PERUANOS: VOTEMOS POR QUI-EN LIBRE NUESTRO PAÍS DEL COMUNISMO Y DEFIENDA NUESTRA FE
Escribe: Percy Hartley
A pocos días de la celebración de un nuevo proceso electoral, es importante hacer unas reflexiones coincidiendo con la Eucaristía de Jueves Santo, donde filialmente y de rodillas, hemos pedido que nuestra patria sea librada de la amenaza del socialo-comunismo y oriente su voto por qui-en defienda la vida, la familia y la Fe.
Hemos vivido un difícil año 2020, sorprendidos por una inexplicable, irresistible y devastadora pandemia, con trágicas consecuencias para la salud, la economía y la política del Perú y valgan verdades, para la mayoría de naciones del mundo, aunque la nuestra, especialmente afectada a gran nivel por la corrupción de los representantes de nuestro pueblo, que no supieron ser los representantes legítimos de su pensamiento, como denunciamos en sendos artículos titulados “ La hoz y el martini “ y “ La izquierda asintomática “ en el transcurso del pasado primer año pandémico en La Abeja. La opción constitucional de vacancia por incapacidad moral fue desvirtuada por una azonada golpista caviariforme, moraduzca y milimétricamente planificada, donde una ridícula minoría congresal de izquierda se apoderó inexplicablemente del poder, azuzada por redes y medios de comunicación serviles, influencer-mente infuenciando la juventud desconocedora de la realidad nacional, queriendo cambiar una Constitución Política que ni siquiera han leído, que aunque no perfecta ,promueve la libertad económica, la economía social de mercado y la separación de poderes, para sustituirla por un modelo socialo-comunista-llanero-caribe-cubanero, como si dos millones de venezolanos desterrados dolorosamente de su tierra natal en el Perú no fueran suficiente testimonio desgarrador del destino luctuoso de tan afable, melodiosa, alegre, como rica y próspera nación, hoy convertida en un pueblo fantasma de iniquidad, devastada por el comunismo que entró cambiando la Constitución, para que, explicación piramidal kelseniana, puedan cambiar las leyes y normas de menor rango. También en el proceso electoral anterior, convertí mi columna “Crónicas Viajeras “ en análisis pre-electoral en “ A La Habana no vuelvo más “, para los que deseen revisarla y como lo decía en su epílogo, y Vero Nika.
Peruanos: estamos ante los tiempos más cruciales de nuestra historia. Bicentenario de nuestra Independencia y una elección histórica que definirá el destino de una nación, que tardó decenas de años en librarse del bastardo velasquismo, de la herida no cerrada del terrorismo maoísta asesino, enderezado por una Constitución neo-liberal social de mercado y con valores cristianos, amenazados por un cambio de timón hacia el socialo-comunismo, disfrazado de populismo o abiertamente radical o tibios centristas pro-clubes de corrupción, o versiones mejoradas de la nueva izquierda que notablemente describen Laje y Lukacs, encubriendo versiones transhumanistas sostenibles y ecoamistosas con mentiras económicas, tratando de soslayar la columna vertebral de nuestra nación virtuosa, heredera y devota del Señor de los Milagros y de todos los santos peruanos, vertiginosamente arrastrados queriéndolo o no, hacia el aborto, la ideología de género, el estado laicista, no para separar Iglesia de Estado, sino para abolir la moral católica de su conducción y sus normas y la abominable sociedad de la utopía comunista, donde quien tiene mucho es despojado de lo que con mucho esfuerzo ganó para repartir migajas a quien por nada de esfuerzo , nada tiene y todo quiere gratis y robándose el resto, para lucir Rolex, viajar en yates, tomar vodka y caviares gratis, promoviendo la hoz con el Martini y vivir como rico, sin nada de esfuerzo, construyendo un Estado tiránico, mitómano, felónico y tramposo, donde no existe libertad de competencia, ni de mercado, ni de religión ni de culto. ¿Es eso lo que queremos para el Perú Bicentenario? No, hagamos objeción de conciencia, a eso nuestra conciencia, por nuestro voto se opondrá. Peleemos por ese voto, que no nos sea fraudulentamente arrebatado.
No es fácil tener un candidato ideal, no es fácil estando siempre acostumbrados al mal menor, pero esta vez, votemos a conciencia, votemos por qui-en represente la libertad de mercado, la continuidad constitucional, que puede modificarse, sin suprimirse, léanla pues primero y no repitan como carneros cambiarla si no la conocen queridos jóvenes bicentenarios, compárenla con la de 1979 y votemos por qui-en defiende la vida, la familia y la Fe.
Jueves Santo del año 2021
