Por: Luciano Revoredo
Desde hace unos años la embajada británica en Lima se ha convertido en centro de promoción del más abyecto progresismo y los embajadores enviados por el Reino Unido a nuestro país en agentes promotores de todas las causas propias de esa tendencia.
Kate Harrisson la anterior embajadora se caracterizó por promover abiertamente una agenda cómplice con las oenegés y movimientos de izquierda, declarando abiertamente que su objetivo era imponer esas ideas en el Perú.
Cuando cumplió su período y pensamos que nos libramos de ella y su lamentable labor de zapa, llegó Gavin Cook, un activista más desvergonzado que su predecesora. Cook no tardó en revelar su compromiso con el movimiento LGBT y con cuanta tendencia del más aberrante progresismo.
Por sólo citar un ejemplo, podemos mencionar un artículo que publicó en el diario El Comercio titulado “Celebrando el orgullo en el Perú” en el cual adelantó su programa: “El camino por delante aún es largo: ciudadanos que luchan por el derecho al matrimonio igualitario, familias homoparentales que luchan por el derecho de sus hijos, procesos extensos para poder cambiarse de identidad, dificultad para emitir un voto sin sufrir de discriminación. Como embajador británico en este hermoso país, trabajaré con todos los sectores para crear espacios de trabajo inclusivos, que las personas del mismo sexo puedan casarse y que su identidad sea reconocida en el país. Juntos podemos hacer realidad estas iniciativas.”
Esta declaración constituye una absoluta falta de respeto al país, ya que no es papel de los embajadores la injerencia en asuntos propios de la legislación de los países. Cook viene actuando de modo absolutamente impertinente pretendiendo imponer posiciones ideológicas propias de la agenda globalista del progresismo, que son tan bienvenidas en países como el suyo, que ha iniciado un camino decadente hacia su propia autodemolición hace ya varios años, pero no gozan del respaldo mayoritario en el Perú.
Es en esta tendencia que la embajada británica acaba de recibir la ingrata visita de Rita French, otra progre, que ocupa el cargo de Embajador británico para los Derechos Humanos y Representante Permanente Adjunto ante las Naciones Unidas en Ginebra. ¿Qué hizo la señora French en Lima? Pues lo propio de cualquier activista progre.
Llegada a Lima, en la primera noche organizó en la casa del embajador una fiesta de homosexuales, travestis, drags y demás, al día siguiente se reunió con la prensa roja a la que llamó independiente, en momento aparte se reunió con una periodista investigada en la fiscalía por sus relaciones con la gestión corrupta de Susana Villarán y se declaró solidaria con esta “perseguida”.
Visitó ese reducto antiperuano que es el Lugar de la Memoria, donde se emocionó y escribió: “Un conflicto interno de dos décadas en Perú, entre 1980 y 2000, provocó miles de muertes y desapariciones. Visita conmovedora al LUM para conocer una de las épocas más duras del país. Un poderoso homenaje a las numerosas víctimas. Gracias Director del LUM por recibirme”.
Para continuar con su tournée progrecaviar se reunió con los cuestionados Luis Salas Arenas y Piero Corvetto Salinas, a los que ensalzó en un tuit saludando su compromiso con la democracia en el Perú: “Los organismos electorales independientes desempeñan un papel crucial en el apoyo a elecciones libres y justas. El Reino Unido saluda a Jorge Luis Salas Arenas y Piero Corvetto Salinas por su compromiso con la democracia en el Perú”. Fue al congreso y se reunió con las rojas Ruth Luque, Flor Pablo y Janet Rivas, el tema de la reunión fue la división entre los peruanos impulsando el indigenismo.
Todo esto es lo más destacable de su agenda en Lima. Una vez más nos ratificamos en que el embajador británico y representante del Rey Carlos III en el Perú es un indeseable que confunde su labor diplomática con la injerencia política e ideológica.
Que horrible intromisión del embajador Gavin Cook en nuestro país,sin ningún respeto a nuestra Constitución tratando de destruir los valores de la familia y la sociedad..
Creo que es inaceptable la injerencia británica en asuntos de Estado que solo competen a los peruanos, que el embajador tenga sus preferencias sexuales, no le da derecho a hacer que los demás las tengamos, no somos y nunca seremos colonia británica, van por el mundo dándoselas de inteligentes pero no son más que loros al servicio de la plutocracia mundial, puros siervos de schwab.
Realmente deplorable e inaceptable, es una falta de respeto y deberían tener muy presentes que son una representación de una Embajada y sus preferencias sé cuáles son para sus propias casas no para el público en general ! No Sean borregos de las nuevas “modas” de una elite corrupta!
100% de acuerdo con el artículo.
Es inadmisible que la Cancillería no haya presentado una protesta formal no sobre lo que hagan en la Embajada, al fin es territorio de UK sino por la impertinentes declaraciones en las que pretenden imponer determinadas políticas y prácticas en el Perú y en las que califica de perseguida a una persona peruana en actitud poco profesional y sesgada ideológicamente