EN RESPUESTA AL ROJO CARLOS CORNEJO

Por: Luciano Revoredo

Carlos Cornejo es un periodista melifluo  que durante varios años se dedicó a las entrevistas complacientes y adulonas. Sufre una especie de disforia comunicacional. Pretende ser un entrevistador serio, adopta poses adustas, pero siempre termina entre las carcajadas y los disfuerzos propios  del te de tías. Es la misma disforia que lo aqueja, la que lo hace esforzarse por abandonar sus modos de pequeño burgués para adoptar poses de revolucionario. Todo esto genera su conducta díscola. Basta recordar sus poses de viuda de Pedro Castillo tras el golpe de estado y peor aún, su defensa de los subversivos que incendiaban el país en el mismísimo canal del estado. Es el mismo que en esta patética defensa planteaba la absurda dicotomía entre la vida y el orden. Ignorando que el orden se busca precisamente para proteger la vida.

Como no podía ser de otro modo también escribe, es un decir, en el pasquín del topo Mohme. Es ahí donde ha publicado un mamotreto bajo el título de “Así funciona la ultraderecha”. En este texto Cornejo “descubre” que existe una extrema derecha que se organiza y vincula internacionalmente. “La extrema derecha contemporánea tiene vasos comunicantes con diversas organizaciones ubicadas transnacionalmente y que son muy afines. Se identifican en lo ideológico, en el relato al que se aferran para sostener su identidad común, en las metas políticas y en la metodología que emplean”. Dice con pretendida agudeza.

Habría que preguntarle a Cornejo a qué se refiere con ultraderecha, pues él intenta una definición muy pobre que parte de una negación. Según él lo que une a esa ultraderecha es el temor y el rechazo a la igualdad. Y entonces a partir de esa premisa lanza todos sus prejuicios y complejos. Para él la ultraderecha que se define por su rechazo a la igualdad, desprecia a las mujeres, valida la violencia, afirma toda forma de desigualdad y brechas sociales, odia la igualdad de género y si no está vigilada puede llegar al terrorismo.

Por supuesto que todo este compendio de sandeces las trae a colación para terminar diciendo que “Por todo lo anterior, ha sido una irresponsabilidad mayúscula, de la boba y elitista derecha peruana, haberle puesto una alfombra roja a los fascistas españoles reunidos en VOX y que vinieron a encontrarse en lo que han denominado el Foro de Madrid. Allí, estos “fachos” europeos felicitaron a los políticos peruanos de la derecha ultramontana por “haber frenado la amenaza comunista en el Perú”, en referencia a la forma antidemocrática como, primero, no quisieron reconocer el triunfo de Pedro Castillo y, luego, la guerra que le desataron durante toda su gestión porque era demasiado profesor, demasiado serrano, demasiado sindicalista, demasiado de izquierdista para soportarlo”.

Es decir, se ha comprado todos los boletos de la tómbola de mentiras comunistas: Castillo no ha caído por ladrón, terrorista, corrupto y golpista, sino por cholo, por serrano, por pobre, por izquierdista.

Solo semejantes afirmaciones bastarían para ignorarlo. Pero como quiera que, para mi mayor satisfacción, me ha tocado ser parte del comité organizador del II Encuentro Regional del Foro Madrid en Lima, me veo en la obligación de perder unos minutos en responder a tanta imbecilidad.

En primer lugar me pregunto si Cornejo ve con igual preocupación la existencia de vasos comunicantes entre organizaciones transnacionales de la ultraizquierda, si es que se atreve a llamarle así a esas organizaciones criminales como el Foro de Sao Paulo o el Grupo de Puebla, que vienen expoliando a las naciones del continente.

Me pregunto igualmente si este mamacallos que vive del presupuesto público reconoce que el actual gobierno es la sucesión legítima y constitucional del neosenderista Pedro Castillo.

Me pregunto también en que fundamenta la absurda idea  de que un movimiento como VOX, que defiende las libertades y el estado de derecho y que es el único que ha mostrado solidaridad con el Perú ante los ataques de López Obrador, Arce Catacora, Gustavo Petro, Fernández  y Nicolás Maduro, que además es en este momento una de las más importantes fuerzas políticas en España, pueda ser fascista y violentista.

Es tiempo de poner el foco sobre estos falsos valores que se creen con derecho calumniar y verter su veneno impunemente. Está claro que la multitudinaria y positiva reacción de los peruanos ante la convocatoria del Foro Madrid les ha dolido. Sóbense que esto recién empieza. El Perú será la tumba del comunismo en Iberoamérica.