Por: Iván Oré
Aunque creamos lo contrario el Perú es un país cuya población apuesta por todo aquello que implique la reducción de la población. Prueba de ello es el respaldo ciudadano que ha tenido el principal partido proabortista del país, EL FRENTE AMPLIO POR JUSTICIA, VIDA Y LIBERTAD, en las regiones que falsamente creemos que son las más “conservadoras” del Perú.
EL FRENTE AMPLIO POR JUSTICIA, VIDA Y LIBERTAD, cuyo líder es Marco Araña Zegarra ha presentado el 9 de marzo de 2021 el Proyecto de Ley 07298/2020-CR titulado “LEY QUE RECONOCE EL DERECHO A LA MATERNIDAD LIBREMENTE DECIDIDA” por el cual modifica el artículo 1 del Código civil de la siguiente manera “La vida humana comienza a partir de la decisión de la mujer de llevar a término su embarazo”, es decir la madre decide si su hijo es humano o no; cuando la norma actual reconoce lo contrario, mediante esta verdad científica: “La vida humana comienza con la concepción”. Es lógico que lo buscado por el partido fundamentalista de la izquierda radical conocido como FRENTE AMPLIO, es un genocidio y feminicidio de pobres, mientras aseveran falsamente a sus votantes, todo lo contrario de un modo consciente y deliberado.
Además, este proyecto es de corte totalitario puesto que pretende según su artículo 1: “regular el derecho a la maternidad libremente decidida”, las mismas frases de la propaganda nazi para exterminar polacos antes de que nazcan, además de “la interrupción voluntaria del embarazo”, es decir la forma bonita de decir “aborto”. El partido comunista fundamentalista radical FRENTE AMPLIO regula la forma de como la mujer tiene que gestar y parir hijos. TOTALITARIO.
Este proyecto de ley es una copia parcial de otros proyectos que recientemente y de modo casi coordinado están tramitándose en los parlamentos de América Latina, en ejecución de los parámetros del Informe Kissinger NSM200, solicitado por la Comisión Rockefeller, para buscar mecanismos con los cuales reducir la población de los países ricos en materias primas, con el objeto de debilitarlos y apropiarse de estos recursos. La izquierda peruana es la peonada globalista de las billonarias y poderosas elites planetarias.
Este proyecto de ley establece en su artículo 3 como causales de aborto para niñas de 13 a 17 años, 1) la violación, y 2) la salud integral de la mujer. Lo cual es una adaptación de las tres causales que pretenden imponerse en República Dominica, tal como lo explica Agustín Laje: “riesgo de vida de la mujer, violación e inviabilidad”. Ahora bien, el proyecto peruano estipula para probar la violación una simple declaración jurada, y respecto a la salud integral, lo interpretan como salud mental y “salud social”, es decir, si eres pobre eres según los comunistas una “enferma social”, lo cual se cura asesinando al hijo en el vientre. El FRENTE AMPLIO promueve la reducción poblacional de los pobres que tanto invocan en sus discursos demagógicos. Respecto a la tercera causal, es decir si el feto tiene defectos físicos o mentales, eso parece que lo han dejado para después. Pues es también parte de agenda genocida socialista comunista de izquierda tal como se desprende de la docente de izquierda y ex secretaria de educación mexicana Marisol Alamilla quien dijo abiertamente ante un grupo de profesores de “niños especiales” que: “Los niños con discapacidad no deberían dejarlos nacer, solo son un estorbo para la sociedad y dar apoyo es dinero desperdiciado”.
En Argentina el expresidente Macri durante su mandato en el 2018 puso en debate parlamentario la ley del aborto como condición por recibir un prestamos de 50 mil millones de dólares por el Fondo Monetario Internacional. Aunque el intento fracasó, hubo 7 intentos más hasta que el 2020 fue aprobado el aborto ante las lágrimas de alegría de las huestes feministas llenas de júbilo y emoción por el hecho de tener el poder de decidir sobre la vida y la muerte de sus hijos en su matriz. El 2021, apenas esta ley se implementó en Argentina para su aplicación, aparece la primera muerte de una mujer por el aborto falsamente legal, seguro y gratuito. La víctima era una lideresa feminista de la Juventud Radical de su localidad, de esas que derramaron lágrimas cuando se aprobó la ley del aborto. Ahí muchos recién se dieron cuenta de algo evidente, que el aborto no era lícito, que sea “legal” o no, es por sí mismo mortalmente riesgoso, y que siempre tiene un precio muy caro tanto en la psiquis de los implicados, como en la vida de la “paciente”.
El aborto es un método de control poblacional, pues no solo mata al bebe no nacido, sino que mientras más abortos se practiquen, más mujeres terminan muertas, lo cual la prensa no puede tapar por mucho tiempo. El Inca era polígamo por lo que al morir dejaba cientos de hijos; pero una mujer que practique la poliandria tendrá el mismo número de hijos que una mujer monógama. Mas abortos, más mujeres embarazadas muertas o estériles, esto sumando la mitad de los bebes que siempre serán niñas.
La corriente provida es propia de las clases medias que gozan de una relativa comodidad y tranquilidad. La rancia oligarquía peruana es de pensamiento proaborto pues fingiendo sensibilidad social, puede controlar numéricamente la granja humana que administra a nombre de la elite globalista que financia a la izquierda peruana. Mientras que las zonas más pobres y aisladas del país ven el pensamiento provida como un obstáculo para agenciarse de mano de obra masculina. No me sorprendería que las prácticas de infanticidio femenino analizadas por Marvin Harris en su libro “Caníbales y Reyes” sean también parte de un lugar tan agreste, despoblado y desperdigado como lo son las zonas donde la izquierda tiene un fuerte baluarte electoral. Para ello veamos de dónde vienen los electores que eligieron a los parlamentarios que están llevando su voz para hacer de la muerte de niños y mujeres una realidad adventicia del prometido paraíso comunista:
YVÁN QUISPE APAZA, el parlamentario más votado de Puno con 33 mil votos y del segundo partido más votado de Puno, el Frente Amplio, con 81 mil votos. Puno tiene una de las tasas más altas de mortalidad infantil.
JOSE LUIS ANCALLE GUTIERREZ, el congresista más votado por su lista del Frente Amplio en Arequipa con 13 mil votos, partido que obtuvo 60 mil votos en esta región.
LENIN FERNANDO BAZAN VILLANUEVA, el congresista más votado del Frente Amplio en La Libertad obtuvo 20 mil votos, mientras su partido es el quinto más votado de dicha región.
LENIN ABRAHAM CHECCO CHAUCA, el congresista más votado por todo Apurímac con 14 mil votos, mientras su partido el Frente Amplio es el primero en votación en dicha región con 29 mil votos. Apurímac tiene una de las tasas más altas de mortalidad infantil.
ABSALÓN MONTOYA GUIVIN, el congresista más votado de la región Amazonas con 19 mil votos, mientras su partido el Frente Amplio es el más votado en su región con 28 mil votos. Amazonas tiene una de las tasas más altas de mortalidad infantil.
ROCÍO YOLANDA SILVA SANTISTEBAN MANRIQUE, congresista por Lima Metrópoli con 50 mil votos, mientras el Frente Amplio es el partido más votado con 300 mil votos. Ella pertenece a una familia descendiente de los Iglesia Pino de arce cuyo cabeza de familia, Miguel Iglesias fue presidente entreguista del Perú a finales de la Guerra con Chile.
Pero esta situación es el reflejo del mismo pueblo peruano, un conglomerado deforme de grupos sociales acostumbrados a los vicios de hablar a media voz, mirar de costado y mostrarse falsamente puritanos para así aparentar decencia ante el escaparate barrial o aldeano. Un sector importante de las masas populares no desea entender nada de lo escrito aquí, y solo quieren una solución radical, salvaje e inmediata; es ahí donde sus activistas de la izquierda aparecen, y se produce esa simbiosis política asolapada, que es lo único que puede explicar lo expuesto aquí. Por eso cuando escucho a las muchedumbres del “Perú profundo” envidiar odiosamente al “Perú superficial” del puñado de “pituquitos de Lima”, me parece una hipocresía debido a que ambos tienen en común su posición proaborto y también su interés en destruir a la clase media, sea por frustración en el caso de los pobres, y de conveniencia regulatoria en el caso de los ricos.
