La columna del Director

CONGRESISTA DE BELAUNDE, ¿TIENE ALGO QUE DECIR?

Por: Luciano Revoredo

Una de las personas que se unió a las cruzadas de los hoy tristemente célebres Pedro Salinas Chacaltana y Paola Ugaz Cruz fue el congresista de la República Alberto De Belaúnde. Como es bien conocido, el parlamentario por el Partido Morado promueve una serie de posturas contrarias a valores con los que se identifican la mayoría de los peruanos. En su momento, la investigación que realizaran Salinas y Ugaz, hoy vinculados fuertemente con la mafia de Las Chalinas Verdes, le cayó a pelo al congresista para ser utilizada como bastión en sus luchas por la reivindicación de los que para él son los más vulnerables. Inclusive la cruzada de los amigos de Villarán le sirvió como justificación para conformar una comisión extraordinaria en el Congreso.

No queremos aquí mezclar papas con camotes. La lucha en contra de los abusos sexuales en instituciones, sean religiosas o seculares, es muy importante y debe hacerse sostenidamente, y no solo como justificación para agendas personalísimas como lamentablemente suelen hacerlo los activistas. Sin embargo, así como uno toma la bandera de la justicia para algunas causas, debe ser coherente y blandirla inclusive cuando hacerlo implica denunciar a personas que otrora militaron en la misma trinchera.

En esa línea, el congresista Alberto De Belaunde, habiendo pasado varias semanas desde que se confirmara que la empresa de Pedro Salinas, CHISAC, fue la intermediaria en el pago de una coima de parte de Graña & Montero a Susana Villarán, no ha dicho nada. Ni un tuit. Ni una señal. Lo mismo con el caso de Paola Ugaz Cruz. Hace muy poco se reveló que estaría liderando una red de testaferros en lavados de activos con dinero de procedencia incierta. No es una denuncia ligera. Y tampoco, en esta oportunidad, Alberto De Belaunde ha dicho nada, ni siquiera un pedido de investigación.

¿Qué evidencia esta conducta? Que los que dicen estar comprometidos con la causa de la justicia y la transparencia tienen una noción de la equidad muy selectiva. Si apelamos al principio de la no contradicción, uno no puede buscar la justicia y no buscarla al mismo tiempo. O se la defiende en todos los ámbitos y ante cualquiera que atente contra ella, o se cae en una flagrante incoherencia.

Esperamos de un político y líder de opinión como De Belaunde, la consistencia necesaria para pedir una investigación en los casos de Salinas y Ugaz con la misma vehemencia y compromiso que le hemos visto en otras causas. Es parte de su responsabilidad defender de la nefasta corrupción a los peruanos que votaron por él y a todos los que le pagamos el sueldo con nuestros impuestos.

2 Comentarios

  1. De Belaúnde es otro traidor que apoya la dictadura y corrupción de Vizcarra desde el congreso, además de promover ideologías de Open Society Foundation de Soros,o cual no creo que realice gratuitamente. Pronto se sabrán muchas cosas de cuántos son los que se venden y esperemos que la prensa CORRUPTA como canal N, América, Latina, ATV, El Comercio, la República, Perú 21 un largo etc. No salga con algún psicosocial -como los de Magaly- para distraer la atención de los borregos.

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