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CADÁVERES EN CREMATORIOS DE WUHAN REVELAN QUE MUERTOS POR COVID19 SON VEINTE VECES MÁS QUE CIFRAS OFICIALES

Por Steven W. Mosher

En enero de este año, la gente de Wuhan comenzó a morir por el coronavirus. No mucho después, inquietantes imágenes provenientes  de China mostraban pasillos del hospital abarrotados de cadáveres y camionetas trasladando cuerpos hacia los crematorios. Sin embargo, el número de muertos que estas imágenes sugerían no se vieron reflejadas en el conteo oficial de muertos, que se ha mantenido sospechosamente bajo.

Desde hace mucho he sido escéptico con las cifras que salen de China, pues siempre se elaboran con un objetivo en mente: hacer que el Partido y sus líderes se vean bien. Así que empecé a buscar otras métricas que me dieran una pista de cuál era el número real de muertos por COVID19. Y encontré una respuesta en los hornos de los siete crematorios de Wuhan.

Partamos del hecho que todos los que mueren en China son cremados. No mucho después de que los comunistas tomaran el poder en 1949, la práctica tradicional de enterrar a los muertos en ataúdes fue declarada ilegal argumentando que restaban tierras a la agricultura. Esto significa que podemos asumir que el número de cremaciones es igual al número de muertes.

El 30 de enero, las autoridades de Wuhan informaron que sólo 170 personas habían muerto en Wuhan y sus alrededores. Sin embargo, dos días antes, el 28 de enero, anunciaron que estaban “enviando vehículos adicionales, personal y equipo de protección a todas las funerarias locales”.

¿Cuál era la razón?

“Mejorar la capacidad de transportar y manejar cadáveres”. También de repente ofrecieron “cremación gratuita para los cadáveres de las víctimas del coronavirus que murieron el 26 de enero o más tarde.”

Estas acciones hicieron obvio que el conteo real de cadáveres estaba subiendo mucho más rápido que el conteo oficial. De hecho, todo indica que las funerarias estaban siendo simplemente sobrepasadas con cadáveres llegando en números cada vez mayores. Las funerarias de Wuhan tuvieron que añadir turnos de noche y de fin de semana para hacer frente a estas cantidades. Lo cual fue fácilmente verificable por los anuncios publicados en línea de “se busca ayuda” para reclutar trabajadores para turnos de noche, temporales y de fin de semana. Además, durante dos meses completos en el punto más álgido de la epidemia, del 23 de enero al 23 de marzo, no se celebraron sepelios en las funerarias, y a los parientes afligidos ni siquiera se les permitió recoger las cenizas de sus seres queridos.

Entonces, ¿cuántos cuerpos fueron incinerados durante este tiempo? Hagamos cálculos. Las siete funerarias en Wuhan tienen un total de 84 hornos. Asumiendo que cada cremación toma dos horas, ese número de hornos podría haber reducido a cenizas 1.008 cadáveres por día. A este ritmo, unos 60.000 cuerpos podrían haber sido incinerados durante dos meses, de los cuales tenemos que someter la mortalidad normal no epidémica de aproximadamente 10.000. Esto nos da un número estimado de muertes por el Coronavirus en Wuhan de 50.000.

Pero también se puede hacer otra estimación a partir del gran número de urnas fúnebres que se repartieron en esos días.

El 23 de marzo se anunció que finalmente se permitiría a familiares afligidos acudir a las funerarias para recoger las cenizas de sus seres queridos. Largas colas se formaron rápidamente frente a las funerarias de Wuhan con familiares esperando durante horas recibir los restos de los fallecidos durante la epidemia. Se les dijo que debían recoger las urnas antes del 4 de abril, una fiesta tradicional llamada Día de Limpieza de Tumbas donde los chinos conmemoran a sus ancestros.

Periodistas de investigación de la agencia de noticias Caixin informaron que se distribuyeron urnas funerarias a razón de 500 al día en las siete mortuorias de Wuhan, lo que significa que se repartía un total de 3.500 urnas al día. Dado que el plazo para recoger las urnas era de 12 días, esto significaría que durante ese tiempo se entregaron unas 42.000 urnas.

Una foto publicada por Caixin muestra un camión cargado con 2.500 urnas que llegan a la morgue de Hankou. Al ser interrogado, el conductor dijo que había entregado el mismo número de urnas a la misma morgue el día anterior. Otra foto muestra montones de urnas dentro de la morgue totalizando unas 3.500 urnas. Junto con el nuevo envío, ese número de urnas solamente en esta funeraria es más del doble del número oficial de muertos de Wuhan.

Para comprar el silencio de la gente, las autoridades comunistas han estado repartiendo dinero. El residente de Wuhan, Chen Yaohui, le dijo a la agencia de noticias RFA que “han habido muchos funerales en los últimos días, y las autoridades están entregando 3.000 yuan con mucha cautela a las familias que consiguen que los restos de sus seres queridos descansen antes que Qing Ming”, en referencia al tradicional Día de Limpieza de Tumbas el 4 de abril. “Es para evitar que lloren”, dijo Chen, refiriéndose a una forma tradicional de luto. “A nadie se le permitirá llorar después de que Qing Ming haya pasado”.

Como informó Bloomberg, las agencias de inteligencia de EE.UU. también han llegado a la conclusión de que Beijing falsificó sus números, aunque su informe sigue siendo clasificado. Y cuando se le preguntó al presidente Trump en su rueda de prensa del 1 de abril sobre los números de China, respondió que “parecen tener solo un poco de claridad (a little bit on the light side). Y estoy siendo muy amable al decirlo así, en relación con lo que presenciamos y lo que se informó”.

Creo que el presidente no sólo estaba siendo amable, sino extraordinariamente diplomático, considerando la magnitud del engaño de Pekín en lo que respecta a la epidemia. Estamos hablando del mismo Partido Comunista que, como recordarán, afirmó que nadie murió en la Plaza Tiananmen, cuando el número real de muertos por la masacre fue de 10.000. Este es el mismo Partido Comunista Chino que afirma que nadie murió de hambre después del Great Leap Forward (Gran Salto Adelante), cuando en realidad 42,5 millones de personas murieron de hambre.

No se puede olvidar todo esto al considerar si se puede confiar en los datos oficiales del gobierno chino sobre Wuhan, que manifiestan que sólo hubo 2.535 fallecidos por COVID19 y sólo 50.006 personas fueron infectadas.

Según mis cálculos, las cifras oficiales están subestimadas por un factor de 20. Es decir, el número real de víctimas mortales es quizás de 50.000. En cuanto a la cantidad de personas infectadas, si se asume una tasa de letalidad de 2 por ciento, entonces 2,5 millones de personas en la ciudad cayeron víctimas del coronavirus.

Hasta el día de hoy, China sigue ocultando la verdad sobre la epidemia dentro de sus propias fronteras publicando datos falsos. Y no son mentirillas blancas. Son mentiras que matan.

Decenas de miles de personas morirán innecesariamente porque las autoridades chinas comunistas no nos advirtieron de la gravedad de la epidemia en Wuhan ni compartieron los datos que estaban recopilando sobre la propagación y el tratamiento de la enfermedad. Decenas de millones de personas más sufrirán porque los chinos comunistas sumieron a la economía mundial en una recesión. Esto también costará vidas que de otro modo podrían haberse salvado.

Un hashtag que marcó tendencia en Twitter resume muy bien lo expuesto: #ChinaLiedAndPeopleDied (#ChinaMintióYGenteMurió)

 

 

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