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ECTOLIFE: EL PLAN PARA CREAR BEBÉS CON IA DENTRO DE LOS ÚTEROS ARTIFICIALES

Por: Rhoda Wilson                

La semana pasada publicamos un artículo sobre el dramático descenso del número de espermatozoides a nivel mundial que podría amenazar la supervivencia de la humanidad: el número de espermatozoides ha descendido un 62% desde 1973 hasta 2018.

Además, hemos publicado numerosos artículos sobre el efecto negativo que tienen las inyecciones de Covid en la fertilidad masculina y femenina, así como la caída de las tasas de natalidad y el aumento de abortos espontáneos y mortinatos después de que comenzaran las campañas de vacunación masiva.

Después de crear el problema, ¡listo! Hay una solución en el horizonte: los úteros artificiales. Mucha gente simplemente no entiende lo rápido que se está transformando la humanidad o lo que está por venir.

En 2017, los científicos crearon una “BioBolsa” que funcionaba como un útero artificial, y la utilizaron para hacer crecer un cordero bebé. Ahora, se ha desvelado un nuevo concepto que muestra cómo se podría hacer lo mismo con los humanos. En unas imágenes publicadas recientemente, Hashem Al-Ghaili muestra cómo podría ser el parto en el futuro. En concreto, ha creado un útero artificial llamado EctoLife.

¿Su finalidad? En una entrevista exclusiva con Science and Stuff, Al-Ghaili afirma que cree que el concepto EctoLife podría suplantar algún día al parto tradicional. Con ello, dice, la sociedad podría satisfacer por fin las necesidades de los padres que están “cansados de esperar una respuesta de una agencia de adopción” y de los que están “preocupados por las complicaciones del embarazo”. Pero lo más importante, según él, es que EctoLife permitiría afrontar de frente la crisis de la infertilidad.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud calcula que el 15% de las parejas en edad reproductiva de todo el mundo se ven afectadas por la infertilidad. De hecho, en los últimos 70 años, las tasas de fertilidad en todo el mundo han disminuido en un asombroso 50%. Las razones de este descenso son, entre otras, la mayor formación de las mujeres, el aumento del empleo, el elevado coste de criar a los hijos y el descenso del número de espermatozoides en todo el mundo. Ya hay 23 países en peligro, con Japón, España, Portugal, Tailandia y Corea del Sur a la cabeza de la crisis. [No se menciona el impacto de las inyecciones de Covid].

Según Al-Ghaili, el concepto de útero artificial de EctoLife cambiaría la vida de muchas personas que luchan por concebir. “Es una solución perfecta para las mujeres a las que se ha extirpado quirúrgicamente el útero por cáncer u otras complicaciones. También podría ayudar a resolver los problemas derivados de un bajo recuento de espermatozoides”, afirma entusiasmado Al-Ghaili, quien añade que el concepto EctoLife, o tecnologías como ésta, “podrían acabar haciendo que los abortos espontáneos sean cosa del pasado”. [No se menciona el impacto de las inyecciones de Covid].

“Parece probable que estemos a solo unos años de probar [los úteros artificiales] en seres humanos”, escribió la académica de Ética y Política Social Elizabeth Chloe Romanis en el Journal of Medical Ethics del BMJ. Por su parte, el Dr. Carlo Bulletti, profesor asociado del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias de la Reproducción de la Universidad de Yale, cree que un útero artificial plenamente operativo podría hacerse realidad en los próximos 10 años.

EctoLife: Reinventar la evolución

El vídeo de EctoLife muestra que el primer paso que deben dar los futuros padres es combinar sus óvulos y espermatozoides mediante fecundación in vitro. Esto les permitiría seleccionar solo embriones viables y “genéticamente superiores”. Al-Ghaili aclara que los embriones genéticamente superiores son principalmente los que están libres de problemas genéticos que podrían provocar un aborto. Sin embargo, señala que el proceso también podría utilizarse para “detectar defectos congénitos”, como ya es práctica habitual en la mayoría de los tratamientos de FIV (fecundación in vitro).

 

Pero eso no es todo.

También se ofrecería a los padres la posibilidad de “manipular genéticamente el embrión antes de implantarlo en el útero artificial” mediante el uso de la herramienta de edición genética CRISPR-Cas 9. De este modo, se tendría la oportunidad de “corregir defectos congénitos”. Esto crearía la oportunidad de “arreglar cualquier enfermedad genética hereditaria que forme parte de su historial familiar para que su bebé y su descendencia vivan una vida sana y cómoda libre de enfermedades genéticas”. Esto puede parecer descabellado; sin embargo, Al-Ghaili señaló que CRISPR ya se ha utilizado para corregir una mutación genética en embriones humanos vinculada a una enfermedad conocida como cardiomiopatía hipertrófica, que provoca el engrosamiento del músculo cardíaco”.

Según Al-Ghaili, también se prevé que las instalaciones de EctoLife hagan un amplio uso de la inteligencia artificial (“IA”), uno de cuyos usos sería proporcionar a cada bebé “nutrientes personalizados adaptados a sus necesidades”. Otro uso de la IA en el concepto EctoLife sería vigilar “las características físicas de su bebé e informar de cualquier posible anomalía por desviación de la gestación normal”.

¿Una vez que el bebé alcanza la plena madurez? Según el vídeo, el proceso de nacimiento puede “realizarse con sólo pulsar un botón”, lo que hará que el falso líquido amniótico salga de la cápsula de crecimiento. El impacto en la humanidad podría ser profundo.

[¿Serán Homo sapiens?  ¿Cuánto costará un bebé hecho a medida? ¿Existe una versión más barata si no se solicita ninguna personalización o modificación? ¿Existe una política de devolución de productos defectuosos? Las respuestas a estas preguntas no admiten reflexión. Es una de las nociones más repugnantes y deshumanizadoras que los tecnócratas han ideado hasta ahora].

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