Política

¿HUBO UN SUEÑO LLAMADO PERÚ? ¿SE PODÍA SUSURRAR?

Por: María Ximena Rondón

“Había un sueño llamado Roma, era tan frágil que apenas se podía susurrar”, aquellas palabras que el emperador Marco Aurelio (cuyas meditaciones recomiendo leer) repitió a sus predilectos en varias escenas de Gladiador I y en la secuela, la cual vi esta semana y me dejó con varias preguntas.

En esta última entrega, varios personajes importantes repiten esta frase en momentos claves, los cuales no mencionaré para evitar spoilers, y cada una de esas escenas logra transmitir ese gran ideal (al que se refieren como tal) de una nación con determinadas características. Esta idea era secundada por un puñado de sectores importantes y es el móvil de muchas acciones.

Todo este despliegue de patriotismo e ideales me llevó a preguntarme: ¿Perú es también un sueño que se debe susurrar?

Tras la APEC, donde nuestra presidenta experimentó escenas de película coreana, la imagen que se buscaba transmitir de lo que es Perú (en los carteles promocionales) era de comida, paisajes y varios elementos materiales. Con ello no me refiero a que estos no son negativos para el país, sino a aquellos ideales más profundos y qué tipo de nación se ha “soñado”.

¿Para qué y para quién es el Perú?

Podríamos empezar a hacernos esta pregunta desde el Imperio Incaico, el cual ocupó gran parte de Sudamérica ¿Cuál era su ideal? Sin duda, tenían una gran organización y un aparato militar extraordinario, los cuales les permitieron expandir sus fronteras. Pero, se han preguntado en qué creían.

Tras el Virreinato, uno se pregunta cuál era “el sueño” para la creación de una República, pues recordemos que debido a la lucha de “nativos” en ambos bandos, la mala situación de España y las motivaciones de los criollos, algunos historiadores afirman que la independencia fue “concedida”.

Con la instauración de la “república”, sistema de gobierno que permanece hasta la actualidad, ¿qué tipo de sueño es el Perú?

Nuestros problemas actuales parecen más una pesadilla que un sueño o un ideal. Hay varias facciones, representadas en el Congreso, que tienen diferentes visiones, valores e ideologías. Incluso, ignoran las obras de los gobernantes predecesores y heredan problemas que se agravan con el tiempo. Todos los ciudadanos nos preguntamos qué debería pasar para que nuestra nación mejore.

Me atrevo a afirmar que nos falta un ideal común, tener un “sueño” que se pueda gritar en lugar de susurrar. Un sueño que nos una como nación, que logre la unidad en la diversidad y que pueda sanar todas las heridas.

Es una invitación a todos los peruanos a pensar en el sueño de nuestro país. Tenemos un gran potencial, que no nos dominen las pesadillas.

Dejar una respuesta