Política

LA DICTADURA CAVIAR ES TOTAL

Por: Juan Antonio Bazán

La dictadura caviar es total, y signa el proceso político del Perú contemporáneo. Este artículo postula dos hipótesis: Que, en estos días, nuestro país vive dos dictaduras paralelas; y, que, en los últimos treinta años, nuestro país vive una dictadura caviar. Primera hipótesis, a presentar: Que coexisten, de un lado, una “gran dictadura” caviar, de tipo subyacente y estructural, que extiende su dictado en los últimos treinta años; y, de otro lado, una “pequeña dictadura” de izquierda arcaica, de tipo explícito y desestructurada, que se extinguirá en cualquier momento. Segunda hipótesis, a operacionalizar: Que el dictado caviar permite establecer el actual sentido político de nuestra historia, al punto que, en mayor o menor grado, condicionó a los gobiernos democráticos de Valentín Paniagua, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, y provocó la caída de Manuel Merino; y, que ha determinado a los gobiernos no democráticos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, y actualmente despabila la caída de Pedro Castillo. A propósito, la dictadura caviar podría definirse como de un grupo, político y burocrático. No es personal, y podría decirse que es hasta impersonal. Por eso, sus presidentes Vizcarra y Sagasti terminaron desposeídos hasta de la semántica, pues en ambos casos no cabe la relación entre el sustantivo y la sustantivación porque se alteró la relación clásica, o normal, entre dictadura y dictador.

La dictadura caviar tiene casi todos los elementos remozados de las dictaduras y de los totalitarismos del siglo veinte. Veamos: Por su intensidad coercitiva disfrazada como corrección, casi siempre ha tenido sometidos al Congreso de la República, al Tribunal Constitucional, al Poder Judicial, al Ministerio Público, al Jurado Nacional de Elecciones, y al ejército en el clímax de hacer que los generales vistan de mandil rosado. Adicionemos a ello, el control de casi todos los medios de comunicación, y el control de la educación tanto básica regular como universitaria a través del Ministerio de Educación y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria – Sunedu. Por su pensamiento político enmascarado como enfoque, hace suya la ideología de género, y la imparte como enfoque curricular transversal en los colegios, y como forma de lucha supuestamente reivindicatoria de la mujer, en favor del homosexualismo y en contra de los hombres en la sociedad. La idea central de esta ideología es que definida la naturaleza humana como fundamentalmente cultural, y no biológica, no se nace ni hombre ni mujer, y que la identidad de género es una construcción social y que ésta es responsabilidad principalmente de la escuela. Por su estrategia política encubierta como lucha contra la corrupción, hace suya la antipolítica, y la implementa debilitando las instituciones y los actores. De ahí la faena de desprestigio del Congreso de la República y de los partidos políticos, y de persecución, encarcelamiento y muerte de los políticos.

Finalmente, por su origen social agazapado en el progresismo, la dictadura caviar está conformada y dirigida por intelectuales y burócratas de la inteligencia, de clase social alta, media alta, y “media media”, formados principalmente en las Facultades de Ciencia Sociales, y de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Los caviares pretenden una posición total y objetivada ante la política, y ante la vida. Se creen superiores por su verdad, por su ética y hasta por su estética. Herederos, por la forma y no por el fondo, de Vanguardia Revolucionaria y de mayo del 68, portan hasta hoy el hippie style. Bien vistos, los caviares son totalitarios no solo con los otros, sino también con ellos mismos: Todos los caviares se parecen, o buscan parecerse. En puridad, la dictadura caviar es el príncipe revisionista, y peruano, de Antonio Gramsci, y es total porque es un método -y sólo un método- de hegemonía y de nueva violencia política.

1 comentario

  1. No se puede decir mejor no más claro, es el análisis que esperaba, concuerdo de principio a fin con los postulados y creo que sin este diagnóstico, nadie puede hacer política a favor del Perú. A tomar nota los que están surgiendo en la política y pretenden ser conservadores, porque lo que se impone es ser contrarevolucionario.

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