Por José Romero.-
Llegamos a la última parte de esta serie, para reflexionar sobre los peligros que aún acechan a nuestra patria. Muchos pensamos que el 12 de setiembre de 1992 era el inicio de la derrota definitiva de SL pero nos equivocamos. Solo “era un recodo en el camino”, como lo manifestó el líder capturado de esa banda de asesinos.
Y así ha sido “gracias” al gobierno de “transición” y a los sucesivos gobiernos en donde se enquistaron los “tontos útiles” y los cómplices silentes y actuantes de SL. Algunos pensarán que los remanentes de ese grupo terrorista solo están en el VRAEM pero no es así. Ese grupo es un vulgar cártel que produce y vende cocaína y otras drogas. La verdadera amenaza está a lo largo y ancho de nuestro país. En estado aún embrionario, haciendo trabajo “político”, pero está. Están bajo el rótulo de “Modavef” o en los FEDIPs y en cuanto conflicto social aparece. Hoy son “ecologistas antimineros” pero son los mismos de los 80s con diferentes caras.
La democracia “boba” vuelve a afrontar con desgano este peligro. Amparados en oeneges de “derechos humanos”, el terror reclama democracia. Decenas de “intelectuales” editan libros, se ponen en escena obras de teatro o ruedan películas donde los “asesinos son los genocidas de las FFAA”. La lucha empezó de nuevo ni bien fingieron rendirse. Hoy son necesarias otras “caretas” para seguir en la “lucha”. Ya es lejano el año 1978 cuando SL promovió el abstencionsimo electoral pero hoy se preparan para presentar sus cuadros políticos e infiltrarlos en las listas que intervendrán en las elecciones generales del 2016.
A pesar que hay varias voces que alertan de este peligro, miles de jóvenes no saben qué pasó en los aciagos años del terror. No tienen ni idea qué representó SL y el daño que le hizo al Perú.
A diario leemos sobre los “desaparecidos”, “fosas comunes” y “crímenes de lesa humanidad”. Sin duda alguna hay un aparato trabajando para engañar, mentir y preparar el inicio de una segunda ILA (Inicio de la Lucha Armada). Para ello atacan y buscan destruir las instituciones de la patria como las Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica. Es necesario –para esos oscuros intereses- mantener una Policía desprestigiada y el Poder Judicial así como el Ministerio Público blandengues, incapaces y corroídos en sus bases. Los héroes que se fajaron por la Patria son perseguidos. El mensaje es claro: “mejor no te metas porque terminarás enjuiciado”.
Ante ese panorama, todos los peruanos debemos alzar nuestra voz. Desde el común de los ciudadanos hasta el más encumbrado. Basta ya de “ojos que lloran” o “museos de la desmemoria”. Cuidado con el adoctrinamiento en nuestras escuelas y universidades; basta de propaganda subliminal. El Estado debe volver a representar a la sociedad y protegerla del riesgo que implica el resurgir del terror.
Paremos ya a esos “cantantes” cuyas letras sirven para difundir mensajes de odio. No caigamos en la debilidad de los 80s cuando en círculos “underground” se cantaba contra el “Sucio Policía” y fue en esos lugares, donde sonaban aquellas notas, donde salieron “los mejores hijos del pueblo” que petardearon el Perú.
No caigamos en la estupidez de “reconocer el derecho a expresarse que tienen los que propugnan la lucha armada”. El peligro va acompañado de una sociedad anómica y un clima de inseguridad que haría explosiva cualquier asonada.
Este 12 de setiembre se cumplen 23 años de la captura de la cúpula del sanguinario movimiento terrorista SL. La fecha es propicia para recordar a los detectives del GEIN que participaron en la captura y en todo el proceso que la antecedió. Que este 12 de setiembre sea “un punto de inflexión” en la lucha contra todo intento de SL o cualquiera de sus membretes.
Recordemos también con una oración a todos los que cayeron en la lucha en defensa del Perú, recordemos y revaloremos a aquellos que están abandonados y sufren discapacidades y saquemos del olvido a aquellos que ofrecieron sus mejores esfuerzos por el Perú.
