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LIERRE KEITH: “EL VEGANISMO NO ES BUENO PARA LA SALUD, NI PARA EL MEDIO AMBIENTE”

Por: Virginia Montes

En 2018, causó escándalo la irrupción de Lierre Keith con su libro “El mito vegetariano” (Capitán Swing), en el que arremetía contra el veganismo en el que había militado durante más de veinte años, hasta que su salud había colapsado. “El primer bocado de carne tras ese periodo de veinte años marcó el final de mi juventud, el momento en el que asumí las responsabilidades de la edad adulta. Fue el instante en el que dejé de luchar contra el álgebra básica de la encarnación: para que unos vivan, otros deben morir. En la aceptación de esta verdad, con todo su sufrimiento y pesar, está la capacidad de elegir un camino, diferente, un camino mejor”. Con esta cita, recogida directamente de su obra, Lierre Keith intenta ilustrar el final de una prolongada angustia derivada de una elección dietética que para ella fue fatídica.

Feminista y ecologista vinculada a diferentes movimientos de izquierda, la espondoliosis, los episodios de hipoglucemia, la amenorrea, el agotamiento, la ansiedad y la depresión que jornada tras jornada la afligían acabaron desmontando toda su ideología alimentaria, comenzada muy joven: “Era muy joven, apenas tenía 15 años, y como la mayoría de veganos o vegetarianos conocí a otra persona que pertenecía a este mundo. Esa es la principal razón por la que la mayoría se convierte. Los veganos te ofrecen un modelo perfecto: basta cambiar un factor tan elemental como la dieta y solucionaremos los problemas de aquellos que mueren de inanición, salvaremos el planeta, los animales…”

Lierre Keith ahora sentencia que el veganismo “no es bueno para la salud ni para el medio ambiente”. El veganismo es un lujo caro y perjudicial de los urbanícolas, que cometen tantos errores “porque creo que la razón es porque ninguno de nosotros pertenece al mundo rural”.

“Lo fundamental es disponer de mejor información para entender cuáles son las causas reales que provocan el hambre en el mundo o la destrucción del medioambiente. Una dieta vegetariana no es la mejor opción para abordar estas cuestiones”.
De hecho, considera que “la agricultura es lo más destructivo que las personas han hecho con el planeta”, implica la deforestación, la eliminación de los pastizales para convertirlos en terrenos cultivables. Además, la dieta vegana es sumamente peligrosa: “Hay bebés que han muerto porque sus padres veganos se negaron a escuchar la ciencia. Esto es muy serio. Lo primero que sucede cuando las personas se dedican al veganismo es que se encogen y se les debilitan los dientes. Las dietas vegetarianas tienen dos problemas: uno de exceso y otro de deficiencia. Estas dietas contienen demasiados carbohidratos y demasiados ácidos grasos Omega-6. El cuerpo humano nunca estuvo hecho para manejar tanta cantidad de azúcar, y los Omega-6 producen inflamación en todo el cuerpo. Esos dos problemas son en gran parte responsables de los problemas de salud asociados universalmente con los pueblos agrícolas.
Tenemos un concepto para esto: las Enfermedades de la Civilización. Cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, toda la cohorte de condiciones degenerativas y crónicas que asumimos que son normales. Estas enfermedades son desconocidas entre las poblaciones de cazadores-recolectores, tanto históricas como actuales. Un arqueólogo puede ver a simple vista si un hueso es de un granjero o un cazador. Los huesos del cazador son largos, fuertes y libres de enfermedades. Los huesos del agricultor son cortos, frágiles y plagados de enfermedades. Para los agricultores, los carbohidratos del grano reemplazan los productos de origen animal. Las deficiencias que resultan son numerosas: proteínas, grasas, vitaminas liposolubles como las vitaminas A y D, las vitaminas B, el hierro hemo. Todos estos nutrientes son esenciales para la reparación y el mantenimiento del cuerpo humano”.

 

© Rambla Libre

 

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