Por: Percy Hartley
Alexandre Feodorovitch Kerensky, fue un abogado y político ruso nacido en Simbirsk en 1881 y graduado en San Petersburgo. Fue miembro de la Duma en 1912.
Como socialista y líder anti zarista, participó activamente en la Revolución de Marzo de 1917, que concluyó con la abdicación del Zar Nicolás II. Cuando fue formado el gobierno provisorio, asumió con facultades Dictatoriales el poder como Primer Ministro.
Pero las distintas corrientes izquierdistas de la época tenían serias divergencias. Los Bolcheviques eran los más radicales y extremistas, pero sus principales líderes estaban prófugos como Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenín y los temibles Trotsky y Stalin, recluidos.
El General Kornilov, prestigioso Jefe Militar, considerado hombre fuerte de la derecha, se propuso exterminar a los bolcheviques. Pero Kerensky era un socialista morado, perdón, moderado y tenía reservas sobre la postura ideológica bolchevique; encarcela a Kornilov y fatalmente, libera a una serie de presos políticos de Siberia, como Stalin. Con estas concesiones y la vuelta de Lenín, los bolcheviques toman fuerza. Kerensky en lo suyo, su caviar y su martini, su prosa y su vida palaciega de empoderado arribista que ahora se siente un pequeño Zar y con toda esa decadencia política, llega noviembre, es exterminada la familia Imperial, derriban a Kerensky, huye Kornilov y logra liderar a los rusos blancos opositores al nuevo Dictador, pero muere fatalmente en un atentado. Kerensky, con las manos lavadas, huye ayudado por ingleses, se pasea por Berlín y organiza una caricatura de resistencia, deja a su pueblo en la mayor opresión y tiranía sangrienta de la historia y en una vida de auto-exilio, sigue con su caviar y martini, despreocupado y anciano en la capital del mundo capitalista, Nueva York, donde fallece en 1970.
Francisco Rafael Sagasti, es un Ingeniero Industrial nacido en Lima en 1944 y también tiene la nacionalidad costarricense, estudios con honores en la Pennsylvania State University y Escuela de Negocios Wharton. Desempeñó cargos en diferentes gobiernos como Velasco Alvarado, organismos multilaterales, OEA y cátedras universitarias muy reconocidas.
Fundó en 1999 el Partido por la Democracia Social junto a la lideresa izquierdista Susana Villarán y es recordado por haber sido secuestrado en la Toma de la Residencia del Embajador de Japón en Lima, no por su valiente y heroica resistencia sino por ser rápidamente liberado con un famoso souvenir autografiado por Cerpa Cartolini, el líder terrorista del MRTA que mantuvo 72 personas secuestradas hasta ser heroicamente lideradas por los gloriosos comandos Chavín de Huántar.
Como ideólogo y líder del Partido Morado, asume la Presidencia del Perú cuando una irrisoria minoría representativa de partidos de izquierda elige entre ellos al Presidente del Congreso y como Kerensky, asumió también un gobierno provisorio.
Conocido trovador, poeta y amante del buen vivir y quizás buen degustador de martini y caviar, nos gobierna (esperamos) hasta el cambio de mando del 28 de Julio del 2021, emblemático día de nuestro Bicentenario.
Pero cabe la pregunta ¿Se estará allanando algún camino, kerenskianamente? Hemos tenido unas elecciones atípicas, con resultados impredecibles, donde una mayoría de regiones de la sierra ha elegido a un líder (sobrarán motivos incluso legítimos y comprensibles, que merecen otro análisis) que se presenta como ideológicamente afín a los bolcheviques de Lenín, es decir sin ocultar sus despropósitos estatizantes mineros, gasíferos, petroleros, energéticos como también de corredores aéreos, ferrocarriles, puertos, carreteras y servicios de pensiones (AFP). Para ello no dudará en abolir la Constitución Política de 1993, suprimir de una al Tribunal Constitucional, cambiar todas las leyes que le sean esquivas, disolver el Parlamento, perpetrarse en el poder e instaurar un verdadero régimen del terror comercial y financiero, control de la moneda y banca, desastre económico, destrucción del país, vuelta al Velasquismo agroreformista versión 0.2 y país hecho pedazos.
Compatriotas, en la mayor encrucijada de nuestra historia y a casi ya 100% de certeza del candidato que le hará frente, hay que pensar muy bien el voto y no permitamos que nuestro provisorio primer mandatario pase a la historia, de la misma manera que fuera Frei Montalva en Chile, conocido como el Kerensky chileno, título de un famoso libro que inspiró este artículo y tomé prestado algunos datos históricos.
Que nuestra historia no lo recuerde como el Sagasky peruano, que gobernó y antecedió en el poder a los neo-bolcheviques reloaded, sino como un presidente que le tocó un difícil periodo de transición y cumplió con los desafíos de su mandato, vacunó a una población carente de salud por la pandemia y condujo el poder hacia una transición que permita la continuidad constitucional y democrática. En nuestras manos y en nuestros votos está esa crucial decisión. ¿Y tú peruano, ya has pensado en que el sol indefectiblemente debe renacer en el país de los Hijos del Sol? Libre mercado, libre trabajo, libre industria, libre competencia y libre contratación, dentro de la economía social de mercado. Nada de votos en blanco ni viciados, que solo favorecen al comunismo, a la hoz y lapicillo (y ese será el leit motiv de mi siguiente artículo).
Somos libres, seamoslo siempre.
[…] Sagasti, que ha sido calificado como el Kerensky peruano, no llegó al poder por azar como muchos creen, tampoco lo hizo en un acto de entrega por el país. […]