Por: Luciano Revoredo
ACTO I
Paola Ugaz trabaja para la Municipalidad de Lima durante la corrupta gestión de Susana Villarán. Misteriosamente viaja en varias oportunidades, entre otros lugares, a Panamá. No hace uso de vacaciones ni licencia alguna. Luego su legajo en la Municipalidad se “pierde” muy convenientemente.
Ante el juez y bajo juramento declara tener ingresos por 1200 euros al mes como corresponsal del ABC de Madrid.
Su ritmo de vida no corresponde con sus ingresos compra propiedades, viaja constantemente, matricula a sus hijos en el colegio más caro de Lima y compra un terreno en Mala a Pedro Salinas Chacaltana valorizado en varios cientos de miles de dólares.
Se filtran unos chats que la vincularían con una red de lavado de activos y con la mafia de las chalinas verdes.
Por tantos indicios y por la aparición de colaboradores eficaces la fiscalía la está investigando.
ACTO II
Pedro Salinas Chacaltana es socio fundador de la empresa consultora CHISAC. José Miguel Castro (a) Budián en el juicio contra Susana Villarán declaró que habían recibido una coima de Graña & Montero por un monto 200 mil dólares. Esta coima fue canalizada a través de CHISAC.. Este dinero se habría utilizado para pagar publicidad de Villarán del No a la revocatoria. La que recibió este pago es la empresa publicitaria Ogilvy a través de su directivo Óscar Vidaurreta.
La figura del soborno está clara: Graña & Montero lo habría bancarizado a través de supuestos pagos a la empresa CHISAC, dirigida por Freddy Chirinos y Pedro Salinas, para que luego ellos transfieran el dinero a Ogilvy por servicios ficticios y pague la publicidad requerida por la gestión Villarán.
Pedro salinas declara no saber nada de esto. Es decir que su empresa recibió ese monto, contrató a una empresa de publicidad y blanqueó ese dinero para favorecer a la mafia de Susana Villarán sin que el socio principal sepa nada.
Por otro lado, Pedro Salinas Chacaltana es propietario de un terreno Mala del cual ha vendido misteriosamente la mitad a Paola Ugaz, la que está siendo investigada por lavado de activos y de la que hay indicios que la comprometerían con el tráfico de terrenos.
Cabe también recordar la “gestión” que en su momento hizo Salinas al cuestionado Pablo Sánchez, quien al ser denunciado constitucionalmente no tuvo mejor idea que recurrir a CHISAC, y otra vez el diligente Salinas se pisó los callos para convocar a un almuerzo con periodistas por el que cobró nada menos que 17 mil soles.
ACTO III
La fiscalía investiga a Paola Ugaz y cada día hay más personas que se acogen a la colaboración eficaz y que estarían sindicándola como la persona con la que habrían “pitufeado” miles de soles.
Como consecuencia de todo esto y como a cualquier hijo de vecino vinculado a investigaciones de tal gravedad, la fiscalía allana el domicilio de Salinas.
ACTO IV
¿Qué dicen Salinas y Ugaz? Lo de siempre, que todo lo que les pasa es por haber investigado al Sodalicio. Esto ya se está poniendo tragicómico.
Yo si creo en lo que dicen Salinas y Ugaz.
El Sodalicio es una entidad que tiene mucho que aclarar.
Espero que ustedes me contesten.
Saludos
Si usted les cree ya tendrá tiempo de sufrir una desilusión.