Internacional

VOX DEBE EXPORTAR SU MODELO POLÍTICO A LATINOAMÉRICA

Por: Ignacio A. Nieto Guil

El fenómeno Vox comenzó en el año 2013 cuando Santiago Abascal decidió irse del Partido Popular, engañado por la tibieza centrista que transa con el progresismo y juega al rol pasivo para una izquierda que lo destruye y se queda con todo.

Desde la irrupción del partido liderado por Abascal ha tenido un crecimiento fenomenal, ya que comenzó con solo 50.000 votos en su primera elección de 2015. En Abril de este año llego a la cantidad de 2.664.325 votos, ganando 24 escaños en el Congreso de los Diputados. En la última incursión electoral del pasado domingo llego nada más, ni nada menos a los 3.640.063, consiguiendo sumar 28 cargos para el congreso. El resultado final para Vox en este 2019 es de 949.836 votos más respecto de las elecciones de abril.  De esta forma tendrán 52 escaños transformando a Vox en la tercera fuerza en España y principal oposición a una izquierda en verdadera guerra contra su nación.

Los resultados no se dieron por arte de magia, sino gracias al excelente trabajo realizado por Vox que les dio a muchos españoles relegados una fuerte representatividad y respaldo contra la maquinaria infernal que representa la izquierda. Abascal introdujo a la política española un discurso sin ninguna clase de titubeos e identificó claramente al enemigo, la izquierda, que a su cabeza tiene a Pedro Sánchez, secretario general de Psoe y el comunista Pablo Iglesias, líder de Podemos. Además, de no ser una oposición blanda funcional a las bandillas de izquierda como acostumbran los biempensantes centristas amigos del progresismo.

La astucia de Santiago Abascal radica precisamente en ser un líder firme, que enfrenta, que no calla y que defiende la unidad de España tan castigada por el separatismo Catalán y principal bastión izquierdista de desestabilización en el país ibérico. La bandera de España es su estandarte en cada presentación y el orgullo de pertenecer a una gran nación que ha hecho logros incalculables en el pasado. Las características de Abascal se pueden resumir en que jamás balbucea, ni pretenden tener un discurso que pacte con las asociaciones criminales de izquierda. La claridad en su forma de expresarse y la elocuencia son fundamentales para llegar al español con valores, trabajador y orgulloso de su legado y tradiciones hispanas que los partidos centristas jamás pueden captar, ya sea por cobardía a la izquierda o por estar cómodos siendo una oposición pasiva y vacía.

Lo tragicómico para la izquierda española es que el partido de Abascal fue debidamente constituido en 2013. No obstante sus detractores sentencian como buenos totalitarios que es un partido fascista de ultraderecha. Pero haciendo un poco de historia debemos recordar que partidos como el Psoe y las ideas radicales de Pablo Iglesias actuaron activamente en la Guerra Civil Española. La memoria histórica para ellos no se aplicó aun en cuanto a los crímenes, ejecuciones y matanzas que provocaron por aquellos años. Pero la izquierda siempre vive de un pasado reinventado y actualizando el odio para su propio beneficio y atacar toda disidencia que los combata institucionalmente en el siglo XXI.

Ahora bien, Latinoamérica entro nuevamente a un espiral de infestación marxista, siempre latente y la espera de atacar. La actuación del foro de San Paulo, el Grupo de Puebla y el Castrochavismo eclosionaron en el continente. Perú, Ecuador, Chile y Bolivia sufrieron la desestabilización de las bandillas izquierdistas. El caso paradójico se da en Chile y Bolivia, donde la falacia reina en estos grupos, velando por el derrocamiento del gobierno de Piñera. Pero denuncian en Bolivia un golpe de estado inexistente, ya que Evo Morales es el golpista haciendo fraude en las elecciones, dictaminado por la OEA y presentándose a un cuarto mandato de manera inconstitucional a raíz de que en 2016 perdió un referéndum en el que intentaba modificar la constitución para poder perpetuarse en el poder. Actualmente la Constitución de Bolivia permite una sola reelección de manera continua. De esta manera, la ciudadanía harta del caudillo cocalero que gobernó desde 2006 hasta el domingo pasado se lo hizo manifestar en las calles y al no poder contar con las FFAA para reprimir debió huir del país previo a presentar su renuncia.

Con estos aires revolucionarios descriptos anteriormente es vital que el modelo de Vox emigre hacia Latinoamérica y surjan opositores que no titubeen, y principalmente no se acomoden en cargos cumpliendo una suerte de misión personal. Sino todo lo contrario, tengan la fuerza de decir la verdad, denunciando a la izquierda, tendiendo la astucia y firmeza de pararse ante la mentira sistemática de estas bandas criminales políticas. Además, de velar por el orden constitucional, los valores y las tradiciones propias de cualquier nación bien civilizada que deben ser reflotadas ante el internacionalismo ideológico y los planes maquiavélicos de estos grupos que van por todo, atentando contra la libre determinación de los ciudadanos y proclamando un deísmo sacro estatal con las causas más perversas del neomarxismo como es el feminismo, abortismo, ecologismo, indigenismo y el lgtbismo. En definitiva son causas de minorías ideológicas financiadas por una mayoría que no comulga con esta maraña doctrinal subjetivista, constructivista y propia del relativismo moral de esta época.

La estabilidad tiende de un hilo y la izquierda política saca provecho en los desmanes bien articulados por los sectores fanáticos de extrema izquierda que no hacen más que socavar las estructuras sociales y los pilares fundamentales. Luego de destruirlo todo son víctimas que culpan a sus opositores. Pero en realidad son los verdaderos responsables de que Latinoamérica este sumergida en la miseria moral y en el atraso. Luego, tenemos a una oposición inescrupulosa que pacta, se acomoda, deja paso libre y es parte en definitiva del corporativismo político de izquierda. Sumado a la cobardía y miedo que le imprime. Y aquí precisamente radica el éxito de Vox que no ha podido ser doblegado por la izquierda y cada vez más aumenta su caudal de votos por el verdadero ciudadano patriota, orgulloso de sus raíces y los valores heredados, donde la infestación ideológica no pudo abatirlo y coaptar su mente.

Es por esto, que urge la necesidad de conformar verdaderos bastiones de lucha en Latinoamérica. Espacios donde el ciudadano de a pie, trabajador, de esfuerzo diario, comprometido y orgulloso de su legado hispánico, tenga el respaldo por parte de personas que los representen bien, luchando por ellos y no temblando ante una izquierda demoledora. España ha dado el claro ejemplo con Vox, siendo un partido que defiende la vida, la familia, la libertad y su historia. Ellos se animaron y dieron el paso en 2013. Dos años más tarde prácticamente no sacaron votos y no ganaron ningún escaño en el congreso. Seis años más tarde consiguieron más de 3.600.000 votos y ser la tercera fuerza en España. Sin un inicio fácil, pero con las metas claras, enfrentando el verdadero flagelo que es la izquierda y el separatismo Catalán, buscando reunificar a España y devolviendo la esperanza al ciudadano que ama su patria, lograron lo que para América Latina parece que nunca llegará. Pero mientras hallan ciudadanos comprometidos y dispuestos a devolverle la dignidad a su nación, la esperanza vivirá en cada uno que sueñe con la restauración de los valores que hicieron grande a su patria. Sin lugar a dudas debemos mirar al viejo continente y aprender de Vox que hasta el momento su trabajo está teniendo grandes logros en un país donde la izquierda se hizo fuerte en los últimos años y que va por todo.

 

 

Artículo publicado originalmente en MISES REPORT y cedido por el autor a La Abeja.

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