
El arzobispo de Lima, el siempre polémico Carlos Castillo Mattasoglio, ha escrito una controvertida carta cuaresmal en la que habla de todo menos de lo verdaderamente importante.
El arzobispo pupilo de la Teología de la Liberación, escribe en su misiva que pide al Señor que «no nos deje caer en las tentaciones actuales del Perú y del mundo, donde el tentador nos propone pan a cambio de perder nuestra dignidad; poder y dinero corrupto a cambio de sometimiento y adoración; o ropajes religiosos que pretenden tentar a Dios para que proteja sus suicidas ambiciones».
Carlos Castillo señala que estamos en un tiempo «difícil» para Perú y todo el mundo «porque ciertos humanos se arrogan una prepotencia sin límites para dañar gravemente a los pueblos y naciones más pobres». En clara alusión a la administración Trump-Vance (aunque sin citarles), el cardenal izquierdista peruano dice que «estos, disfrazándose de muy religiosos, quieren usar a las Iglesias para encubrir la locura de sus ambiciones egoístas, y proyectan planes que buscan diezmar a la humanidad a cambio de apoderarse de las riquezas del mundo, sustituyéndonos por robots y supuestas inteligencias artificiales».
En su carta, el cardenal Castillo invita a los fieles a aprender a dar la vida «por la hermandad y la paz, la justicia y el derecho, la liberación y reconciliación de la humanidad y del pueblo peruano».
Cuaresma diluida en la sinodalidad
Como buen arquitecto de la ‘Iglesia sinodal’, no pierde la oportunidad para centrar gran parte de su carta cuaresmal en este asunto. «La cuaresma, como camino, podemos traducirla también en el camino sinodal de la Iglesia. Es un camino de participación para afrontar juntos tantos desafíos que tenemos todos por ser Iglesia y no solo creyentes individuales», escribe el purpurado peruano.
En su misiva, el arzobispo de Lima recuerda que hace cinco años iniciaron la I Asamblea Sinodal archidiocesana, por lo que pasados cinco años llama a «hacer memoria agradecida, preguntarnos dónde estamos y hasta dónde hemos llegado».
El arzobispo de Lima comparte tres preguntas para reflexionar durante esta Cuaresma: 1) ¿En qué ha mejorado mi parroquia desde la I Asamblea Arquidiocesana? 2) ¿Qué problemas percibo que impiden la mejora de mi parroquia? Descríbelos 3) ¿Cómo mi parroquia puede ser más sinodal y misionera?
En esta carta, el polémico cardenal Castillo ha anunciado que convoca a la II Asamblea sinodal diocesana para enero del 2026. Para ello, «usaremos la metodología de la “conversación en el Espíritu”, y contaremos con facilitadores debidamente preparados para que puedan acompañar las asambleas. El material de preparación será distribuido a cada parroquia durante la cuaresma», se lee en la carta.