Política

POLÍTICA EN RUTA DE COLISIÓN

Por: Luis Yunis

 

Es evidente que Pedro Castillo no sabe jugar ajedrez; como indiscutible es, que José Williams de política sólo sabe el nombre; y lo peor de todo es que el primero se ha rodeado de inexpertos en un juego tan delicado y preciso, y el presidente del legislativo, cuyos astros lo alumbraron para un cargo de tamaña responsabilidad, aún no encuentra a los operadores precisos que lo ayuden a proceder con la cirugía general que requiere el paciente y que definitivamente tiene una patología sistémica, lo que implica que no solamente estamos a la deriva, sino que vamos en ruta de colisión ante la atenta mirada, complacencia y satisfacción de aquellos que se consideran o pretenden ser dueños de la verdad, en perjuicio de nuestro querido país y de nuestra vulnerada sociedad.

Castillo, como pésimo jugador de un juego de estrategia y sin entender la dimensión de la articulación realizada, como autómata y sin reflejos, ha hecho una movida innecesaria ante la OEA, sin duda orientado por un sobón sin visión y de poca monta; lo cual, significa un disparo al aire sin objetivo alguno que deja mal parado a su propio gobierno; y Williams, que aún no es consciente del sillón que ocupa deja que la denuncia constitucional presentada por la Fiscal de la Nación duerma como un bebé, permitiendo que esa grave acusación tenga un coro de niños para que ese sueño no tenga pesadillas, lo cual es absolutamente grave y contraproducente para los intereses de un país que clama claridad y transparencia.

Paralelamente, la Fiscal de la Nación, quien ha enarbolado la bandera de la lucidez y la lucha contra la corrupción, viene denunciando “hostilización contra el equipo especial de fiscales y de la Policía Nacional que ponen en grave peligro la continuidad de las investigaciones y el descubrimiento de la verdad que todo el pueblo peruano espera conocer”, sin que ningún actor del ejecutivo o del legislativo se pronuncie sobre el particular, con el agravante de que la misma doctora Benavides ha manifestado “una constante y feroz obstrucción a la justicia desplegada por la presunta organización criminal que aprovechándose del poder de estar en el Gobierno amenaza la autonomía del Ministerio Público”, pero, Castillo sigue atendiendo los consejos de un señor senil y Williams preocupado en los kilos que viene ganando.

Y frente a esa victimización internacional absurda, Castillo deja que Antauro haga de las suyas jugando con los licenciados, abandone a los agricultores a su libre albedrío y sin los fertilizantes requeridos, no incentiva el desarrollo minero, despilfarra dinero en Petroperú “con la finalidad de reforzar su capacidad financiera”, permite que la delincuencia y el tráfico de drogas nos siga ahogando y que el costo de vida cada día sea más alto; y frente a esta realidad se desearía una colisión urgente, en tanto se sabe que las colisiones deben traer cambios luego del impacto, pero como regular jugador de ajedrez miro las piezas que hay dentro del tablero y la verdad es que las probabilidades de variación y transformación de nuestra política no solamente son escasas, sino, angustiosamente desesperanzadora; a no ser, que el Señor de los Milagros se apiade de nosotros y gente decente y capacitada, sin intereses personales, que sí tenemos en el Perú decida involucrarse en nuestra maltratada política peruana.

 

1 comentario

  1. Es ese el problema de fondo, no hay quién. Nadie que se arriesgue, ningún líder, la política es mero negociado, y las ideas, no salen del liberalismo económico.

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