La columna del Director

SE NECESITA UN GOBIERNO QUE TOME LA INICIATIVA, NO UN GOBIERNO DE BOMBEROS

Por: Luciano Revoredo

Desde el inicio de la segunda fase del ataque terrorista al Perú el día 4 de enero, el gobierno solo ha retrocedido.

La iniciativa la tienen los subversivos y por su parte el gobierno se ha convertido en un simple bombero que apaga como puede los incendios. No existe una estrategia política que frene de una vez la violencia desatada por los extremistas de izquierda. Es más, a las fuerzas del orden se les impide actuar con la energía necesaria y cumplir con su deber. Estamos cayendo por incapacidad o por complicidad en el chantaje de la caviarada y los radicales. Debe quedar bien claro que los muertos que ha habido en las asonadas terroristas, son de exclusiva responsabilidad de los subversivos.

La señora Boluarte, debe tomar decisiones. Si sus conceptos ideológicos, su pasado político, sus amistades peligrosas o su simple incapacidad para encabezar al estado y responder a los enemigos de la patria se lo impiden, la salida es muy simple y es su renuncia. En este momento no es popular decirlo, incluso algunos despistados piensan que estoy coincidiendo con la izquierda en eso. Nada más lejano. Lo cierto es que no podemos seguir jugando con el futuro del país por el simple afán de parecer políticamente correctos. El razonamiento básico de que solo Boluarte puede mantener el equilibrio es falso. No existe equilibrio por que ella piensa igual que los que están al frente. La pugna es por el poder. Nada más.

Mientras los subversivos que durante todo el gobierno narcoterrorista del corrupto Pedro Castillo, se prepararon para la ofensiva que estamos viendo, recibieron capacitación y financiamiento, Dina Boluarte era la vicepresidente y ministro de estado. Nunca deslindó con esto ni con la corrupción y fue activa participante de los consejos de ministros descentralizados en los que el infame Castillo y el sanguinario Aníbal Torres vertían veneno y odio en las mentes de los peruanos. Este hecho nos da el derecho a desconfiar de su actuación.

Que quede bien claro, Boluarte es comunista o lo era hasta el 7 de diciembre. Si se ha arrepentido de eso, o el poder la ha hecho ver la vida de otro modo, que lo demuestre y ponga fin de una vez, con medidas radicales, a la turbamulta sediciosa que amenaza al país.

 

 

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