Política

ÉL Y LOS IDIOTAS QUE NOS PERSONIFICAN.

Por: Silvia Suárez*

En la tercera semana de enero, el presidente Pedro Castillo, dio tres entrevistas, dos locales y una internacional.  Los ojos para evaluar  el manejo  y temple del personaje  Pedro Castillo estuvieron en la entrevista internacional que  realizó el periodista mejicano Fernando Del Rincón de CNN, cuyo estilo, más agresivo que receptivo, es muy conocido.

En dicha entrevista hemos observado básicamente el temple y la inteligencia del entrevistado, como de su entorno.  Las pruebas de inteligencia  racional son baterías que se aplican a las personas  para evaluar varias gamas de su intelecto. Una de las inteligencias predominante es la inteligencia verbal, y groso modo, para tener una idea, la inteligencia verbal de Pedro Castillo se podría evaluar de la siguiente manera:

  1. ¿Tiene capacidad para sintetizar ideas usando las palabras adecuadas y transmitir conceptos a través de esta síntesis?
  2. ¿Es capaz de conceptualizar su cliché de “pueblo” y explicar de varias maneras, qué significado quiere transmitir y entonces las personas puedan entender las imágenes que siente?
  3. ¿Tiene cultura mínima general sobre historia y geografía del Perú y el mundo?
  4. ¿Puede elaborar un juicio crítico coherente para sustentar si era correcto o no estar despachando en Breña o saber que debía estar preparado para gobernar un país como el Perú?

Cuatro interrogantes, elegidas  como muestra azarosa  y que la respuesta sería de parte de ustedes los evaluadores, un  no rotundo, a cada una de las cuatro.

¿Saben que se ha evaluado? La inteligencia verbal usando los criterios de la escala de inteligencia de  Weschler. En conclusión, es probable que, si se aplica la batería de Weschler, el señor que preside el Perú tendría retardo intelectual en Inteligencia Verbal.

Existe otro intelecto que mide la inteligencia más pura en general, llamada factor “G”. Al no ser una prueba verbal, mide el razonamiento lógico y la capacidad de abstracción y una de las más conocidas es la prueba de Raven o también está el subtest de Matrices del Weschler. Aclaro  entonces que las pruebas intelectuales son una medición sistematizada que superan lo que nuestros sentidos pueden percibir, pero también nuestros sentidos son  los primeros válidos evaluadores.

Por tanto, los asesores, conociendo los pocos recursos de abstracción y con ello la limitada capacidad que tendrá siempre para elaborar, discriminar y sintetizar información, de quién preside el Perú, no debieron exponerlo a una entrevista no dirigida e internacional con Fernando Del Rincón. Asimismo, sorprende que sus asesores no hayan tenido psicólogo(as) que los orienten.

Cuando una persona es precaria intelectualmente, por más que se le entrene en seis meses, no va a lograr un nivel de pensamiento mayor al que le corresponde. Como decían en “El Chavo del ocho”, no les da: “Me doy”.  Los límites intelectuales del factor G, no se van acrecentar  a una edad adulta, ni con cientos de entrenamientos que se tengan en manejo comunicacional o frente a cámaras. No cabe un litro de agua en un vaso de 200 ml, para eso se necesita una jarra que sostenga un litro a más de agua.

En esta evaluación, sin embargo, también daremos un giro a los recursos emocionales y  se puede decir, que sin mezquindades, Pedro Castillo a diferencia de otros políticos, tuvo el temple suficiente para no alterarse y, por tanto, no responder con bravura  ante las preguntas incisivas del estilo indagatorio y reiterativo de Fernando Del Rincón. Este es un buen punto en el manejo emocional de  Castillo.  Pedro Castillo es un idiota asentado en sí mismo y que demostró buena educación interpersonal.

Me pregunto: ¿Qué habrá pensado antes y durante? Seguro algo cercano a: “Soy el Presidente de todos los peruanos, por mandato electoral. Soy el pueblo personificado. No hay por qué temer”.  Con el dolor de nuestro orgullo, Pedro Castillo nos personifica.

Con el riesgo de lo expuesto, Castillo va ser un títere perfecto de quienes lo dirijan. Hoy lo dirigen los caviares, es decir los ya conocidos cortesanos en el último quinquenio y  de quienes también sabemos de sus limitaciones, porque  hemos visto los resultados anteriores con PPK, que tenía SOC por la edad y antes de renunciar, por ejemplo, dijo en una entrevista con periodistas mujeres, que hacer lobbies era natural. Asimismo, con Vizcarra que cayó por su entorno mediocre manejado por sus secretarias y un bufón. (Según la investigación  de Carlos Paredes, le dio mucho poder a una mujer mediocre como Mirian Morales, la que desató la guerra de Troya por sus celos con Richard Swing).

Diremos, evaluando el caso de sus asesores,  que el retardo  de ellos, es emocional, por narcisismo. Sus egos son tan inflados, a pesar de ser letrados, no se permiten abrir horizontes y se muestran autosuficientes. Hoy  han expuesto mal la imagen de Pedro Castillo en una entrevista internacional.

Para concluir, en la verdad de Perogrullo, ya sabemos que Pedro Castillo va caer cuando una crisis nacional sea insostenible y a la vez afecten  los intereses del Congreso. Por ahora, señoras y señores, pónganse nuevamente los cinturones, que  una vez más,  luego de 22 años seguimos emprendiendo el vuelo de nuestro  Perú en piloto automático.

 

* Psicóloga

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