Cultura

UNA “CANCIÓN” PARA CHACALES FEMINISTAS Y UN EJEMPLO DE DEGRADACIÓN PURULENTA

Por Juan Manuel de Prada

En diversas ocasiones hemos lamentado la paulatina conversión de la sociedad española en una chusma que chapotea en las pasiones más innobles. A la disolución de los frenos morales, inevitable en las sociedades donde declina el ascendiente religioso, se ha sumado el ascenso de las virtudes democráticas (odio, envidia, resentimiento, etcétera), que nuestros demagogos con mando en plaza azuzan con entusiasmo, en volandas de las ideologías en moda. Así, España se ha convertido en una letrina donde todas las bajas pasiones fermentan y los chacales pueden entregarse a los satanes más bajos.

Un ejemplo de esta degradación purulenta nos lo brinda el recibimiento jubiloso que se ha dispensado a una canción (llamémosla así, piadosamente) que una mala pécora ha dedicado al padre de sus hijos, un futbolista picha brava que la abandonó por otra mujer más joven. Una acción muy reprobable, sobre todo cuando hay niños de por medio, pues el dolor que una ruptura matrimonial inflige a los hijos es imperecedero e irremediable, por mucho que algunos progenitores veleidosos traten de ignorarlo (pero serán juzgados cuando tengan que rendir cuentas ante Dios). A la mala pécora que urdió la canción de marras, sin embargo, ese dolor que sus hijos arrastrarán de por vida debió de parecerle insuficiente; así que decidió, ofuscada por el despecho, vengarse del futbolista, dedicándole esa canción infecta que martilleará los oídos y las almas de sus hijos mientras vivan. Porque esos niños crecerán escuchando siempre esa canción; y toda persona que quiera burlarse de ellos, zaherirlos, afligirlos, hundirlos moralmente, les tarareará o silbará esa canción, para que nunca olviden que son fruto de un matrimonio fracasado y que su madre era una mala pécora que antepuso el alivio plebeyo de la venganza sobre el sacrificio del silencio en aras del bien de su prole.

¿Y por qué esa madre actuó así? Porque para ella era mucho más importante ‘facturar’ que ahorrar lágrimas a sus hijos; porque vio la oportunidad de convertir su despecho en virtud aclamada por los chacales, que ahora son todos muy feministas y aplauden que un picha brava sea escarnecido públicamente, aunque quienes en realidad vayan a sufrir ese escarnio perpetuo sean unos niños sin culpa.

Ignoro si la mujer joven por la que el futbolista abandonó a la cantante es, como se afirma en la canción, un Twingo; pero cualquier mujer digna de tal nombre, aunque sea una tartana, resplandecerá como un Rolls Royce, comparada con esta mala pécora, más indigna que Medea. Pues al menos la vengativa Medea, cuando supo que Jasón se disponía a marchar con Creúsa, asesinó de un tajo a sus hijos; esta mala pécora les ha procurado una muerte más cruel, administrada en pequeñas dosis mientras vivan. Medea tuvo que partir al destierro después de la fechoría, pues sus paisanos querían apedrearla; a esta mala pécora, en cambio, la aplauden los chacales feministas que infestan España.

 

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