La columna del Director

FISCAL DE LA NACIÓN EN BUFONADA LEGAL CONTRA MERINO Y FLORES ARÁOZ

Por: Luciano Revoredo

La Reina de Corazones del vizcarrismo, la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, ha presentado una denuncia constitucional contra el expresidente de la República, Manuel Merino, el expresidente del Consejo de Ministros, Ántero Flores-Aráoz y el exministro del Interior, Gastón Rodríguez, por la muerte de los prontuariados Inti Sotelo y Bryan Pintado en las asonadas de noviembre del 2020.

En el mundo al revés que nos está tocando vivir, la señora Ávalos ha considerado que Merino, Flores-Aráoz y Rodríguez son autores, por omisión impropia, de homicidio, al incumplir su deber constitucional y legal en el ejercicio de sus cargos como las más altas autoridades del país.

Habría que recordar la naturaleza de los hechos y su entorno. Tras la vacancia del impresentable Martín Vizcarra, por incapacidad moral permanente, Merino, a la sazón Presidente del Congreso de la República, asumió constitucionalmente la Presidencia de la República.

Merino nombró a Flores Aráoz, un peruano de trayectoria brillante y reconocida integridad como primer ministro y este a su vez encabezó un gabinete de profesionales intachables que auguraba una salida rápida y con solvencia a la crisis a la que nos había llevado la corrupción y el desgobierno de Vizcarra.

De inmediato el vizcarrismo, los caviares y su prensa asalariada iniciaron una campaña de demolición nunca antes vista. Se incentivó a una chusma desorientada a tomar las calles con violencia inusitada. Las marchas y actos de violencia se multiplicaban en calles y plazas. La gente impulsada por agitadores a sueldo llegó hasta las casas de Merino y Flores Aráoz. El toque de queda y las restricciones por el COVID se ignoraban. Los medios “mermeleros”, hoy arrepentidos, incitaban a la gente a salir. En medio de esta turbamulta mediática y callejera, financiada por algún oscuro mecenas, y ya en el colmo de la manipulación un  matasanos radial anunció, con la mayor desvergüenza,  que en las marchas no se contagiaba el COVID.

En estas “democráticas” manifestaciones destruyeron la propiedad pública y privada, atentaron contra la vida, el cuerpo y la salud de las fuerzas del orden y en definitiva se cometieron actos de rebeldía inconstitucionales contra un gobierno legítimo, que había llegado por la vía constitucional. En estas circunstancias murieron dos jóvenes de dudosa trayectoria , Inti Sotelo Camargo y Bryan Pintado Sánchez de forma que aún no se determina. Sospechosamente las cámaras de seguridad de esa zona no funcionaban. Como se sabe, muchas veces las protestas promovidas por caviares y comunistas buscan un muerto para conseguir sus objetivos. Luego ya tienen un mártir que agitar y legitimar su violencia.

Toda nuestra solidaridad con Merino, Flores-Aráoz y Rodríguez. Sin duda, si existe justicia en el país, han de salir incólumes de esta bufonada legal.

 

 

1 comentario

Dejar una respuesta