Cultura

¿ESTÁS SIENDO PARTE DE “LA BATALLA CULTURAL”?

Por: Carlos Polo

Muchos hablan de “dar la batalla cultural” pero hasta ahora nadie había precisado bien de qué se trata y así es difícil tener éxito en algo importante. En su más reciente obra, Agustín Laje llena este vacío ofreciendo una teoría sobre la batalla cultural. Sin embargo, no es una obra meramente intelectual, como el autor mismo manifiesta. Es un llamado al compromiso político de las “derechas”, unidas en lo que llama una Nueva Derecha. En ese sentido, el libro de Laje ha puesto las bases doctrinales de toda estrategia, táctica o acción política para quien tome en serio la posibilidad de lograr algún cambio social o político.

Tengo el gusto de conocer a Agustín Laje desde hace algunos años y el enorme placer de haber trabajado juntos en las 3 ediciones de Pandemónium www.proyecto-pandemonium.org Agustín me había comentado que ya estaba preparando el libro “La Batalla Cultural: Reflexiones Críticas para una Nueva Derecha”, pero me sorprendió al pedirme que lo leyera antes de la fecha de su lanzamiento para colaborar en la promoción de la pre-venta. Por supuesto, sabía que era una de esas oportunidades que no se pueden dejar pasar. Así que recorrí las más de 500 páginas con mucha fruición y a una velocidad inusitada. Y lo más importante: pude reevaluar muchos conceptos y replantear muchas cosas.

En efecto, para alguien que está inmerso en la batalla cultural, el libro de Laje sirve para aterrizar ideas y convertirlas en planes concretos.

En un interesantísimo repaso de los componentes políticos, económicos y culturales de la modernidad, y luego la posmodernidad con sus impresionantes avances tecnológicos, Laje muestra que la cultura se ha vuelto central en la política. Es su fin y su medio. La cultura es tanto un auténtico campo de batalla en las que se disputa gran parte del cambio social, como el vehículo para lograrlo. “El hombre moderno (y de ahí en adelante) sabe que una cultura se puede destruir y se puede crear; y que muchas veces, parar crear primero hay que destruir. No existe batalla cultural sin esa conciencia”, señala Laje.

En las batallas culturales de hoy, se pone todo en juego. Si bien a veces puede parecer que se trata de alguna temática particular, “el objeto de una batalla cultural es la visión del mundo que los hombres mantienen”. De tal manera que en una batalla cultural se puede destruir lo que consideras más valioso creándose en su lugar la más odiosa realidad, o viceversa. Eso explica por demás la polarización, el apasionamiento, la beligerancia y el compromiso de los actores políticos inmersos en una batalla cultural. Precisamente es… una batalla. No es un pulso intelectual donde todo se limita a que una idea triunfe sobre la otra, sino una contienda más cruenta donde un bando busca la extinción del otro. Y en no pocos casos, donde literalmente se mata. Allí están las batallas culturales en torno a la legalización del aborto y la eutanasia para demostrarlo.

El drama se acentúa porque históricamente las izquierdas han estado involucradas consciente y estratégicamente en las batallas culturales, mientras que la gran mayoría de los sectores vinculados a la derecha ni siquiera se han presentado al campo de batalla.

Sin embargo, no todo son malas noticias. La coyuntura presenta una gran oportunidad. Actualmente existe un rechazo creciente al fracaso político y económico de gobiernos de izquierda, así como una búsqueda de alternativas al extremismo de sus propuestas. Hay un desgaste del relato político socialismo marxista y de sus temas de agenda. Hay un hartazgo y desconfianza hacia los medios copados por ellos y cada vez menos crédito a sus voceros.

Esta coyuntura ha hecho posible que las iniciativas de derecha estén en crecimiento en diversas partes del mundo. Y a sus organizaciones políticas se les presenta el desafío de tomar conciencia de su identidad, reforzar su autoestima y mantener autonomía frente a las propuestas de izquierda. Pero fundamental y urgentemente, necesitan involucrarse en la batalla cultural, desarrollando relatos políticos que atraigan a otros sectores de la sociedad.

La editorial Harper Collins ha previsto que “La Batalla Cultural” será un éxito en ventas. Laje no está solo. A donde llega se congregan multitudes y la atención de los medios de comunicación. Nunca pasa desapercibido. Son miles de personas en todo la iberoesfera que lo siguen con admiración y con ilusión. Otros miles de antagonistas radicales de todo género e ideología lo siguen para combatirlo. Este libro será una referencia obligada para los primeros y también para los segundos. Los contenidos de su libro serán calurosamente celebrados y ácidamente criticados. Esto es más que evidente para quien haya visto los videos de sus innumerables entrevistas en medios de comunicación, sus acalorados debates con comunistas, feministas, LGTBI, sus conferencias, cursos y un largo etcétera de eventos donde Laje despliega reiteradamente su potente capacidad de convocatoria.

Y más allá de su impacto social, creo que también habrá un impacto en el fuero interno de muchas personas. Es imposible leer este libro de Agustín Laje sin sentir un llamado personal a pelear las batallas culturales en las que se están definiendo aquello que más valoramos. Y precisamente porque ha habido poca conciencia de ello. Dice Laje: “Si la ideología es el armamento pesado de la batalla cultural, el intelectual será el soldado encargado de calibrar, apuntar y disparar”. El libro de Laje reclutará muchos activistas y los equipará con el armamento intelectual necesario.

Es imprescindible y urgente sentar las bases de la propia participación en las batallas culturales y hacer que las cosas buenas, pasen.

Leer esta gran obra de Agustín Laje ha sido una experiencia gratificante y nutritiva. Estoy seguro que será igual para muchos.

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