Por: Alejandro Muñante
Esta es la peor miseria en la que incurren las feministas ideologizadas junto a la prensa vendida: utilizar la muerte de una mujer para capitalizar su demanda criminal del aborto. Es decir usan una trágica muerte para impulsar mucho más muertes (en el vientre materno).
Nos venden descaradamente el cuento de que despenalizándolo, habrán “abortos seguros”, como si por arte de magia nuestro pauperrimo sistema de salud se convertirá en uno de vanguardia donde se garantizará que un procedimiento siempre riesgoso como el aborto, termine siempre seguro.
Lo que no reparan estos agentes de la muerte, es en exigir la máxima sanción a los responsables de esta penosa muerte (una mujer de 36 años tras someterse a un aborto clandestino en Jesús María), y tampoco nos dicen que esta fémina habría decidido practicarse un aborto bajo ninguna causal. Que es precisamente lo que realmente buscan las partidarias del “aborto legal, seguro y gratuito”.
Por cierto, dicen denunciar las muertes de mujeres en abortos clandestinos, pero bien que las vemos recomendando la ingesta de fármacos abortivos a través de las redes sociales para que mucho más mujeres, en su mayoría muy jóvenes, arriesguen sus vidas en sus hogares (https://twitter.com/alejomunante10/status/1291436647574319105?s=21). Y luego echan la culpa de sus crímenes a quienes defendemos las dos vidas: la de la madre y el niño por nacer; tal y como lo determina nuestra Constitución.
Seguro no faltarán aquellos que argumentan en favor del aborto señalando que igual seguirán habiendo mujeres abortando de forma clandestina, así que, dicen ellos, lo mejor es despenalizarlo. Si es la mucha incidencia la que puede volver una conducta punible en no punible, entonces deberíamos empezar por despenalizar el robo, el hurto, el fraude y todas las demás conductas con las que nos topamos a diario. ¿Absurdo verdad?
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