Política

ELECCIONES Y ESTRATEGIAS ELECTORALES.

Por: Alberto Bendezú Torres

En el desarrollo del espacio fujimorista; no debe haber; y, se debe evitar, el tradicional antagonismo: fujimorismo y anti-fujimorismo. Insistir es esa polarización, en el periodo electoral actual, es caer en el juego y en lo que quieren los roji-caviares; debido, lamentablemente, a que la prensa, los rojos y los empresarios mercantilistas nos han estigmatizado y desprestigiado de lo peor (corruptos, obstruccionistas, etc.); aunque van saliendo a la luz, desde dentro del ex-pepepekausismo, la verdadera historia del encarcelamiento y demolición de Keiko Fujimori.

En las actuales circunstancias, como líneas de acción en estas elecciones debemos unir al fujimorismo, levantar las banderas republicanas de la defensa la constitución del 93, defensa de la libertad económica y política (mercado, inversión privada, la democracia y las libertades individuales).

La población está cansada de tanta politiquería y las bajezas en que, lamentablemente, la política ha caído, desprestigiándose. Organizativamente, no descuidar la formación en ideario y doctrina liberal moderna, al interior del debate partidario. Cuando el jefe del plan de gobierno y cabeza de la lista al Congreso, Nano Guerra García, dijo que el Salario Mínimo Vital (fijado políticamente por los gobiernos), “es mucho”, hay que entenderlo desde el mundo de los emprendedores y Mypes; que constituyen la mayoría del empresariado nacional y saben que las normas laborales y salariales del país, son rígidos y distorsionadores de la inversión y creación de puestos de trabajo.

En la pequeña, micro, inclusive en la mediana empresa, es bastante difícil crear un puesto de trabajo con los diversos sobrecostos que existen en nuestra legislación laboral y que llegaría a un 40% adicional de los costos laborales totales. Representarían casi 18 sueldos anuales y esa carga laboral para los emprendedores es insostenible; siendo ésta, una causa de la inmensa informalidad laboral y empresarial en el país.

Se sabe que, actualmente, lo que pagan es 150 o 200 soles semanal, según el tamaño de la empresa y requerimiento de horas de trabajo que necesitan para producir y cumplir sus contratos y subcontratos; dentro de un mercado flexible, pero informal, siendo perseguidos y multados por el estado; agravándose sus capacidades de inversión y generar empleos.

No se entiende que, lo que la gente quiere, son oportunidades de trabajo; y, que, en el mundo del emprendimiento los trabajadores están en aprendizaje; para volverse microempresarios y luego desarrollarse.

Fuerza Popular, debe dirigirse y representar a la clase media emprendedora, que construye el capitalismo popular. Antes de la pandemia ya estaba muy desarrollado como un sector urbano pujante de la economía, especialmente, desde el año 1993 con la nueva Constitución.

Otros sectores políticos se dirigen, por ejemplo, el prestigiado Hernando De Soto, a la inversión grande y mediana; y, está bien. Pero, las izquierdas (JPP, FA, UPP) y grupos populistas, APP, AP y otros, se dedican a la demagogia populista; como las complejas devoluciones de aportes a las AFP y ONP desde el Congreso.

Estamos en pleno desarrollo y ensayo de los mensajes dirigidos a bolsones electorales; y, según las respuestas del electorado y encuestas próximas, los grupos políticos tratarán de mejorar y re perfilar sus mensajes de campaña. ¿Es coherente lo que hace FP desde el punto de vista de estrategia electoral? Creo que se debe desarrollar estrategias de deslinde con la izquierda y la demagogia del populismo.

Las narrativas de lo que pasa en Chile y ahora, posiblemente, en el mismo EEUU, son el resultado de la deconstrucción, que desarrolla una cultura anti empresa y sembrando el demagógico retorno del, insostenible, igualitarismo desde un “ESTADO DE BIENESTAR” ya fracasado; donde se reparte pobreza y destruye la riqueza para someternos a papá gobierno; y, desde allí, vivir estirando la mano como, lo vemos, en Venezuela y Cuba.

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