscar Becerra ha sido el mejor ministro de educación en mucho tiempo. El MINEDU se había convertido en un botín de los caviares y un centro de irradiación de progresismo.

Becerra empezó a desmontar esa estructura corrupta denunciando los millones de soles que habían ido a parar a las oenegés y los bolsillos de diversos personajes vinculados al mundo caviar. Es así como mientras se embolsicaban millones de soles se dedicaban a corromper a nuestros niños y jóvenes con ideologías perversas y a tergiversar nuestra historia.

Becerra tenía las cosas muy claras y se convirtió en la mejor garantía de una educación libre de injerencias ideológicas y respetuosa de la libertad y el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que preferían para sus hijos.

Lamentablemente su inexperiencia política lo llevó a mostrar todas sus cartas, poniéndose en una posición de vulnerabilidad frente a la implacable aplanadora progresista.

En un evento sobre educación manifestó que “Singapur tiene el mejor servicio educativo del mundo, pero también tiene la pena de muerte. (…)  traigamos la pena de muerte y salgámonos de ese adefesio que es la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), con el perdón de los adefesios”. Eta afirmación con la que una gran mayoría de peruanos estamos de acuerdo, despertó las iras de los que viven de las prebendas estatales y de traficar con los derechos humanos, es decir, los caviares, que empezaron a presionar al gobierno.

Esa misma tarde apareció el primer ministro Alberto Otárola señalando que “Esa no es la posición del Gobierno. El Gobierno respeta los convenios internacionales, especialmente el Pacto de San José, que ha sido ratificado en el año 79 por nuestro país y actuaremos, en consecuencia, con ese respeto”. La situación estaba planteada. Además, adelantó Otárola que esa misma tarde conversaría con Becerra sobre el particular.

Dos días más tarde Becerra señaló “Voy a seguir diciendo lo que pienso y creo que es bueno. Y, si a alguien no le gusta, lo siento mucho”. La historia llegó a su fin con su destitución.

Pero detrás de esto habría más. Se estaría sellando el pacto entre el precario gobierno de Boluarte y la llamada caviarada. La salida de Óscar Becerra solo demuestra una vez más la debilidad de Dina Boluarte, está pactando con quienes le pondrán la soga al cuello.

Por su parte Otárola que parecía haber aprendido algo del arte de la política, vuelve a quedar como lo que siempre fue, un personaje sin brillo alguno con una enorme avidez de poder.

Queda un gobierno incapaz de izar la bandera nacional en territorio peruano, sin respaldo popular, desaprobado en todas las encuestas y ahora tomado en infame pacto por el cáncer caviar.

Es de esperar que los cojudinos de la derechita cobarde ahora sí abran los ojos.

1 comentario

  1. Creo que antes va a cosechar peras de los olmos. Los cojudinos, solo quieren su sueldito, que nadie se meta con ellos y seguir cenando en los restaurantes de moda y “colgar” las fotos en istagran, (no, no es errata) y coj…ces por el estilo.

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