Por: Eduardo Lanfranco Garrido Lecca
Nunca hablo de política, pero esta vez no puedo ser ajeno ante tanto comentario, a mi criterio injusto, de una persona a la que conozco bastante bien. Hay muchos opinólogos que emiten comentarios negativos sobre Rafael López Aliaga sin conocerlo realmente y se dejan manipular por opiniones sesgadas de personas que, por decirlo amigablemente, no lo conocen, no comparten el estilo de vida que valientemente Rafael ha hecho público, dada la transparencia que lo caracteriza.
Creo que solo quienes son parte de una historia pueden opinar sobre hechos y personas. Yo trabajé alrededor de 10 años con Rafael (ahora llevo otros 10 años sin verlo) y esta es mi opinión sobre él:
1. Me contrató sin haber terminado la universidad porque vio un talento en mi y decidió apostar (sólo tenía 21 años en ese entonces).
2. Pagó mi último año de universidad porque no tenía recursos para seguir estudiando. Además de esto pagó mi titulación, me envió a estudiar inglés a Canadá por 6 meses (con todo pagado) e incluso me seguía pagando mi sueldo mensual sin tener la obligación de hacerlo. No obstante, veía que trabajaba duro y me movía con computadora, maletín de deporte, files de los proyectos y más cosas entre combis y taxis y llegaba a las reuniones todo sudado!! Así que me regaló mi primer auto para facilitarme el trabajo.
3. Empecé a trabajar en sus empresas cuando éstas estaban en el peor momento y junto con un equipo profesional y bajo su liderazgo salimos adelante y pagamos (con proyectos que desarrollamos) todas las deudas que tenían sus empresas con bancos peruanos. Lo fácil hubiera sido no pagar a los bancos y decir que las empresas quebraron por temas meramente comerciales, sin embargo, ésta no era una opción para él y pagó a los bancos hasta el último centavo de estas deudas.
4. Es una persona 1000% exigente, nunca se quedaba con los “no se puede” y peleaba incansablemente por lograr lo que para muchos era imposible. Siempre buscó la excelencia y nunca ha dejado de apostar por negocios en Perú.
5. Me empoderó desde el primer día. Con solo 22 años yo ya estaba sentado con directores de bancos negociando deudas y proponiéndoles formas de cómo pagarles.
6. Ayudaba a quien lo necesitara (sin decirlo). Solo te dabas cuenta de ello cuando escuchabas entre pasillos los cheques y cheques que salían para fines sociales.
7. Es una persona sin caretas ni máscaras. Cada vez que lo veo hablar ahora en televisión me hace acordar a la época en que trabajábamos juntos. No miente, se muestra tal cual es.
8. Siempre ha sido un creyente de Dios, sin embargo, nunca se lo impuso a nadie en el trabajo, siempre fue respetuoso con el credo u opción de vida de cada quien. Él cree en las personas, las respeta y apuesta por el talento.
9. A pesar de tener mucho dinero, siempre fue fiel a su voto de pobreza. Sus zapatos siempre me llamaron la atención, estaban viejitos, se notaba que habían pasado varias veces por la renovadora, pero imagino que él se negaba a cambiarlos. Es curioso, sus zapatos tan desgastados siempre me hacían pensar en lo humilde que era, a pesar del dinero que tenía y la inteligencia que lo caracterizaba. Nota: ¡¡¡Aún en televisión le sigo viendo el mismo reloj que usaba hace 20 años!!!
10. Recuerdo que me sentaba horas para hablarme sobre las oportunidades que existen en el Perú para invertir, para luego yo armarle sus presentaciones que dictaba en colegios, universidades, fórums de empresarios y cuanto lugar hubiera para decirle a los peruanos lo grande que podía ser el Perú con los recursos naturales que tiene. Siempre me decía que Perú con los recursos que tiene puede ser una potencia mundial y que había que invertir en educación y buscar que los diferentes fondos (como las AFP) invirtieran aquí y no en otros países.
Podría hablar mucho más y contar cientos de anécdotas, sin embargo, sólo busco transmitir algunos conceptos que debe tener nuestro próximo presidente, que más que un político, en mi opinión
DEBE SER UN EMPRESARIO EXITOSO:
1. Transparencia total
2. Vocación absoluta de servicio a los peruanos renunciando a sí mismo.
3. Coherencia de pensamiento y vida.
4. Persona de acción. Un Hacedor.
5. Conocimiento del Perú y del potencial de sus recursos naturales y humanos.
6. Tener éxito empresarial probado.
7. Carácter para aniquilar la corrupción y refundar un nuevo Perú.
Claro, muchos se preguntarán, porque no seguí trabajando con Rafael cuando tenía mi futuro profesional y económico asegurado. La respuesta es simple, yo quería trabajar por mis propios sueños y no vivir cómodamente bajo su paraguas protector, por eso decidí emprender y volar con mis propias alas. Pero no puedo dejar de reconocer que las alas con las que vuelo fueron las que Rafael me dio en esos casi 10 años de trabajo a su lado aprendiendo de él.
Bueno, éste y más es Rafael López Aliaga, es la persona que tiene la capacidad no solo para cambiar al Perú SINO PARA CONVERTIRNOS EN UNA POTENCIA MUNDIAL.
Excelente radiografía de nuestro Rafael López Aliaga por quien apuesto, en estas elecciones, por su transparencia y exigencia al 1000%, eso es profesionalismo, puro y duro trabajo, que en el Perú nunca demostraron las gentes ruines y falsas, que subieron al poder para llevar a nuestra patria al abismo. Pido a Dios y la Virgen protejan a este gran ser humano, que podrá dirigir el cambio esperado a un progreso anhelado por años de mi PERÚ querido.
Enriquece el conocimiento que tengo sobre RAFAEL, Y LO DOY COMO POSITIVO Y HACEDOR DE LO QUE NECESITA NUESTROS CIUDADANOS DE A PIÉ. ENVIDIA SANA Y POSITIVA .
Creo que se debe cantar la tonadilla de un programa de dibujos animados: “Porky, Porky, nuestro rey, favorito, sin igual”
Interesante historia