La columna del Director

CERRAR EL LUM Y TIRAR A LA BASURA EL OJO QUE LLORA

Por: Luciano Revoredo

El cierre del Lugar de la Memoria (LUM) por parte de la Municipalidad de Miraflores ha ocasionado gran polémica. Lo cierto el que el local de marras no tenía certificado de defensa civil y el ITSE lo tenía vencido hace 7 años. Es obvio entonces que el cierre hasta que regularice su situación ha sido lo correcto. Se trata de un tema administrativo.

Sin embargo la caviarada ha saltado a la yugular del eficiente alcalde Carlos Canales acusándolo de actuar como censor de ideas políticas. Nada más lejano de a realidad si como es fácil, se comprueban las faltas administrativas del LUM. La izquierda y sus tontos útiles siempre actúan con doble moral. Si el cerrado por motivos de defensa civil o administrativos es un centro comercial aplauden, pero como esta vez chocaron con su buque insignia todas las lloronas del rojerío han salido a escena.

Al margen de los temas municipales lo cierto es que el LUM es un centro de distorsión de la realidad y de romantización del terrorismo. Por otro lado es un local que se mantiene con el dinero de todos los peruanos a través del Ministerio de Cultura pero que se usa para activismo político. Por ejemplo, por una feliz coincidencia, el día del cierre no se pudo realizar un evento de la organización comunista Amnistía Internacional.

Por supuesto que no deja de llamar la atención que mientras la mayoría de museos del estado están cerrados hace años, el LUM se mantenga con gran actividad. En nuestra opinión el cierre del LUM debiera ser definitivo o en caso contrario debiera pasar a ser administrado por las Fuerzas Armadas. Debido a que lamentablemente el MINCUL hace tiempo se ha convertido en una guarida de comunistas que han tomado la cultura como botín para sus fines ideológicos. Está claro que el patrimonio cultural del país está abandonado y que solo se financian obras orientadas a fomentar los delirios ideológicos de la izquierda.

En el mismo sentido convendría retirar al llamado Ojo que llora,  la condición de Patrimonio Cultural de la Nación que ostenta desde el año pasado. Cabe mencionar que este infame “monumento” que ocupa un espacio público, es propiedad privada de la Asociación Caminos de la Memoria, que se autodefine como una institución que realiza actividades educativas, culturales, conmemorativas y de reflexión sobre los derechos humanos y la tolerancia en torno al memorial “El Ojo que Llora”.

Esta asociación es parte de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC) que según manifiestan en su página web trabajan en la recuperación y construcción de las memorias colectivas acerca de las graves violaciones a los derechos humanos y las resistencias, ocurridas en la región durante el pasado reciente, en periodos de terrorismo de Estado, conflicto armado interno y altos niveles de impunidad, con el objetivo de promover la democracia y las garantías de no repetición.

Este discurso ya lo conocemos bien y es el de la progresía negacionista. De aquellos aliados del terrorismo comunista que pretenden negarlo, o como gustan decir ellos, invisibilizarlo. Son los que, por ejemplo, en el caso peruano, hablan de conflicto armado interno y de terrorismo de estado, pero nunca condenan el terrorismo de Sendero Luminoso o del MRTA.

Los sitios de la memoria o lugares de la memoria, así como las comisiones de la verdad, son parte de una estrategia internacional de la izquierda marxista. Su labor es tergiversar la historia. Negar los crímenes de la izquierda terrorista y sus aliados, ignorar los excesos de las tiranías comunistas y a la vez promover un discurso de victimización que les permita desprestigiar a las fuerzas del orden.

Respecto al “Ojo que llora”, recordemos que en su momento se detectó que entre los nombres perennizados en las piedras que rodean al “ojo”, figuran los de numerosos terroristas. Motivo suficiente para retirarle la condición de Patrimonio Cultural de la Nación y tirar todo es cúmulo de infames piedras a la basura. Devolver además de este modo a los limeños un importante espacio publico.

 

3 Comentarios

  1. Propongo que como muchos descreídos de estos tiempos, quieren hacer con sus cenizas, las piedras sean arrojadas al mar. Y eso de construir la memoria, ya es auto descalificarme, la memoria solo puede construirse durante los hechos, si es a posteriori, no es otra cosa que algún tipo de paramnesia.

  2. Ese antro rojo que distorsiona y engaña la verdadera historia del Perú llamado sutilmente Lugar de la Memoria y Reconciliación (LUM), es sin duda el lugar de recuerdo y ensalzamiento de “(LUM)inoso Sendero ” y otras grupos terroristas q destruyeron a Perú.

  3. ¿”El eficiente alcalde Canales”, Luciano? No parece que vivas en Miraflores o que lo hayas visitado últimamente. Basta un recorrido por los lugares más emblemáticos del distrito para comprobar el desastre perpetrado por la nueva administración en poco más de tres meses. Basta también que leas los comentarios de Whatsapp de cualquier grupo vecinal o las redes sociales abiertas para que te hagas una idea del malestar de la comunidad con Canales y su equipo. En cuanto al cierre temporal del LUM (museo mal hecho y con un sesgo izquierdista inocultable), se trató de una torpeza administrativa y de una inoportunidad hilarante. Si quería pasar piola y no convocar críticas, la administración edil hizo todo lo contrario. Nada costaba posponer uno o dos días la clausura temporal, a fin de no exponer a las críticas a la municipalidad. El resultado de ese despropósito es que la opinión pública cree que Canales es un sirviente pasivo de Porky y solo obedece sus órdenes sin dudas ni murmuraciones. Estoy contra el LUM y lo que representa, pero no es la forma más inteligente de combatirlo.

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